Hong Kong, 19 nov (EFE).- Dos destacados activistas prodemocráticos, que fueron condenados a penas de cárcel este martes en Hong Kong por “conspiración para subvertir el poder del Estado”, expresaron en redes sociales su firme compromiso con la lucha por la libertad y la democracia en tiempos de represión.
Gwyneth Ho, activista prodemocrática y miembro del grupo conocido como ‘Hong Kong 47’, fue sentenciada hoy a siete años de prisión por su papel en la organización de unas elecciones primarias no oficiales consideradas subversivas.
La condena se enmarca en el mayor juicio celebrado hasta ahora bajo la polémica ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en 2020, en un contexto de creciente represión contra los defensores de la democracia en la región.
En su primera declaración pública en mucho tiempo, publicada en su página de Facebook, Ho reflexionó sobre la lucha por la libertad y la democracia.
En la publicación mencionó la historia de Maria Kolesnikova, activista bielorrusa encarcelada, quien se ha convertido en un símbolo de resistencia contra el régimen autoritario de Alexander Lukashenko.
En su mensaje, Ho subrayó la importancia de las conexiones humanas y el valor de la expresión política frente a la opresión y destacó que el auténtico sentido de la lucha radica en la fe mutua y en la acción colectiva.
"La verdadera subversión es el deseo de los hongkoneses de ser escuchados y reconocidos", afirmó, criticando así la narrativa oficial que “distorsiona la realidad de la resistencia democrática en Hong Kong”.
“La democracia y la libertad nunca implican paz y tranquilidad: la verdadera democracia supone hacer ruidos fuertes (la gente de Hong Kong debería saberlo mejor que nadie), y la libertad tomar buenas decisiones, pensar en elegir y asumir responsabilidades”, indicó la activista.
A pesar de las adversidades, Ho expresó su firme compromiso de seguir luchando por la democracia, e instó a otros a unirse a la causa para “hacer frente a la corrupción del poder, ofrecer a los dictadores autoritarios un ejemplo menos de democracia fallida para justificar su dominio, y restaurar la fe en los valores democráticos a través de la acción”.
La exreportera del extinto rotativo Stand News, se destacó por su cobertura de primera línea durante las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2019.
Por su parte, Owen Chow, activista hongkonés sentenciado hoy a 7 años y 9 meses de prisión, reflexionó sobre la ilusión tras su condena, subrayando la importancia de convertir una comunidad inundada de dolor en una de esperanza.
Chow cuestionó la validez de la persistencia sin anhelo, pero destacó que centrar las expectativas en los principios y establecer metas pequeñas hace el camino más accesible.
El activista comparó su situación con la de atletas que, a pesar de tener pocas posibilidades de éxito, siguen entrenando y compitiendo, encontrando motivación en su propio progreso.
El militante equiparó su situación con la de los europeos al final de la Segunda Guerra Mundial, quienes, al conocer la contraofensiva aliada, se levantaron con la esperanza de recuperar sus tierras.
Aunque reconoció que su sentencia no es motivo de optimismo, afirmó ver esperanza en el horizonte, sintiendo que, a pesar de la lejanía de la libertad, finalmente se vislumbra un final en la lucha por la democracia en Hong Kong.
Estas declaraciones se produjeron después de que el tribunal de Hong Kong dictara penas de entre cuatro y diez años de prisión contra 45 activistas acusados de “conspiración para subvertir el poder del Estado”, en el mayor juicio celebrado hasta ahora bajo la ley de seguridad nacional.
Benny Tai, organizador de unas elecciones primarias consideradas subversivas, recibió la pena más alta, de diez años.
Otros líderes como Au Nok-hin y Chow fueron condenados a más de seis años, mientras que varias figuras destacadas, como Claudia Mo, recibieron las penas más bajas, de cuatro años y dos meses. EFE
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