Cuando “CODA” (“CODA: Señales del corazón”) ganó el Oscar a mejor película en Los Angeles, astros como Samuel L. Jackson y Nicole Kidman agitaron sus manos en vez de aplaudir haciendo la seña de “aplausos” en reconocimiento a la comunidad sorda. En su casa en un suburbio de Nueva York, Laurie Ann Barish lloró, sobrepasada por lo que dijo era una sensación de aceptación por mucho tiempo esperada.