El único párroco de Gaza dice que el silencio y las frutas han regresado a la Franja

Los habitantes de Gaza experimentan una tregua que trae silencio y la llegada de alimentos, mientras el párroco Gabriel Romanelli aboga por un camino hacia la paz y la reconstrucción en la región

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Ciudad del Vaticano, 20 ene (EFE).- El párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica de Gaza, ha expresado la alegría de la población por el alto el fuego, que califica de un "inicio de un camino de paz" y que ha permitido que, sin disparos ni bombardeos, el silencio y las frutas y las verduras hayan regresado a la Franja.

"La gente está contenta aunque sabe que la tregua todavía no es la paz. Esperamos que sea el inicio de un camino de paz y de una nueva etapa en Tierra Santa y de reconciliación y justicia entre palestinos e israelíes", dijo el sacerdote argentino Gabriel Romanelli en declaraciones a medios vaticanos.

El misionero explicó que lo primero que notaron los habitantes con la tregua fue "un silencio ensordecedor que da que pensar. No se oían disparos, ni armas, y tampoco había drones", al tiempo que también han llegado a las casas por primera vez en mucho tiempo frutas y verduras gracias a las donaciones del Patriarcado Latino de Jerusalén.

Romanelli explicó que el alto el fuego es "un soplo de esperanza" en una Gaza "totalmente destruida" y ahora "la gente empieza a pensar cómo reconstruir sus casas, cómo reanudar sus vidas, pero sigue habiendo incertidumbre".

Los gazatíes están "contentos, aunque saben que la tregua todavía no es la paz" pero "esperamos que sea el inicio de un camino de paz y de una nueva etapa en Tierra Santa y de reconciliación y justicia entre palestinos e israelíes”, añadió.

El papa "nos dijo: 'Estoy feliz de que llegue la paz a Gaza'", relata el misionero argentino sobre su última conversación del con Francisco, al recordar que les llama todas las tardes a las 20.00 horas (19.00 GMT) para saber cómo están.

Y sobre lo que más han notado los habitantes de la Franja en las primeras horas de tregua, Romanelli destacó: "Los precios siguen por las nubes, pero ayer, como todos los domingos, quisimos tener un almuerzo especial. La fruta y la verdura llegaron gracias a las donaciones del Patriarcado Latino de Jerusalén".

Aunque lamentó que "hay muchas cargamentos de ayuda en la frontera y algunos alimentos ya se han echado a perder. Así que algunos jóvenes se están organizando para distribuirla entre las familias de la parroquia y de los barrios más pobres de la ciudad de Gaza".

"La tregua no es la paz, sino el primer paso hacia ella", añadió el párroco, antes de agregar: "Esperemos que ahora cesen realmente las armas". EFE