Sanz: "Me enorgullece que las que vienen detrás lo tengan más fácil de lo que yo lo tuve"

La piloto Laia Sanz reflexiona sobre su trayectoria en el Dakar, destaca el avance de las mujeres en el automovilismo y mira hacia el futuro con la firme intención de continuar su carrera

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Barcelona, 18 dic (EFE).- La piloto Laia Sanz, que a partir del 3 de enero competirá por decimoquinta vez en el Rally Dakar, la cuarta consecutiva en coches, ha asegurado en una entrevista con EFE que se siente "orgullosa" del camino recorrido para "normalizar" la presencia de mujeres en los equipos, pero ha matizado que "queda mucho por hacer".

"En mis primeros años éramos un bicho raro y ahora me siento orgullosa de saber que las que vienen detrás lo tienen más fácil de lo que yo lo tuve. Me alegro más que incluso de los títulos que he conseguido", ha reivindicado la catorce veces campeona del mundo de trial y seis veces campeona del mundo de enduro.

Antes de poner rumbo a Arabia Saudí, Sanz ha recordado que en sus primeros años eran "cuatro pilotos y no había mujeres en el vivac". "Ahora no sólo hay muchísimos pilotos y copilotos en todas las categorías, los equipos están llenos de mecánicas, ingenieros y jefes de equipo. Cada vez agarra con más fuerza y, pese a que queda mucho por hacer, estamos en el buen camino", ha remarcado.

En 2011, Sanz cumplió un hito que creía imposible, participar en el Dakar, el rally más exigente del mundo. "Era una carrera soñada, algo inalcanzable hasta que tuve la opción de ir a mi primero", recuerda la piloto, quien consiguió cruzar aquella meta que tantas veces había imaginado junto a su hermano.

"Me emocioné en la salida por la cantidad de gente que había y me emocioné los diez últimos kilómetros hasta llegar a meta. Me acuerdo que lloraba y no veía el 'roadbook'. Era un sueño cumplido", rememora.

Tras once años consecutivos siendo la mujer más rápida del Dakar en motos (2011-2021), Sanz decidió en 2022 poner punto y aparte a esa etapa para "probar cosas nuevas, llevar a cabo retos difíciles", embarcándose en una nueva modalidad, los coches, que veía como una "buena manera de seguir" con su carrera.

Y la apuesta funciona, ya que en 2024 terminó en la 15ª posición absoluta, tercera de 4x2 y fue la primera mujer de la clasificación.

Inmersa en una temporada "extraña", puesto que, pese a encontrarse "bien" físicamente, no ha tenido la oportunidad de hacer kilómetros con el Century CR-6T, su coche, Sanz afirma sentirse con "muchas ganas de coger el avión", ya que tras catorce ediciones a sus espaldas siente más "la presión" que ella misma se pone "por mejorar" que los nervios por ver qué obstáculos deberá superar.

Con 39 años recién cumplidos, Sanz es considerada una pionera y una referente en el mundo del motor, pero no olvida sus orígenes. A los siete años participó en su primer campeonato júnior en su pueblo natal, Corbera de Llobregat (Barcelona), y recuerda con cariño cómo aprendió a conducir de pequeña con un tractor en la finca de sus abuelos.

También reserva una mención especial para sus padres, a los que estará "eternamente agradecida por los valores" que le inculcaron y por el apoyo que le brindaron en los primeros años para abrirse paso en un sector tradicionalmente monopolizado por los hombres. Una realidad que, poco a poco, está cambiando.

"Me siento orgullosa de ver que cada vez hay más chicas. En parte me siento responsable y es algo que me hace ilusión. El Dakar es un ejemplo. Ahora cuando ves a tantas mujeres en los equipos, me alegra mucho que sea algo más normalizado. Vamos por el buen camino", reflexiona.  

Al ser preguntada por su futuro, la piloto responde que se ve con fuerzas para seguir participando más años en el Dakar. "Tiene eso que engancha, que no puedo soltar", admite. Sin embargo, reconoce con naturalidad que algún día dejará de competir y, cuando ese día llegue, quiere seguir vinculada al mundo del motor. "Es lo que conozco bien y es donde puedo aportar más", concluye. EFE

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