Aspen más allá del esquí: gastronomía y vida cultural en una de las montañas más lujosas del mundo

Un resort ofrece servicios premium y una agenda cultural variada de actividades. Por qué la presencia de argentinos pisa fuerte

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El centro de Aspen puede
El centro de Aspen puede recorrerse en 15 minutos, combina bares históricos, tiendas de montaña y boutiques de lujo (Foto Jeremy Swanson)

Llegar hasta Aspen requiere cierta logística, pero no es complejo. En mi caso partí desde Buenos Aires con una escala en Panamá y, tras un vuelo de conexión a Denver tomé un vuelo corto de 30 minutos hasta el valle. El aeropuerto local está a pocos minutos del centro, lo que simplifica mucho la llegada.

La idea era pasar unos días en la nieve y terminé descubriendo un destino que va mucho más allá del esquí.

Aspen no es una sola montaña y para disfrutar la experiencia completa hay que entender que el complejo está formado por cuatro montañas distintas.

Aspen cuenta con cuatro montañas
Aspen cuenta con cuatro montañas para esquiar, Aspen Mountain, Highlands, Buttermilk y Snowmass, todas incluidas en un mismo pase (Foto Jordan Curet)

Aspen Mountain -la clásica- ofrece desniveles que desafían a esquiadores y snowboarders con experiencia. Aspen Highlands es la favorita de los locales. Buttermilk es la cuna de los X Games y el lugar ideal para principiantes y familias.

Snowmass, la más grande de todas, se extiende por casi 3.000 hectáreas, tiene un desnivel vertical de más de 1.300 m y ofrece desde pistas técnicas hasta espacios para debutantes. Y un único pase permite moverse entre ellos con total libertad.

La temporada de esquí se extiende, de noviembre a abril, y el pase diario ronda los 250 dólares en temporada alta. Un dato impensado y quizás la clave; está en la planificación: comprando con al menos 30 días de anticipación suelen aparecer descuentos de entre un 15 y un 25 por ciento. Incluso, si por algún motivo no se llegan a utilizar, se transforman en crédito para futuras actividades.

En invierno, las temperaturas en
En invierno, las temperaturas en Aspen llegan a mínimas de –12 °C, mientras los días soleados suavizan el clima (Foto Jeremy Swanson)

Durante mi estadía practiqué snowboard en distintas áreas y confirmé por qué este lugar maravilloso es sinónimo de pistas bien cuidadas y nieve de alta calidad.

Hay sectores exigentes, otros más amplios y familiares, y zonas pensadas para los más aventureros. Las vistas desde la montaña son imponentes y el servicio funciona con una precisión casi invisible, lo que hace que la experiencia fluya sin fricciones.

Pero Aspen no vive solo de la nieve. A más de 2.400 metros de altura, la ciudad cultiva desde hace décadas una identidad cultural muy marcada. Ese ADN artístico se remonta a mediados del siglo XX y hoy se refleja en una agenda activa de conciertos, festivales y espacios dedicados al arte.

Aspen Highlands es la preferida
Aspen Highlands es la preferida de los locales, mientras que Buttermilk destaca como sede de los X Games y opción para principiantes (Foto Jordan Curet)

Me tomé una tarde para recorrer el “Aspen Art Museum” un edificio diseñado por Shigeru Ban con entrada gratuita. Las exposiciones de arte contemporáneo son de nivel internacional.

El museo, se integra naturalmente al recorrido urbano y propone una pausa distinta entre bajadas de montaña y caminatas.

Pasear por el pueblo de Aspen es muy pintoresco y fue, literalmente, como entrar en una escena de película. En apenas 15 minutos se recorre el centro completo,uno se cruza con mujeres con tapados de piel sintética, carteras de diseño, botas après-ski impecables y locales de marcas de lujo que conviven con bares históricos y tiendas de montaña.

Todo sucede a escala pequeña, pero con una estética muy marcada: el lujo no grita, pero se percibe. Aspen tiene ese aire inconfundible de destino icónico: uno de los puntos más glamorosos del esquí a nivel mundial.

Snowmass es la montaña más
Snowmass es la montaña más grande de Aspen, con casi 3.000 hectáreas y pistas para todos los niveles (Foto Jordan Curet)

La gastronomía fue otra de las grandes sorpresas del viaje. Para tratarse de un pueblo pequeño, Aspen concentra más de 60 restaurantes, una cifra que sorprende incluso a viajeros experimentados.

La oferta es amplia y diversa: desde cocina francesa de montaña hasta propuestas asiáticas y bares con impronta local.

En mi recorrido culinario, una de mis paradas fue una brasserie de inspiración alpina francesa que parece transportar directamente a los Alpes: platos clásicos, fondues, crêpes y que funciona tanto después de esquiar como para una cena relajada. Comer bien en Aspen no es un lujo ocasional, sino parte de la experiencia cotidiana.

Presencia argentina

La temporada de esquí en
La temporada de esquí en Aspen se extiende de noviembre a abril, con nieve de alta calidad y servicios eficientes (Foto Matt Power)

Tal vez el hallazgo más inesperado fue la presencia argentina. Caminando por el centro, en los medios de elevación o en las pistas, me crucé con chicos y chicas de Mar del Plata, Bariloche, Rosario y otras ciudades, algunos ya instalados viviendo ahí y muchos de ellos participando de programas de Work & Travel o trabajando como instructores de esquí.

Escuchar acentos conocidos en medio de la montaña me generó una cercanía especial. Incluso encontré varios profesores de esquí formados en Bariloche, transmitiendo su pasión a visitantes de todo el mundo.

Maia Chacra en Aspen. (Foto
Maia Chacra en Aspen. (Foto Maia Chacra)

En cuanto a la hotelería, podemos decir que Aspen mantiene su fama de destino exclusivo, aunque la realidad es más diversa y los precios varían considerablemente. Hay hoteles emblemáticos de alto nivel en pleno centro, y también opciones boutique con tarifas más moderadas. Los precios varían mucho según la categoría y la época del año: pueden arrancar en torno a los 700 dólares por noche y escalar considerablemente. En todos los casos, el servicio y la atención personalizada son parte del estándar.

En diciembre, las temperaturas suelen moverse alrededor de 1 °C de máxima y –12 °C de mínima. El frío se siente, pero el clima seco y los días soleados de Colorado lo hacen más llevadero.

La Navidad transforma Aspen con
La Navidad transforma Aspen con luces, árboles decorados y un ambiente festivo que atrae a turistas de todo el mundo (Foto Tamara Susa)

La Navidad es un capítulo aparte: es hermoso, el pueblo se transforma con luces, árboles decorados y un clima festivo que invita a caminar sin apuro. Entre tiendas, galerías y cafés, el clima de montaña se mezcla con un espíritu navideño elegante y relajado del lugar.

No sorprende que, en ese contexto, aparezcan figuras conocidas: Kevin Costner tiene un rancho en las afueras y los nombres famosos circulan con naturalidad, casi como parte del paisaje.

Luego de una semana en Aspen, queda claro que la nieve es solo el punto de partida. El destino combina montaña, cultura y gastronomía con una naturalidad poco frecuente y logra algo difícil: ser un ícono del esquí sin quedar limitado a él. Se disfruta en invierno, pero deja en evidencia que tiene razones de sobra para volver en cualquier época del año.