Continúan las reacciones del entorno de Anabel Pantoja al delicado estado de salud de su hija Alma, que a sus 50 días de vida se encuentra ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria desde hace una semana. Aunque la discreción respecto a su estado es total respetando así los deseos de la influencer y su pareja, David Rodríguez, de que no trascienda nada relacionado con la salud de su pequeña, la preocupación es máxima; y como ha asegurado la revista '¡Hola!' la sobrina de Isabel Pantoja está "destruida" aunque intenta no flaquear porque en estos terribles momentos tiene que estar fuerte por su niña.
Mientras Isabel Pantoja, su hermano Agustín, y sus hijos Kiko Rivera e Isa Pantoja no dudaban en aparcar todos sus compromisos y volar a Las Palmas para arropar a Anabel en cuanto se enteraron de la hospitalización de su bebé -aunque el Dj y la peruana regresaban poco después a sus domicilios para cumplir con sus obligaciones, con la mente puesta en volver a la isla en cuanto sea posible- la viuda de Bernardo Pantoja, Junko, continúa con su vida en Sevilla.
Y este jueves ha reaparecido ante las cámaras y ha llamado la atención su indiferencia a las preguntas sobre el complicado y doloroso trance al que se enfrenta la hija de su marido, fallecido en noviembre de 2022. Lejos de mandarle un mensaje de ánimo o hacer algún gesto como reacción al ingreso de la pequeña Alma, la japonesa -de incógnito con una bufanda ocultando completamente su rostro- se ha mostrado impasible y ha guardado un silencio sepulcral con el que ha evidenciado su nula relación con Anabel.
