Brasilia, 7 dic (EFE).- Brasil pidió este sábado proteger a la población y las infraestructuras civiles en Siria y reafirmó su apoyo a una "solución política y negociada al conflicto", en un momento en el que grupos insurgentes contra el Gobierno de Bachar al Asad, liderados por islamistas, avanzan hacia Damasco.
El Gobierno brasileño manifestó su "preocupación" por "la escalada de las hostilidades" en Siria y exhortó "a todas las partes involucradas a ejercer la máxima contención", según señaló en una nota divulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Brasil reitera la necesidad de que se respete plenamente el derecho internacional, incluido el humanitario, así como la unidad territorial siria y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU", señaló el comunicado.
En este marco, la Administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva apoyó "los esfuerzos para una solución política y negociada al conflicto en Siria", siempre que "respeten la soberanía y la integridad territorial del país".
A finales de noviembre, una coalición insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante (heredera de la antigua filial siria de Al Qaeda) inició una ofensiva contra el Gobierno de Al Asad y, en poco más de una semana, ha pasado a controlar las ciudades de Alepo y Hama, ambas capitales de provincia.
También hay rebeldes, entre los que figuran miembros apoyados por Turquía, a las puertas de la ciudad de Homs, en el centro de Siria.
El Ejército se ha replegado en el sur y ha posicionado sus unidades para formar un "cordón de seguridad", después de que facciones locales tomaran el control de las provincias de Deraa y Al Sueida.
La Presidencia siria confirmó este sábado que el mandatario Bachar al Asad "continúa con su trabajo y sus tareas nacionales y constitucionales desde Damasco", negando que hubiera abandonado el país. EFE
