Harare, 12 dic (EFE).- El Parlamento de Zimbabue ha aprobado un proyecto de ley de abolición de la pena de muerte, allanando el camino para que el presidente del país, Emmerson Mnangagwa, lo firme y lo convierta en ley, informó este jueves a EFE el ministro de Justicia, Asuntos Jurídicos y Parlamentarios, Ziyambi Ziyambi.
"El Senado (Cámara alta) aprobó ayer el proyecto de ley de abolición de la pena de muerte y lo hemos enviado a la oficina del presidente. Estamos esperando la firma del presidente para convertirlo en ley", dijo Ziyambi, después de que la Asamblea Nacional (Cámara baja) aprobara la iniciativa el pasado noviembre.
El proyecto de ley ha sido objeto de análisis desde principios de año y se han celebrado audiencias públicas y debates en las diez provincias del país, encabezados por el Comité Parlamentario de Justicia y Asuntos Parlamentarios Jurídicos.
A principios de año un diputado de la oposición, Edwin Mushoriwa, presentó el proyecto de ley para abolir la pena de muerte en Zimbabue, que también recibió el respaldo del Gobierno antes de que fuera aprobado por el Parlamento.
Según el texto legislativo, la cadena perpetua se convertiría en la pena máxima por asesinato agravado.
Las ejecuciones están suspendidas en Zimbabue desde 2005, tras la ejecución por ahorcamiento de los criminales Stephen Chidhumo y Edgar Masendeke, pero la ley sigue vigente.
Desde 1980 hasta la fecha 79 personas han sido ahorcadas, pero desde 2005 no se ha ejecutado a nadie en el país africano.
Los presos condenados a muerte pueden apelar ante el Tribunal Supremo contra sus nuevas sentencias y pueden solicitar clemencia al presidente del país en virtud del artículo 112 de la Constitución.
La pena de muerte se incluyó en el código penal de Zimbabue cuando el país era la Federación de Rodesia durante el período colonial británico, pero se mantuvo después de la independencia, lograda en 1980.
De hecho, las autoridades coloniales llegaron a condenar a muerte al presidente actual, Emmerson Mnangagwa, por su lucha anti-imperialista.
El código penal propone la pena capital para delitos de traición; cuando un acto insurgente, de bandidaje, sabotaje o terrorismo tenga como resultado la muerte de una persona; y para asesinato, tentativa de asesinato o incitación y conspiración de un asesinato. EFE