
Theo Francken, ministro de Defensa de Bélgica, subrayó recientemente su respaldo a la intervención directa para neutralizar vehículos aéreos no tripulados que sobrevuelen instalaciones militares, destacando la gravedad de un suceso reciente en el cuartel de Marche-en-Famenne. De acuerdo con lo consignado por Europa Press, múltiples drones permanecieron sobre áreas estratégicas de esta base al sur del país durante un periodo prolongado, lo que activó un despliegue de medidas de seguridad y una investigación oficial para analizar las implicaciones del incidente.
Según explicó el titular de Defensa belga, los aparatos no eran operados por amateurs, sino que las maniobras revelaron un manejo propio de pilotos experimentados. Francken recalcó a través de sus redes sociales la naturaleza "alarmante" del evento y puntualizó que el uso de drones en entornos militares está rigurosamente prohibido por la normativa vigente. Las autoridades llevaron a cabo los protocolos de actuación estipulados y ya trabajan en colaboración con la policía y la dirección general de Medio Ambiente para profundizar en la investigación del suceso, informó el medio.
Europapress detalló que el incidente tuvo lugar el sábado e involucró a varios drones que lograron acceder al espacio aéreo de zonas consideradas de máxima sensibilidad dentro de las instalaciones de Marche-en-Famenne. Frente a este panorama, Francken defendió el derecho a derribar sistemas no tripulados que violen la seguridad militar, al entender que representan una amenaza tanto para las operaciones como para el personal destacado en las bases.
El episodio en Marche-en-Famenne se produce poco después de la aparición de otros incidentes vinculados a drones sobre dependencias militares belgas. Según publicó Europa Press, semanas antes la base de Elsenborn, situada en el sureste del país, fue objeto de un sobrevuelo simultáneo de quince drones, lo que generó preocupación entre las autoridades sobre la creciente sofisticación y frecuencia de este tipo de incursiones no autorizadas.
El medio indicó que este fenómeno no se limita al territorio belga. Situaciones similares han sido reportadas también en miembros europeos de la OTAN como Polonia, Rumanía y Dinamarca, donde la presencia de drones en instalaciones militares ha obligado a las fuerzas de defensa a tomar medidas inmediatas y a la Alianza Atlántica a reforzar su protocolo de respuesta ante posibles amenazas que puedan comprometer la seguridad o la confidencialidad de las operaciones.
A raíz de la acumulación de estos episodios, la Unión Europea está considerando, según agregó Europa Press, la puesta en marcha de una infraestructura defensiva conocida como muro ‘antidrones’ con el objetivo de resguardar el espacio aéreo europeo y repeler incursiones que puedan tener fines de espionaje, sabotaje o intimidación. Esta estrategia busca fortalecer la protección de instalaciones militares y civiles frente al despliegue creciente de tecnología no tripulada.
El ministro Francken reiteró que el sobrevuelo de drones en bases y zonas militares constituye una infracción grave y que la respuesta oficial implica no solo investigación, sino también un marco de actuación que contemple la eliminación de estos dispositivos en caso de detectar riesgos inmediatos. La colaboración entre autoridades de seguridad, organismos de regulación ambiental y expertos en aviación no tripulada se plantea como clave para prevenir nuevos incidentes y establecer sanciones disuasorias adecuadas ante la transgresión de regulaciones en el uso del espacio aéreo.


