
El futuro primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha denunciado que el aumento de los aranceles al acero y aluminio canadienses anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, representa un "ataque" tanto a los trabajadores y empresas, como a las familias canadienses.
"Los últimos aranceles del presidente Trump son un ataque a los trabajadores, las familias y las empresas canadienses. Mi gobierno garantizará que nuestra respuesta tenga el máximo impacto en Estados Unidos y el mínimo impacto aquí en Canadá, al tiempo que apoyamos a los trabajadores afectados", ha dicho.
El que será el sucesor de Justin Trudeau al frente del Ejecutivo canadiense ha publicado un mensaje en su perfil oficial en redes sociales en el que ha aseverado que su Gobierno mantendrá los aranceles hasta que desde Estados Unidos "muestren respeto" y se comprometan a un comercio "libre y justo".
El presidente Trump había anunciado previamente un aumento de hasta el 50 por ciento a las importaciones de acero y aluminio canadienses como respuesta al aumento del precio de la electricidad decretada por el gobierno de la provincia canadiense de Ontario. Además, el magnate ha amenazado con elevar también las tasas sobre los automóviles, lo que podría llegar a "cerrar permanentemente el negocio de la fabricación de automóviles en Canadá".