Camboya denuncia un muerto y tres heridos por disparos del Ejército de Tailandia

El jefe de gobierno camboyano exige a Tailandia detener ataques contra ciudadanos en Prey Chan, reclama una pesquisa internacional independiente y subraya la urgencia de proteger la seguridad civil ante la escalada de violencia en la frontera

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La solicitud del primer ministro Hun Manet para que se lleve a cabo una investigación internacional independiente busca esclarecer los hechos ocurridos en Prey Chan, donde disparos de militares tailandeses provocaron la muerte de una persona y lesiones a tres más, todos de nacionalidad camboyana. Según informó Europa Press, Hun Manet sostuvo que este episodio requiere la intervención de entidades internacionales capaces de descubrir la verdad, identificar a los responsables y garantizar una reparación para las víctimas, subrayando la necesidad de que se respete el marco legal internacional.

De acuerdo con el comunicado oficial difundido a través de la red social Facebook, el jefe de gobierno camboyano enfatizó que las acciones del Ejército tailandés contradicen las recientes iniciativas de diálogo destinadas a resolver disputas limítrofes entre ambos países. Según consignó Europa Press, Hun Manet calificó los disparos como un “uso de la violencia” injustificado contra “civiles inocentes”, a la vez que denunció la violación del Derecho Internacional y de los principios humanitarios recogidos en acuerdos bilaterales previos.

El incidente, de acuerdo con lo publicado por Europa Press, tuvo lugar en la localidad de Prey Chan, ubicada en la zona fronteriza, escenario habitual de tensiones entre ambos Estados. Las versiones oficiales de Tailandia afirman que los militares camboyanos iniciaron los disparos hacia el territorio tailandés, mientras que la postura del gobierno camboyano sostiene que la agresión partió del lado tailandés en contra de habitantes civiles. Europa Press indicó que las autoridades camboyanas consideran esencial mantener el “statu quo” en la zona, a fin de evitar una escalada mayor de la violencia fronteriza.

Hun Manet hizo también un llamado a las fuerzas del orden de su país y a las autoridades locales para que refuercen la protección a la población civil, resaltando que la salvaguarda de los habitantes de las zonas en disputa constituye la principal prioridad del gobierno. Según reiteró en su declaración, Camboya mantiene su compromiso de abordar los asuntos fronterizos por la vía pacífica, basándose en el espíritu de la declaración conjunta rubricada el 26 de octubre en Kuala Lumpur, que promueve soluciones negociadas y rechaza el uso de la fuerza.

Las fricciones aumentaron después de que Bangkok exigió a Camboya que ofreciera disculpas tras la colocación de minas antipersona que, según la versión tailandesa, causaron heridas a varios de sus militares en la provincia de Si Sa Ket. Europa Press reportó que este incidente llevó a las autoridades tailandesas a proceder con la suspensión del acuerdo de cooperación entre ambos países respecto al control fronterizo, situación que contribuye a elevar la tensión en la región limítrofe.

El intercambio de acusaciones entre los dos gobiernos ha puesto en entredicho las perspectivas de normalización, mientras distintos actores reclaman acciones concretas para evitar nuevos enfrentamientos. Conforme detalló el medio Europa Press, el primer ministro camboyano solicitó a las instancias internacionales con capacidad de arbitraje que tomen parte en la investigación, instrucción que busca garantizar transparencia en la determinación de responsabilidades y en la adopción de medidas de reparación.

Desde ambos gobiernos se manifiestan discrepancias sobre la secuencia de los hechos y la autoría de la agresión en Prey Chan, lo que complica el avance del diálogo bilateral. Europa Press puntualizó además que, en conjunción con el reclamo por la violencia en la frontera, el gobierno de Camboya aboga por preservar la cooperación y prevé tomar medidas legales en foros internacionales si se mantienen ataques contra su población civil.

Las cuestiones en disputa incluyen no sólo los incidentes violentos y las acusaciones recíprocas, sino también la gestión del territorio, la persecución de grupos armados y la supervisión conjunta de la frontera, hechos que han sido abordados en el marco de acuerdos anteriores y que, según Europa Press, enfrentan nuevos desafíos ante la crisis desatada por los recientes enfrentamientos.

Europa Press advirtió que la demanda camboyana de una pesquisa imparcial y la remisión del caso a autoridades internacionales aspira a neutralizar la desconfianza entre las partes y a reparar el daño causado por los incidentes, requisitos que, de concretarse, podrían convertirse en puntos de partida para renovar el diálogo entre Phnom Penh y Bangkok sobre la base del respeto mutuo y la protección de los civiles en el área de frontera.