
La Comisión Europea ha destacado que los portales informativos podrían perder ingresos relevantes debido a las políticas de visibilidad en los buscadores, un problema que se presenta especialmente en un contexto económico complejo para la industria mediática. De acuerdo con la información publicada por la Comisión y recogida por medios europeos, la institución ha comenzado un procedimiento formal contra Alphabet, matriz de Google, al sospechar que la compañía estaría discriminando el contenido de los medios de comunicación en los resultados de búsqueda, lo que podría suponer una infracción de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés).
Según detalló la Comisión Europea este jueves, la investigación busca determinar si Google aplica prácticas que impiden que los editores de noticias reciban un trato justo, razonable y no discriminatorio dentro de los resultados que arroja su motor de búsqueda. El Ejecutivo comunitario explicó que esta situación se encuadra bajo una regulación reciente cuyo objetivo radica en evitar que las grandes plataformas tecnológicas restringan de forma injustificada el desarrollo y la actividad de empresas que dependen de ellas para ofrecer u optimizar sus productos. La vicepresidenta de la Comisión responsable de Competencia, Teresa Ribera, puntualizó que el procedimiento sancionador tiene el fin de preservar el acceso equitativo y la diversidad en el entorno digital.
El medio oficial de la Comisión informó que el foco central de la pesquisa está puesto sobre la política denominada de “abuso de reputación del sitio”, implementada por Google. Según el análisis preliminar, esta política provocaría el desplazamiento de contenidos generados por medios de comunicación y editores en el ranking de búsqueda cuando dichos portales colaboran con socios comerciales e incluyen sus contenidos en sus páginas. Se sospecha que tal mecanismo corporativo pudo haberse aplicado de modo que dificulta la obtención de ingresos por parte de los medios editoriales, sobre todo frente al descenso de la monetización legítima de sus sitios web.
La plataforma tecnológica, por su parte, declaró que su política busca frenar intentos de manipulación de los algoritmos de clasificación en los resultados de búsqueda. Google sostiene que estas normas operan para garantizar la fiabilidad y la calidad de la información que ofrece a los usuarios, limitando así estrategias que podrían dañar la relevancia de los enlaces que aparecen en los primeros lugares. Pese a esos argumentos, la Comisión Europea sostiene que la forma en que tales reglas se aplican podría estar limitando el margen de acción de los editores para desarrollar colaboraciones y generar ingresos legítimos.
El organismo ejecutivo europeo avanzó que, luego de la apertura del expediente, dispone de un plazo máximo de doce meses para investigar los hechos, recopilar pruebas y determinar si existe una infracción clara de la DMA. Según comunicó la Comisión, durante este periodo se informará a Alphabet si se detectan pruebas suficientes y se le indicarán posibles medidas correctivas. En caso de confirmarse alguna vulneración de la normativa, el ente regulador podrá imponer a la empresa sanciones de hasta el 10 % de su facturación mundial, y la multa podría duplicarse hasta el 20 % en casos de reincidencia.
La investigación, de acuerdo con el comunicado de la Comisión Europea, no se limita únicamente a la visibilidad de los medios en Google, sino que también examina si la política corporativa abordada condiciona la innovación de los editores y su libertad para cooperar con proveedores externos de contenidos. Según el órgano regulador, el objetivo principal reside en que ningún operador dominante pueda bloquear la capacidad de los medios para buscar alternativas de financiación, diversificar su oferta y responder a los desafíos que impone el panorama digital actual.
El procedimiento abierto forma parte de un enfoque más amplio adoptado por las autoridades comunitarias para supervisar el cumplimiento de la Ley de Mercados Digitales, una legislación cuyo propósito consiste en fomentar la competencia y evitar prácticas consideradas restrictivas en el ámbito de los servicios digitales. Según recordaron portavoces de la Comisión en declaraciones difundidas este jueves, los denominados “guardianes de acceso digitales” están obligados a aplicar reglas transparentes y equitativas, dado el papel central que desempeñan en el flujo de información y en la estructura comercial de Internet en Europa.
Según datos publicados por la Comisión Europea, la investigación incluye el análisis de cómo las decisiones algorítmicas pueden repercutir directa y negativamente en el tráfico y los ingresos de los portales informativos. El organismo evaluará si existe un efecto de marginación o de barrera a la entrada que perjudique el pluralismo informativo y la sostenibilidad económica de los editores. El proceso, informaron desde Bruselas, contempla la posibilidad de adoptar medidas provisionales mientras avanza la investigación, si se considera necesario para atajar riesgos inminentes sobre la competencia o el acceso a audiencias.
Este expediente contra Alphabet amplía la lista de actuaciones recientes impulsadas por las instituciones europeas para regular a los grandes conglomerados tecnológicos y garantizar la libre competencia en el sector digital. Como recordaron fuentes de la Comisión consultadas por medios internacionales, la Ley de Mercados Digitales faculta a la institución para actuar de forma preventiva y sancionar prácticas que puedan perjudicar a empresas y usuarios europeos. Además, esta normativa incorpora mecanismos de supervisión continua y revisión periódica de las políticas corporativas de las principales plataformas digitales.
Finalmente, la vicepresidenta Teresa Ribera reiteró que la investigación se propone velar por que los editores de noticias puedan operar en condiciones justas y no pierdan recursos financieros imprescindibles. Según su comunicado oficial reproducido por la Comisión Europea, el interés de la investigación incluye tanto la dimensión económica como la defensa del pluralismo mediático, en un entorno donde las relaciones entre gigantes tecnológicos y medios de comunicación atraviesan un periodo de especial tensión.


