Kinsasa, 11 dic (EFE).- Amnistía Internacional (AI) pide juzgar al Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) por posibles crímenes de lesa humanidad cometidos el 30 de agosto de 2023 al reprimir una manifestación contra la misión de paz de la ONU en la que murieron al menos 56 personas.
Según el informe 'Operación Keba' publicado este miércoles, las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) "se lanzaron a una matanza, abriendo fuego contra manifestantes", por lo que AI pidió investigar a tres altos mandos.
Se trata del teniente general Constant Ndima Kongba, exgobernador militar de la provincia de Kivu del Norte (noreste), cuya capital es Goma, lugar de la manifestación; el coronel Mike Kalamba Mikombe, excomandante de la Brigada de Armas Combinadas (BIA) de la Guardia Republicana de Kivu del Norte, y el mayor Peter Kabwe Ngandu, excomandante del Batallón de Fuerzas Especiales de la Guardia Republicana en Goma.
Tras una investigación de más de un año, AI concluyó que deben "ser investigados individualmente -y, con pruebas suficientes, procesados- por posibles crímenes de lesa humanidad".
"Esta masacre (...) fue el resultado de una serie de acciones deliberadas y planificadas de las autoridades congoleñas, después de que la Monusco les pidiera explícitamente que prohibieran la protesta", sostuvo el director regional de AI para África Oriental y Austral, Tigere Chagutah.
La marcha había sido organizada por la secta Fe Natural Judaica y Mesiánica Hacia las Naciones (FNJMN), conocida coloquialmente como Wazalendo ('patriotas', en suajili).
Según la reconstrucción de los hechos de AI, el 19 de agosto de 2023 se notificó formalmente al alcalde de Goma de la manifestación para "exigir la salida de la Monusco y otras fuerzas extranjeras".
El 21 de agosto, la Monusco pidió al entonces gobernador militar prohibir la protesta "dada su naturaleza odiosa y violenta", de la que AI no encontró indicios.
Kongba ordenó "tomar todas las medidas" para proteger las instalaciones de la misión de la ONU y la ciudad.
"Los mandos de la Policía y el Ejército en Kivu del Norte elaboraron planes operativos, obtenidos por Amnistía, con instrucciones específicas para que la BIA del coronel Mikombe 'destruyera elementos enemigos aislados'", relató la organización pro derechos humanos.
Según el informe, la violencia comenzó en torno a las tres de la mañana con el asalto a una emisora de radio de la FNJMN por parte de una unidad "al parecer dirigida por (...) Ngandu".
Los disparos de la Policía y las FARDC se sucedieron contra grupos de seguidores de Wazalendo durante la mañana.
Una de las víctimas fue uno de los hijos de Efraimu Bisimwa, líder de la secta. Tras su muerte, un grupo de seguidores apedreó al policía que le había disparado.
La cifra oficial de muertos es 56, pero, según AI, un informe confidencial de la ONU al que tuvo acceso hablaba de 102, "con 90 hombres, ocho mujeres y cuatro niños, y 80 más heridos".
Pese a que se celebraron dos juicios militares en 2023 en Goma, "en ninguno de ellos se depuraron responsabilidades ni se hizo justicia".
"El tribunal determinó que el coronel Mikombe ordenó a las tropas de la Guardia Republicana disparar y lo condenó (...). El coronel Mikombe fue expulsado de las FARDC, multado y condenado a muerte. AI se opone a la pena de muerte en todos los casos", explicó la organización.
Por su parte, Kongba, que sigue siendo general, y Ngandu, que ocupa un cargo más alto, no han comparecido ante la justicia.
"No es la primera vez que el Ejército congoleño ataca y comete crímenes atroces contra la población civil a la que se supone que debe proteger", declaró Chagutah, que instó a las autoridades a "reabrir las investigaciones sobre esta masacre".
También exigió al Departamento de Operaciones de Paz de la ONU que inicie "rápidamente una investigación independiente sobre el papel de la Monusco".
En respuesta a las conclusiones preliminares de AI, la Monusco dijo que la protesta prevista "planteaba riesgos significativos" y que su petición a las autoridades congoleñas incluía "un llamamiento para evitar la pérdida de vidas humanas y hacía hincapié en el respeto de los derechos humanos". EFE