
Wall Street finaliza una semana con un balance negativo con una caída en un rango de 1% a 3% en sus principales índices, definida por el descenso de este viernes, con un panel tecnológico Nasdaq que cae 2 por ciento.
En los EEUU, la atención se centró en la publicación del Índice de Gasto de Consumo Personal (GCP), que incluye el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal (Fed), el PCE subyacente, un índice de precios del gasto de consumo personal, excluyendo alimentos y energía. La lectura mostró que los precios aumentaron más de lo previsto el mes pasado, con un aumento del 0,4% intermensual y del 2,8% interanual, un obstáculo persistente en el camino de estabilización hacia el objetivo de la Fed.
Otro indicador bajista en la última rueda de la semana fue el de la confianza del consumidor estadounidense, que cayó en marzo a su mínimo en más de dos años. La última lectura de la Universidad de Michigan fue de 57, frente al 64,7 del mes anterior.
El informe se publica tras una sesión bajista para los principales índices bursátiles en la que las acciones de varios fabricantes de automóviles cayeron después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara aranceles del 25% sobre “todos los automóviles que no se fabrican en Estados Unidos” y que entrarán en vigor el 2 de abril.
Una inflación que no cede, la continuidad de altas tasas para combatirla y la previsión de un aumento de precios extra promovido por los aranceles de la administración republicana se combinan en expectativas pesimistas para el crecimiento económico de los EEUU en el corto plazo. Reflejo de ello es un primer trimestre del año con números en rojo: el Dow Jones de Industriales de Wall Street perdió un 2%, el Nasdaq, un 9%, y el promedio S&P 500, un 5 por ciento.
“La coyuntura actual refleja un entorno global de alta incertidumbre económica, marcado principalmente por tensiones comerciales crecientes, políticas arancelarias agresivas lideradas por Estados Unidos, y señales mixtas en la evolución inflacionaria global. La implementación de estos aranceles podría exacerbar las presiones inflacionarias, especialmente en Estados Unidos, llevando potencialmente a un endurecimiento monetario más prolongado por parte de la Reserva Federal y afectando negativamente al crecimiento económico a corto y medio plazo”, explicó Felipe Mendoza, analista de mercados financieros de ATFX Latam.
“Se mantiene la incertidumbre en los mercados financieros con los aranceles de Trump y los temores de inflación a futuro en Estados Unidos, con el dato del PCE (sigla del inglés Personal Consumption Expenditures), por encima de lo esperado, el cual es el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal. Adicionalmente, las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan salieron por encima de lo esperado y se ubican en el 5%, máximo de hace 32 años, todo eso continúa apoyando al oro, el cual sigue actuando como instrumento refugio en época de incertidumbre, llegando a un nuevo máximo histórico en 3.086 dólares. La próxima resistencia para el oro podría estar en USD 3.100 o de retroceder a la baja, USD 3.000 podría actuar como soporte”, precisó Alexander Londoño, analista de Mercados de ActivTrades.
Inflación persistente
En febrero, el PCE, clave para la Fed en sus decisiones sobre las tasas de interés, registró un dato idéntico al de enero, según informó la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA).
El índice de precios PCE se calcula con base en la inflación (o deflación) de una amplia gama de gastos de consumo y refleja los cambios en el comportamiento del consumidor.
Es fundamental para la Fed, que lo observa de cerca a la hora de decidir sobre política monetaria -todavía en un elevado rango de 4,25% a 4,50% anual-, junto con la inflación subyacente, el producto interior bruto (PIB) o el desempleo.
En detalle, los precios de los bienes subieron en los EEUU un 0,4%, dos décimas menos que en el primer mes del año, y los de los servicios subieron un 3,5%, una décima más que en enero, al tiempo que el precio de los alimentos aumentó un 1,5% y los de la energía se cayeron un 1,1% frente al aumento del 1% del mes precedente.
Excluyendo los alimentos y la energía, los elementos más volátiles, el índice subyacente de precios del PCE aumentó un 2,8% en comparación con el mismo mes de 2024, dos décimas más que en enero, más de lo previsto por lo analistas, algo que muestra la dificultad de llegar al objetivo del 2% marcado por la Fed.
“El último informe del PCE presentó resultados mixtos, con cifras generales en línea con las expectativas, mientras que las cifras subyacentes revelan un aumento leve pero notable”, reportó Dan Siluk, gestor de cartera en la firma de activos Janus Henderson.
Dificultades para una baja de tasas de la Fed
El indicador de inflación preferido de la Reserva Federal mostró que los precios en febrero aumentaron más de lo esperado, intensificando nuevamente la batalla contra la inflación del banco central en un momento en que espera que los nuevos aranceles de la administración Trump impulsen los precios al alza.
La nueva lectura hace más probable que los funcionarios mantengan las tasas en los niveles actuales durante más tiempo, mientras los responsables políticos buscan señales de cómo las políticas del presidente Trump afectarán la economía estadounidense en los próximos meses.
“Parece que una Fed que se ‘mantiene expectante’ todavía tiene que esperar más”, comentó Ellen Zentner, estratega económica jefe de Morgan Stanley Wealth Management.
La inflación en el primer tramo de 2025, superior a la esperada, no fue excepcionalmente alta, pero impide acelerar el cronograma previsto por la Fed para recortar las tasas de interés, especialmente dada la incertidumbre en torno a los aranceles.