París, 29 dic (EFE).- El nuevo ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, quiere que los capos del narcotráfico que están en prisión tengan el mismo régimen penitenciario que los terroristas, en particular con un aislamiento que les impida continuar con su actividad delictiva entre rejas.
En una entrevista publicada este domingo por Le Parisien, Darmanin explica que ha pedido a su administración que le haga una lista de "los 100 mayores narcotraficantes encarcelados, susceptibles de tener contactos con el exterior para continuar sus actividades criminales".
Una vez identificados, el objetivo es aislarlos "como se hace con los terroristas" para que "ninguno de ellos pueda encargar atentados yihadistas".
El ministro considera que uno de los tres grandes retos que tiene desde su nuevo cargo es hacer frente a la criminalidad organizada y a las bandas de narcotraficantes porque considera que Francia está "en un momento de inflexión en el que podemos vernos superados por esta plaga tan inquietante".
En las prisiones, que son competencia suya, 17.000 de los 60.000 internos se encuentran entre rejas por delitos vinculados al tráfico de droga. Ante la constatación de que muchos siguen con su actividad entre rejas, su solución es "limpiar las cárceles francesas".
Eso pasa por "operaciones de aprehensión masiva de teléfonos móviles" y por la referida identificación de los jefes de las bandas.
También plantea la posibilidad de crear una fiscalía especializada en ese tipo de delitos, a imagen de las que ya existen para luchar contra el terrorismo y contra las infracciones fiscales y financieras.
Darmanin, que hasta hace tres meses había sido ministro del Interior y que en el pasado fue también el titular de Hacienda, ya ha dado dos grandes entrevistas a los medios desde que fue nombrado al frente del departamento de Justicia el pasado día 23.
En la de este domingo, también lanza otras ideas que quiere desarrollar al frente de la Justicia, como el encarcelamiento de personas que hayan sido condenadas a penas cortas e incluso muy cortas, de unos pocos meses, semanas o incluso días en centros penitenciarios diferenciados que serían de "unas decenas de plazas" y cuya construcción sería más fácil y más barata que la de las cárceles convencionales.
Todas sus propuestas se enfrentan, en primer lugar, a la incertidumbre sobre la duración que puede tener el Gobierno del nuevo primer ministro, el centrista François Bayrou, que como el anterior, el conservador Michel Barnier, carece de una mayoría en la Asamblea Nacional. EFE