Presidente surcoreano estará presente mañana en la vista de su juicio en el Constitucional

Yoon Suk-yeol, presidente de Corea del Sur, comparecerá ante el Tribunal Constitucional en medio de una crisis política tras su declaración de ley marcial y su arresto reciente

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Seúl, 20 ene (EFE).- El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, acudirá mañana a la tercera vista de su juicio político ante el Tribunal Constitucional, anunciaron hoy lunes sus abogados.

Será la primera vez que Yoon haga acto de presencia ante el máximo tribunal surcoreano, encargado de decidir de aquí a junio si ratifica o no su destitución por parte del Parlamento, que votó a favor de cesarlo por haber declarado la ley marcial en diciembre.

El presidente se ausentó de las dos vistas preparatorias, así como de las dos primeras vistas ordinarias celebradas en el Constitucional los pasados 14 y 18 de enero.

Yoon, que fue arrestado el pasado 15 de enero, tiene intención de asistir al máximo número de vistas posible, indicaron sus letrados en un mensaje remitido a los medios.

El mandatario defiende que su declaración del estado de excepción fue un "acto de gobernanza" que buscaba dar "un aviso" a la oposición, a la que acusa de actividades "antiestatales" en el Parlamento, y se ha negado a su vez a responder a las preguntas de la agencia anticorrupción, que lo investiga por un posible delito de insurrección.

En caso de que se le considere culpable de insurrección, el único al que no es inmune un presidente en Corea del Sur, Yoon se enfrenta a una posible cadena perpetua o incluso a la pena de muerte (para la cual existe una moratoria en el país asiático desde 1997).

Mientras, el Constitucional tiene hasta mediados de junio para determinar el futuro de Yoon, y en caso de ratificar su destitución se deberán convocar elecciones anticipadas en los 60 días posteriores al fallo.

La controvertida declaración de la ley marcial ha sumido a Corea del Sur en su peor crisis institucional en décadas y parece haber agudizado la polarización social en el país asiático.

Mientras que una parte de los surcoreanos piden que el presidente sea destituido y encarcelado, otra, aparentemente cada vez más numerosa, defiende su actuación y tacha de ilegal su detención.

El fin de semana, unos 44.000 de sus simpatizantes protestaron por su arresto y varias decenas de ellos asaltaron el domingo al tribunal de Seúl que prolongó ese mismo día su detención.

Los alborotadores se enfrentaron a la policía, escalaron los muros exteriores y emplearon sillas y otros objetos para destruir las ventanas y acceder al interior de los juzgados donde provocaron más destrozos, dejando imágenes que recuerdan al asalto al Capitolio de Washington del 6 de enero de 2021. EFE