Las milanesas de zucchini son una opción deliciosa, saludable y versátil que combina la textura crujiente de un buen empanado con la suavidad y el sabor del zucchini. Se trata de una alternativa perfecta para quienes buscan reducir el consumo de carne o simplemente desean incorporar más vegetales a su dieta de una manera apetitosa. Además, esta receta es simple, ideal para una cena ligera o un acompañamiento diferente y sabroso.
Originarias de la cocina vegetariana moderna, las milanesas de zucchini han ganado popularidad en todo el mundo como una opción liviana y nutritiva. Se pueden preparar al horno para reducir la cantidad de grasa o fritas para obtener una textura más crocante.
Además, pueden servirse con ensaladas frescas, arroz, puré de papas o dentro de un sándwich con pan casero. Su versatilidad y rapidez en la preparación las convierten en una excelente opción para cualquier día de la semana.
Receta de milanesas de zucchini
Para hacer estas milanesas, se cortan los zucchinis en rodajas o láminas a lo largo, según la preferencia. Luego, se empanan con harina, huevo batido y pan rallado, lo que les da una textura crujiente y dorada al cocinarlas. Se pueden hornear para una versión más saludable o freír en aceite caliente si se busca un resultado más tradicional.
El empanado puede personalizarse agregando queso rallado, ajo en polvo o hierbas secas para potenciar el sabor. Además, es posible hacerlas sin huevo utilizando una mezcla de harina y agua como adherente, convirtiéndolas en una opción vegana.
Tiempo de preparación
Preparar estas milanesas lleva aproximadamente 30 minutos en total:
- 10 minutos para cortar los zucchinis y preparar los ingredientes.
- 10 minutos para empanar las rodajas de zucchini.
- 10 minutos para cocinarlas, ya sea al horno o fritas.
Ingredientes
- 2 zucchinis medianos.
- 1 taza de harina.
- 2 huevos.
- 1 taza de pan rallado.
- 2 cucharadas de queso rallado (opcional).
- 1 cucharadita de ajo en polvo (opcional).
- 1 cucharadita de orégano seco (opcional).
- Sal y pimienta a gusto.
- Aceite para freír o rociar si se cocinan al horno.
Cómo hacer milanesas de zucchini, paso a paso
- Lavar bien los zucchinis y cortarlos en rodajas de aproximadamente ½ centímetro de grosor, o en láminas a lo largo si se prefiere una forma más similar a la milanesa tradicional.
- En un plato hondo, batir los huevos con una pizca de sal y pimienta.
- En otro plato, colocar la harina.
- En un tercer plato, mezclar el pan rallado con el queso rallado, el ajo en polvo y el orégano, si se decide usarlos.
- Pasar cada rodaja de zucchini primero por la harina, luego por el huevo batido y, finalmente, por la mezcla de pan rallado, presionando bien para que el empanado se adhiera.
- Para freír: calentar abundante aceite en una sartén y freír las milanesas hasta que estén doradas por ambos lados, unos 2-3 minutos por lado. Luego colocarlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Para hornear: colocar las milanesas en una bandeja con papel de horno, rociarlas con un poco de aceite y hornear a 200°C por 10-12 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para que queden doradas por ambos lados.
- Servir calientes, acompañadas de ensalada, puré o la guarnición de preferencia.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Con estas cantidades, se obtienen aproximadamente 4 porciones, dependiendo del tamaño de los zucchinis y el grosor de los cortes.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción de milanesas de zucchini contiene aproximadamente:
- Calorías: 180 (horneadas) – 250 (fritas)
- Grasas: 6 g (horneadas) – 12 g (fritas)
- Grasas saturadas: 2 g
- Carbohidratos: 22 g
- Azúcares: 3 g
- Proteínas: 7 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
Las milanesas de zucchini se pueden conservar en la heladera hasta 3 días, guardadas en un recipiente hermético. Para recalentarlas, es mejor hacerlo en el horno o la sartén para que recuperen su textura crujiente. También pueden congelarse antes de cocinarlas, y luego hornearse o freírse directamente sin necesidad de descongelarlas previamente.