
El secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, ha pedido este miércoles por carta al gobierno brasileño que mejore la seguridad y las condiciones dentro de la Cumbre del Clima (COP30), que se está celebrando estos días en Belém (Brasil), según informa Bloomberg.
En concreto, ha demandado que implementen inmediatamente un plan para abordar los fallos de seguridad, las temperaturas elevadas, las inundaciones y otras malas condiciones en el encuentro internacional en una carta dirigida a Rui Costa, que ejerce como jefe de gabinete del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y al presidente de la COP30, André Corrêa do Lago.
En el texto, Stiell ha detallado una serie de vulnerabilidades, como puertas sin seguro, personal de seguridad insuficiente y la falta de garantías de que las autoridades federales y estatales respondieran ante posibles intrusiones, a pesar de los acuerdos con Brasil.
Además, ha criticado que la oficina de Lula haya "instruido" a la policía federal para que no interviniera en la dispersión de los manifestantes. En este sentido, ha hecho referencia a un incidente ocurrido el martes por la noche, cuando aproximadamente 150 manifestantes irrumpieron en el recinto de la conferencia, causando daños materiales e hiriendo al personal de seguridad.
"Las fuerzas de seguridad y la estructura de mando necesarias para ejecutar el plan de seguridad estaban presentes en el lugar durante el incidente, pero no actuaron", ha indicado el representante de la ONU.
A su juicio, esto representa una "grave violación" del marco de seguridad establecido para el evento internacional y plantea "importantes preocupaciones" sobre si Brasil está cumpliendo con sus obligaciones de seguridad como anfitrión oficial y presidente de la COP30. Ni los portavoces de Lula ni los de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de Bloomberg.
Por otro lado, Stiell también ha descrito toda una serie de problemas de infraestructuras que estarían afectando al evento, como un sistema de aire acondicionado insuficiente que a su juicio requiere de una intervención inmediata para salvaguardar el bienestar de los delegados y el personal.
Tal y como afirma en el texto, ya se han registrado casos de problemas de salud relacionados con el calor debido a sistemas de aire acondicionado que no funcionan o no están instalados. Asimismo, ha avisado de que el agua de las fuertes lluvias de Belém se ha colado en algunos momentos por el techo y las luminarias, "creando no solo molestias sino también posibles riesgos de seguridad debido a la exposición eléctrica".
Más allá de ello, el representante de la ONU trasladó a los funcionarios brasileños el malestar entre los países miembros en la cumbre por el mal estado de las oficinas de las delegaciones y afirmó que varias instalaciones no cumplen con los estándares acordados, mientras que otras no son aptas para su uso.


