La ONU pide una "reforma integral" de los métodos policiales tras la cruenta operación en Río de Janeiro

El alto comisionado Volker Turk advierte sobre la "brutalidad extrema" y el "racismo sistémico" en la intervención que dejó más de 130 fallecidos, insta a Brasil a alinear sus protocolos de seguridad con normas internacionales y evitar nuevas tragedias

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El fenómeno del racismo estructural está presente en las cifras de violencia policial en Brasil, donde la gran mayoría de las víctimas mortales, según datos de Naciones Unidas, corresponde a personas negras que residen en zonas económicamente deprimidas. Más de 5.000 personas negras fallecen cada año como consecuencia de la violencia policial en el país, principalmente jóvenes de comunidades empobrecidas. En este contexto, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, instó a las autoridades brasileñas a efectuar una revisión completa y efectiva de los protocolos de intervención policial tras los incidentes ocurridos en la zona norte de Río de Janeiro, según informó el medio de comunicación.

La oficina de la ONU para los Derechos Humanos solicitó una "reforma integral y eficaz" en las prácticas policiales posterior a la operación del martes en Río de Janeiro, que dejó un saldo superior a 130 muertes tras el despliegue contra la organización conocida como Comando Vermelho en dos barrios favelados de la ciudad, reportó la fuente referida. Volker Turk indicó, en un comunicado, que se reconoce la complejidad que implica enfrentar estructuras delictivas de este tipo, pero resaltó su preocupación ante la cantidad de fallecidos, una cifra que afecta de manera desproporcionada a la población negra.

A juicio de Turk, la alta letalidad asociada a las labores policiales en Brasil ha sido tolerada durante largos años y requiere detener ese esquema de violencia para que las operaciones de seguridad pública respeten las normas internacionales sobre el uso de la fuerza, según consignó la oficina de la ONU. La reforma que propone el Alto Comisionado debe estar fundamentada en el respeto integral a los derechos humanos.

El funcionario de Naciones Unidas especificó que cualquier intervención donde se contemple un uso potencialmente letal de la fuerza debe alinearse con los criterios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y la prohibición de discriminación, detalló el medio. Además, Turk remarcó que la utilización de la fuerza mortal debe restringirse únicamente a aquellas situaciones donde resulte imprescindible para proteger vidas o evitar daños de gravedad.

El pronunciamiento también hace énfasis en la urgencia de que las autoridades brasileñas elaboren medidas para enfrentar el racismo sistémico que padecen las personas negras en el país, según publicó la ONU. Esta problemática está reflejada no solo en la frecuencia de víctimas negras en las intervenciones policiales, sino en el carácter sistemático y generalizado con el que ocurren estos hechos anualmente.

De acuerdo con Naciones Unidas, las muertes por acciones policiales constituyen una constante en Brasil y se dan de manera recurrente principalmente en grupos jóvenes y marginados de su población. El organismo subrayó que tales vulneraciones a los derechos humanos requieren una respuesta inmediata para impedir la repetición de incidentes similares y ratificó la importancia de que quienes resulten responsables enfrenten sanciones legales.

El llamado de Turk forma parte de los esfuerzos de la ONU para que Brasil adapte su actuación policial a los patrones internacionales reconocidos sobre el uso de la fuerza y para que las futuras operaciones se ejecuten en estricta coherencia con los principios legales y de respeto a la dignidad humana, tal como insistió el alto comisionado en su comunicado.