La misión de paz de la ONU apoya al Ejército congoleño para frenar el avance del M23

La ONU intensifica su apoyo militar al ejército de la República Democrática del Congo frente al avance del M23, mientras el conflicto genera alarmas internacionales por el aumento de hostilidades y desplazamientos humanos

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Kinsasa, 24 ene (EFE).- La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco) informó este viernes de que sigue prestando apoyo a las Fuerzas Armadas congoleñas para frenar el avance del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este del país.

En las últimas 48 horas, la artillería pesada de la Monusco atacó posiciones del M23 en la urbe de Sake, a unos 20 kilómetros de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, señaló la misión en comunicado.

Los cascos azules reposicionaron sus fuerzas para reforzar su despliegue en Goma y alrededores.

La misión también ha llevado a cabo patrullas conjuntas diurnas y nocturnas con las Fuerzas Armadas (FARDC) y ha apoyado el despliegue de artillería pesada y helicópteros de ataque de las tropas congoleñas para destruir equipos del M23.

"Esta iniciativa tiene por objeto asegurar zonas vitales y proteger a los civiles del avance del M23", subrayó, al confirmar que las Fuerzas de Reacción Rápida de la Monusco también "han participado activamente en intensos combates".

Durante los enfrentamientos en Sake, "cinco cascos azules resultaron heridos este viernes, mientras que cuatro sufrieron heridas leves ayer, jueves"; y todos "están recibiendo actualmente tratamiento médico".

Los cuatro heridos del jueves son soldados guatemaltecos, precisó anteriormente a EFE una portavoz de la Monusco, que también respalda a la Misión de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo en la República Democrática del Congo (SAMIDRC).

La misión de la ONU exhortó a los dos bandos a que "reanuden rápidamente un diálogo franco para encontrar una solución sostenible y definitiva al conflicto que ha provocado desplazamientos masivos, necesidades humanitarias y sufrimiento humano".

Este jueves, el secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró "alarmado" por la intensificación de las hostilidades y condenó la ofensiva del M23.

Los rebeldes anunciaron este viernes que avanzan hacia Goma e instaron a la Monusco a "abstenerse de intervenir" en el conflicto.

El M23 se aproxima a Goma tras una semana de intensos enfrentamientos contra las FARDC y sus milicias aliadas, llamadas ‘wazalendo’ (‘patriotas’ en suajili), en la que han conseguido avanzar posiciones.

Los combates se han recrudecido en las últimas semanas después de suspenderse la cumbre de paz prevista el pasado 15 de diciembre en Angola y en la que debían participar los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente.

Aunque las autoridades ruandesas niegan la presunta colaboración de Kigali con el M23, este extremo ha sido confirmado por las Naciones Unidas y Kagame ha mostrado su apoyo público a los rebeldes.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con el grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.

La actividad armada del M23 se reactivó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra la FARDC en Kivu del Norte, y en marzo de 2022 el grupo empezó una ofensiva con la captura y pérdida recurrentes de localidades.

Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse cerca de Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco. EFE