
Un reciente análisis científico ha desvelado la razón por la cual los estribillos de canciones tan diversas como las de Queen, Spice Girls y Bachman-Turner Overdrive permanecen en la memoria colectiva.
El estudio, liderado por la Dra. Ashley Burgoyne en colaboración con el Museo de Ciencia e Industria de Mánchester, aborda la relación entre la cognición musical y la retención de melodías en la cultura popular, definiendo los verdaderos ingredientes de un “gusano auditivo”.
El estudio que desafía géneros y épocas
El trabajo realizado por la Dra. Burgoyne y su equipo puso foco en la capacidad de ciertas canciones para trascender el tiempo y los estilos, analizándolas bajo el prisma de la memoria musical.
El análisis no solo identificó los temas con los estribillos más pegadizos en los géneros de rock y pop, sino que también delineó los elementos que garantizan su éxito para quedarse en la mente.
La cognición musical fue clave en la investigación, ya que permitió determinar qué diferencias presentan las melodías perdurables frente a aquellas que pasan inadvertidas.
Según destacó Burgoyne: “Estábamos particularmente interesados en la música y la memoria, y en por qué ciertas piezas musicales permanecen en la memoria durante tanto tiempo”.
Pop: fórmulas irresistibles para el recuerdo

Al explorar el pop, la investigación reveló que “Wannabe” de Spice Girls lidera como el estribillo más memorable de la música popular contemporánea. Esto se debe a su estructura rítmica y la rapidez con la que se reconoce la melodía principal tras los primeros compases.
Además, la lista de éxitos inolvidables se amplía con otros temas como “Mambo No. 5” de Lou Bega, “Just Dance” de Lady Gaga y “Beat It” de Michael Jackson.
La presencia continuada de estas canciones en fiestas, medios y playlists refuerza su capacidad de permanecer en la cabeza de quienes las escuchan, y su éxito no es fruto del azar, sino de la aplicación inconsciente de patrones musicales efectivos. Estribillos directos y fácilmente identificables marcan la diferencia en el pop.
Rock clásico: la memoria apuesta por la repetición

En el universo del rock, la investigación otorgó el primer lugar a “You Ain’t Seen Nothing Yet” de Bachman-Turner Overdrive. Este tema, lanzado en 1974, representa el ejemplo perfecto de cómo ciertos mecanismos musicales permiten a una canción superar barreras generacionales y mantenerse vigente.
La estructura rítmica, los juegos melódicos y la reiteración de frases clave conforman la receta que hace del estribillo de esta canción un verdadero “pegamento auditivo”.
El tema alcanzó el primer lugar en el Billboard Hot 100 Singles, consolidándose como la canción más popular de la banda canadiense. Aunque quizá no figure entre los estribillos más citados del género, su persistencia demuestra el peso de la fórmula científica en la música.
La ciencia de la pegajosidad: ecuaciones y factores clave

El proceso detrás de la creación de un estribillo inolvidable quedó sintetizado en una investigación de la Universidad de St. Andrews, publicada en 2016.
El equipo científico, encabezado por Bede Williams, diseñó una fórmula que explica la generación de melodías capaces de instalarse en la mente: “Receptividad + (previsibilidad menos sorpresa) + (fortaleza melódica) + (1,5 veces repetición rítmica)”. Esta ecuación resume cómo se genera lo que popularmente se conoce como un “gusano auditivo”.
Williams profundizó en los elementos involucrados en este fenómeno y señaló cinco factores fundamentales: sorpresa, previsibilidad, repetición rítmica, potencia melódica y receptividad por parte del oyente.
La combinación precisa de todos estos factores es lo que permite que una melodía se vuelva verdaderamente inolvidable y trascienda épocas, estilos y fronteras culturales.
Queen y la espontaneidad que hizo historia
Dentro de los ejemplos destacados por la ciencia se encuentra “We Will Rock You” de Queen. Esta canción encabeza la lista de melodías que cumplen a la perfección con la fórmula antes descrita.
Si bien existe el mito de que fue producto de un experimento planificado, la inspiración llegó tras un recital de la banda en Stafford, Inglaterra, demostrando que los grandes éxitos pueden surgir de momentos imprevistos.
La anécdota detrás de “We Will Rock You” refuerza la idea de que la espontaneidad en la creación musical puede coincidir con el cumplimiento de patrones científicos, logrando que la canción permanezca viva en la cultura popular. El impacto de estas melodías trasciende generaciones y sigue siendo objeto de estudio para la comunidad científica.
Conclusión: fórmula, memoria y cultura
El cruce entre ciencia y música ha permitido comprender por qué estribillos tan diferentes como los de Queen, Spice Girls o Bachman-Turner Overdrive comparten la capacidad de instalarse en la memoria colectiva.
Al identificar claramente los factores que intervienen en la persistencia de estas melodías, la investigación no solo resuelve un viejo misterio de la música, sino que enfatiza la importancia de la estructura, la repetición y la sorpresa en la creación de éxitos duraderos.
Así, detrás del éxito atemporal de estas canciones se esconde mucho más que talento: existe una fórmula precisa y comprobable que, una vez identificada, permite tanto a músicos como a oyentes reconocer la magia tras los himnos que nunca dejamos de tararear.
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