Redacción deportes, 29 ene (EFE).- La selección portuguesa de balonmano continuó haciendo historia y peleará por primera vez por las medallas en una gran competición internacional, tras imponerse este miércoles por 31-30 a Alemania en los cuartos de final del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega.
Un gol de Martim Costa a falta de cuatro segundos para la conclusión de la prórroga dio el triunfo a Portugal, un lanzamiento final ante el que nada pudo hacer el guardameta germano Andreas Wolff, que se encargó de mantener con vida en todo momento a Alemania con las veintiún paradas que firmó en el encuentro.
Una estratosférica cifra que permitió al conjunto teutón, vigente subcampeón olímpico, sobrevivir al eléctrico juego del equipo portugués, que de la mano de los hermanos Kiko y Martin Costa se marchó con una ventaja de cuatro goles (13-9) en el marcador.
Diferencia que Alemania logró enjugar gracias a la sobresaliente actuación del central Juri Knorr, que, pese a los problemas físicos que ha sufrido durante todo el campeonato, lideró el ataque germano con sus siete goles.
Uno menos de los que firmó el joven Kiko Costa, que con sus ocho dianas, permitió a Portugal sobrevivir a la expulsión del pivote Luis Frade, una pieza fundamental en los esquemas del conjunto luso.
Sensacional duelo que tuvo que resolverse en un prórroga que se decantó finalmente del lado portugués con un gol de Martim Costa (31-30) que citará a los de Paulo Pereira el próximo viernes con Dinamarca, campeona de los últimos tres Mundiales y del oro olímpico en París 2024, en las semifinales. EFE
