El ministro francés de Exteriores trató con el presidente congoleño el conflicto en la RDC

Ministro Jean-Noël Barrot se reunió en Kinsasa con Félix Tshisekedi para abordar la crisis en el este de la RDC tras la toma de Goma por el M23 y la tensión con Ruanda

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Kinsasa, 30 ene (EFE).- El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, se reunió este jueves en Kinsasa con el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, para tratar el conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC), después de que este lunes el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) tomara la estratégica ciudad de Goma.

Barrot, que llegó esta mañana y pasó unas horas en la ciudad, fue recibido por Tshisekedi y mantuvo con él una reunión que "duró más de una hora", informó la Presidencia congoleña en su cuenta de la red social X.

El presidente explicó "la situación actual del país, marcada por el saqueo de los recursos naturales, masacres y otras violaciones masivas de los derechos humanos" en el este de la RDC.

El jefe de Estado reiteró "su pesar por los lamentables incidentes ocurridos en la Embajada de Francia durante la manifestación pacífica organizada el 28 de enero en Kinshasa".

"Miembro del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, Francia ha prestado un apoyo importante a la RDC durante las dos últimas reuniones urgentes de este órgano de las Naciones Unidas dedicadas a la degradante situación humanitaria y de seguridad en Kivu del Norte tras la invasión de Goma por tropas ruandesas. La RDC espera un poco más de acción ante esta crisis", añadió la Presidencia.

El jefe de la diplomacia francesa puso rumbo después a Kigali, donde se espera que se reúna con el presidente de Ruanda, Paul Kagame.

La visita se produce en un contexto de escalada del conflicto en el este de la RDC por el avance de los rebeldes del M23 en las provincias congoleñas Kivu del Norte y Kivu del Sur, lo que ha aumentado las tensiones con Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa al ruandés de apoyar al M23, un extremo confirmado por la ONU.

Este martes, centenares de manifestantes en Kinsasa irrumpieron en las embajadas de Ruanda y Uganda y de países occidentales como Francia, EE.UU. y Bélgica, países a los que acusaron de guardar silencio y permanecer pasivos frente a la escalada del conflicto.

Tras el ataque, Francia protestó y pidió a las autoridades de la RDC que protegieran las legaciones diplomáticas como es "su responsabilidad conforme a sus obligaciones del derecho internacional".

Previamente a la llegada de los rebeldes a Goma, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a Tshisekedi y a Kagame a "retomar el diálogo lo más rápido posible" y "pidió el fin inmediato de la ofensiva del M23 y de las fuerzas ruandesas", así como su retirada del territorio congoleño.

Si bien la RDC acusa a Ruanda de apoyar al M23, las autoridades ruandesas y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido confirmada por la ONU.

La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de Kivu del Norte de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE