Caldo de huesos, vitamina D y la magia del hígado: la clave de Javier Furman para fortalecer cuerpo y la mente

En La Fórmula Podcast, el médico integrativo destacó que el movimiento es el pilar fundamental de la salud, remarcó que la clave está en los músculos y explicó por qué el cuerpo necesita suplementarse para funcionar correctamente. Además, subrayó la importancia del cuidado del hígado, el descanso y el manejo del estrés como factores esenciales del bienestar

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Javier Furman destaca que el movimiento diario y la musculación son esenciales para lograr una salud integral y longeva

En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, Javier Furman, fisioterapeuta, osteópata y experto en neurociencia aplicada al dolor, con más de 20 años de experiencia, explicó las bases de la medicina funcional e integrativa y destacó que el verdadero objetivo no es acumular conocimiento, sino entender cómo funciona el organismo como un todo. Según el experto, la clave está en el equilibrio entre movimiento, alimentación consciente, descanso y manejo del estrés, que permiten prevenir enfermedades antes de que se manifiesten.

Además, reflexionó sobre la importancia del propósito como motor de bienestar, de la necesidad de suplementarse para mantener la energía celular, del rol esencial del hígado y del valor del dolor como señal de regeneración. El episodio completo puede escucharse en Spotify y YouTube.

Javier es un profesional de la salud conocido en Argentina por su trabajo como fisioterapeuta y osteópata enfocado en la medicina integrativa y la neurociencia aplicada al dolor; dirige la clínica Furman Salud y ofrece abordajes que combinan terapias manuales, educación en dolor y tratamientos complementarios para lesiones y rendimiento físico.

Además de su práctica clínica, se presenta en medios y podcasts para difundir temas de salud y bienestar, y mantiene una fuerte presencia en redes sociales donde publica contenido sobre prevención, longevidad y hábitos saludables.

El especialista remarca la importancia
El especialista remarca la importancia de un propósito personal como motor de motivación y sostén de hábitos saludables (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Me encantaría que me cuentes un poco qué es la medicina integrativa funcional, que es en lo que vos sos experto.

— Cuando hablamos de salud funcional, integrativa, global, evolutiva, es algo que está de moda y corremos el serio riesgo de cometer el error de pensar que estamos haciendo todo bien y en realidad nos estamos cargando mucho más estrés y cortisol a nuestro metabolismo, por lo cual hay que tener mucho cuidado, porque actualmente muchos lo nombran y pocos lo manejan. Y sobre todo, y esto va apuntado sobre todo a profesionales de la salud: no se trata de saber cada vez más, se trata de entender cada vez mejor, porque para hacer salud funcional tenemos que entender cómo funciona todo el organismo, absolutamente todo en conjunto e interactuando entre sí. Entonces, sí, salud funcional e integrativa. Pero para poder hacerlo hay que tener un propósito. Esa es la palabra que yo siempre utilizo, que es propósito.

— ¿El tuyo lo tenés claro?

— Cien por ciento. Nosotros vivimos, vivimos, vivimos, vivimos, y existe una filosofía de decir: después empezamos a enfermar, lo “subsanamos” con fármacos y morimos. Pero el proceso entre dejar de ser personas saludables y pasar a ser personas enfermas y morir, hay sufrimiento. Entonces, ¿qué pasaría si yo te cambiara de vivir, vivir, vivir, vivir, enfermar, enfermar, enfermar, enfermar, morir a vivir, vivir, vivir, vivir, vivir, vivir, morir? Así es la vida, eso es la vida. A mí me gustaría que nadie se confunda, porque si no empezamos a pensar que es razonable, tengo 40 o 50 años, medicamentos para diabetes y mucho estrés. Medicamentos para la hipertensión arterial y tuve algunos gustitos cuando comía, entonces por eso también tengo colon irritable o gastritis. No es así. Nosotros tendríamos que estar sanos siempre y después morir por cuestiones naturales. Eso es entender mejor y ese es el propósito que tendríamos que tener todos. Si yo te hablo, por ejemplo, de patología neurodegenerativa, que todo el mundo le tiene miedo, ¿no? Si te duele la rodilla, decís: “Bueno, hago algo para la rodilla, fármaco, un tratamiento”. Pero si yo te pongo con un síndrome vertiginoso, mareo descontrolado, automáticamente te asustás y pensás que tenés un cáncer en el cerebro. Y si hablamos de enfermedad neurodegenerativa, que es lo que más miedo le da a la gente, en internet buscás: hongo en las uñas, cáncer de cerebro. Dolor en el pie, cáncer de cerebro. ¿Qué se te cruza por la cabeza si yo te dijera que una patología neurodegenerativa comienza hasta cuarenta años antes en nuestro metabolismo? No podés jugar con los últimos 10 años, porque después decís: ¿A mí me dijeron los últimos diez años? Ya tengo 50, 60 y no puedo hacer nada. Y no se trata de hacer las cosas bien a último momento, no va a andar. Peor es nada, dicen, pero hay que hacer las cosas bien siempre. Y siempre un propósito es cien por ciento necesario, porque si no, no lo hacés. Mi propósito son mis hijos, por ejemplo.

Yo me pongo a pensar en por qué quiero ser una persona sana y no quiero sufrir. Quiero ser una persona sana y vivir hasta que me toque no vivir. Pero quiero saltearme el sufrimiento que veo en mis pacientes todos los días. Si yo te muestro los pacientes que he atendido hoy, decís claro, ahora entiendo por qué vos tenés todo tan claro. Pero una persona que no ve o que no está en contacto con la enfermedad tan seguido, tiene que mirar alrededor y decir tengo mis hijos... Mira, este es el ejemplo más representativo. Vino una señora y me dijo: “Tengo sobrepeso, tengo fibromialgia, me duele todo el cuerpo, no duermo bien, estoy constipada, mi vida es un desastre. Hago todo mal, no puedo hacer ejercicio, pero voy a ser abuela. Y yo quiero jugar con mi nieta, yo quiero llevarla a Disney, yo quiero estar con ella, quiero que mi hija pueda ir a trabajar y cuidarla”. Y ese propósito es el más potente que puede tener un ser humano, el de amor hacia otro ser humano, ni más ni menos que a su nieta. Si yo te muestro cómo anduvo esa señora con el tratamiento, no lo podés creer. Y prácticamente no le hice nada, hizo todo ella sola. Ese es un propósito. Hasta una conquista. Tengo gente que viene y me dicen: “Me divorcié, me separé y quiero salir a la cancha de nuevo”. Y es un propósito. No es una frivolidad. “Quiero comprarme algo que me quede bien”. La estética no es una frivolidad. Forma parte del orgullo, del ego, de la sensación de bienestar. Cualquiera, no importa lo que sea, hasta lo más tonto, sirve.

Según el experto en medicina funcional, la vitamina D y el magnesio deben complementarse para cubrir necesidades del organismo moderno

— ¿Cómo es tu rutina?

— Mi rutina es en base al movimiento. Yo, por ejemplo, atiendo parado. Me siento un poco, pero generalmente atiendo de pie. De hecho, la gente entra al consultorio y me dice: “¿Te tenés que ir o estás apurado?” No, yo atiendo parado. Cuando estoy estudiando, estoy dando clases, a mí me gusta estar de pie. Ir al gimnasio a hacer fuerza muscular, salir a correr, un promedio entre ejercicio cardiovascular y musculación. Y empecé por la parte del movimiento porque, esto lo habrás escuchado de mi amigo Antonio Valenzuela, que existe cualquier tipo de cuestión en la humanidad, pero no existe ser humano sedentario sano. Es decir, si no hay movimiento, va a haber enfermedad. Comas lo que comas. Entonces, hay que moverse, idealmente con ejercicio físico, para cada uno lo que necesite. En lo que tiene que ver con comida, obviamente que podemos intoxicarnos cada tanto. Hay una regla que dice del 80/20, yo la corregiría al 90/10, es decir, una noche a la semana podés comer mal, pero después tenés que hacer un ayuno un poco más largo para desintoxicarte, pero tenés que mirar el plato. Siento que es mucho más resolutivo decir que miremos el plato de lo que vamos a comer y podamos entender si es un alimento o es un producto ultraprocesado y refinado, un tóxico. Te das cuenta porque lo pones adelante y decís: “¿Esto lo podría haber comido hace cien mil años?”. Si la respuesta es sí, es un alimento. Si la respuesta es no, es un producto falso. Fin. Y a partir de ahí, comer a conciencia, es alimentación consciente.

El picoteo forma parte de la mala alimentación, entonces yo como dos veces por día, una a las diez y media y otra a las siete. Soy un poco estructurado, no debería ser estructurado porque eso te genera cortisol. Y después los ejercicios de meditación para bajar el estrés, si yo no los hago, me enfermo directamente. Yo cuando tengo mucho estrés, el cortisol me lleva puesto. Entonces ya aprendí que tengo que frenar todos los días y por lo menos respirar un poco. Con esa básicamente, esa rutina, dormir de noche, tener contacto con la naturaleza, el sol. Dejemos de demonizar el sol. Es una estrella que si se va nos morimos todos, no puede ser cancerígena, hay otras cosas. El sol es cien por ciento necesario en el cuerpo. Y acá sí, que vengan todos los haters del mundo que yo te puedo decir que el sol genera cáncer en presencia de azúcar, si no, no. Entonces, con todo eso me mantengo, creo que por ahora saludable.

Una alimentación consciente y la
Una alimentación consciente y la reducción de productos ultraprocesados son claves en la prevención de enfermedades (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Hay un concepto, que lo escuché que tiene que ver con la alimentación, que es la pandemia adiposa.

— Eso se lo vas a escuchar a Antonio, pero las, las frases de Sari Arponen, es un concepto que ella instauró, una gran profesora mía, y tiene que ver con que si vos vas por la calle, todo el mundo tiene sobrepeso. Y no nos vamos a meter en la cuestión de estética, ni tampoco en ser modelos curvy, ¿no? Sí, la gente puede tener el tamaño y la forma que quiera. Ahí nadie se va a meter. Pero una persona con sobrepeso no es una persona saludable. Entonces, la pandemia de adiposa, a lo que se refiere es que con la alimentación que existe actualmente no hay forma de poder hacer las cosas bien. ¿Por qué? Porque los alimentos ultraprocesados y refinados de la modernidad son muchísimo más accesibles económicamente y disponibles que los alimentos reales. Y los alimentos reales también provienen, ya sea, vegetales o animales por la ganadería y agricultura intensiva, extensiva, todo. Los suelos están completamente explotados y vacíos de nutrientes. Entonces las carnes no tienen los minerales ni las vitaminas y los vegetales tampoco tienen los oligoelementos. No, está todo vacío.

Eso nos va a llevar básicamente, indefectiblemente, a tener tejido adiposo medio descontrolado, si no es que hacemos todo lo demás bien y nos suplementamos. Otra cosa, no existe ser humano actual que no se suplemente y sea sano. O sea, nos tenemos que suplementar sí o sí. Los suelos están vacíos. Esos vegetales que comés, primero que no tienen tantos nutrientes como lo estás vendiendo. Yo lo veo en las analíticas. Cuando recibo pacientes, los mando a hacer un análisis de sangre, un oligoscán, un análisis de materia fecal o un genético de cabello, de piel y lo puedo ver. Y cuando se los muestro me dicen: “¡No puede ser!”. Vitamina D, por ejemplo. Vos sos la persona más sana, yo te hago una prueba de vitamina D y si no te suplementás, yo te firmo, te apuesto lo que quieras a que la tenés por debajo del límite inferior.

El caldo de huesos se destaca por su aporte de colágeno y nutrientes fundamentales para el organismo

— ¿Y cuáles son los suplementos que son necesarios?

— La vitamina D, que es una prohormona. La vitamina D se comporta como una hormona en el organismo, cumple más de quinientas funciones y la realidad es que es cien por ciento necesaria y siempre hay que acompañarla con magnesio, porque son cofactores. Si no, tomás vitamina D, vacías los depósitos de magnesio. Otro que está de moda, ¿no? Yo te aseguro que toda la gente que está mirando toma magnesio o lo conoce. Es el comodín. Cuando no sabés qué darle, decimos dale magnesio. Pero vitamina D, magnesio, la coenzima Q10 ahora, que te escuché por ahí hablar de las mitocondrias. Y por ejemplo, una falla mitocondrial genera fibromialgia, artritis, genera Parkinson, Alzheimer, demencia, depresión y puedo seguir. O sea, las mitocondriopatías, es decir, los problemas mitocondriales son la base prácticamente de todas las patologías modernas. Si yo te digo: “No funciona bien la mitocondria, vas a tener poca energía”, pero no se termina ahí.

Es que si no tenés energía, no vas a poder recambiar mitocondrias, es decir, no vas a tener lo que se llama una biogénesis mitocondrial o recambio de estas células, que es como tener el teléfono con la misma batería durante años, cada vez te carga menos. Pero al mismo tiempo empiezan a fallar todos los procesos de regeneración de todas las células del cuerpo. Las neuronas tienen una mitocondria especial, porque es una célula muy especializada. Imagínate si no tiene energía para hacer una buena alimentación o recambio neuronal. Nosotros recambiamos neuronas. No es cierto que nacemos con una cantidad y se mueren. No es cierto. Estamos toda la vida también recambiando y regenerando neuronas. Vamos a terminar con Alzheimer, por ejemplo, o Parkinson. El Parkinson es algo terrible. Hay una pandemia de Parkinson. Básicamente el Parkinson es una parálisis mitocondrial. Y cuando restablecemos un poco esa función, se restablecen muchas de las funciones perdidas.

Las rutinas de descanso y
Las rutinas de descanso y reducción del estrés forman parte de las bases de Furman para una vida sana (Freepik)

— ¿Cómo cuidar las mitocondrias? ¿Tiene que ver solamente con la alimentación o con más hábitos que podemos implementar, tóxicos de los que nos debemos alejar?

— Obviamente la respuesta es todo, pero hay un medicamento, una rama de medicamentos que son las estatinas. Yo no hablo mucho de medicamentos, no me gusta, pero la realidad es que las estatinas, como la rosuvastatina, la atorvastatina y otras también, son para bajar el colesterol. En algún momento de nuestra estupidez hemos decidido que el colesterol es malo. ¿Y si yo te digo que el colesterol forma parte de todas las membranas de todas las células del cuerpo, por ejemplo? Recubren los nervios que nos sirven para digerir. La herramienta principal del hígado es el colesterol que repara el tejido vascular, endotelial, es decir, que el tejido interno de todas las arterias y venas está protegido por colesterol. No que lo destruye, como dicen. Está protegido. Todo lo contrario, ¿entendés? Estamos en una era en donde por alguna razón se han decidido a ir en contra de la energía del cuerpo en formato de colesterol.

Obviamente, que en un entorno de inflamación, en donde hay muchos valores que funcionan mal en el cuerpo, el colesterol es energía mal gestionada y ahí sí hay problemas. Más allá de eso, estos medicamentos lo que hacen es coartar completamente la síntesis y liberación y distribución del colesterol. Entonces, primeramente no le va a llegar energía al cerebro. Básicamente, ya ahí tenés bastante. Pero también estos, estos fármacos lo que hacen es frenar también la liberación de coenzima Q10. Entonces, por ejemplo, tengo gente que me dice: “Desde que estoy tomando este medicamento no tengo energía, no puedo pensar, tengo neblinas mentales, vista borrosa...”. Los ojos son una prolongación del cerebro, si nos duele el cerebro lo vamos a notar en la vista. “Y al mismo tiempo me duelen los músculos, los tendones, me duele todo”. ¿Por qué? Porque no hay energía. Está cortada en apagón energético. Somos los mismos seres humanos que hace miles de años, pero en este mundo, como dice Antonio, un cerebro paleolítico en un mundo moderno. ¿Cómo llegás a decir: “La pizza me hace mal, la como igual”? O el alcohol me hace mal, traeme otra cerveza.

El sedentarismo es incompatible con la vida y prendés Netflix. Yo también miro series, pero como dice Carlos González, el síndrome de manta y sofá. Seis de la tarde al sillón, con la frazada y viendo una serie tras otra hasta las tres de la mañana, en vez de ir al gimnasio. Si vos no tenés un propósito, nunca vas a salir del sofá, de la cama, de la depresión o de lo que quieras nombrar. Y me parece que eso es lo importante. La gente dice: “¿Y cómo hago?” Y no, andá al gimnasio. Está buenísimo salí en las redes diciendo andá al gimnasio, come mejor, toma más agua. Es otro camino. Necesitamos entender qué es lo que realmente querés. Yo sé que fumar me hace mal, pero es lo que me da felicidad. Un gustito. Buscá el gustito en otro lado. Lo que pasa es que si no tenés un propósito, vas a buscar el camino fácil. Por eso a veces la gente se frustra.

La medicina integrativa combina terapias manuales, educación en dolor y suplementos para un abordaje holístico

— ¿Cuáles son los beneficios de tomar caldo de hueso?

— Todos. Es el superalimento. O sea, es el número uno. Es el ancho de espada del truco. Va a tener todas las células de reproducción de células sanas del animal sano. Si tomó antibióticos, engorde o mal alimento, o el pasto de donde se alimentó estaba con fertilizantes, pesticidas, agroquímicos, en general, todo eso también te lo va a estar chupando. También podemos hablar del hígado. El hígado también. Ahí podemos entrar, por ejemplo, en el hígado de krill o de bacalao. Aceite de hígado de bacalao es horrible. También tenemos que aclarar eso, ¿no? Tengo gente que me dice: “Yo me hago el caldo de huesos y no lo puedo tragar, no me gusta”. O el hígado, pasta de hígado de, de bacalao, no les gusta, pero es lo más saludable. Pero si ese hígado procesó antibióticos, fertilizante, pesticida, te lo vas a comer. Y el caldo de huesos tiene todos los nutrientes de las células internas del hueso, que son las que crean células nuevas, células madre, pero al mismo tiempo se guarda, es un reservorio de todos los vitaminas, minerales, oligoelementos del animal. Entonces vos lo drenás en el agua y después yo lo que hago, bueno, yo no, en realidad Daiana lo que hace es: lo cocina, lo guarda en un frasco y después se lo ponemos a todo porque se gelifica. Entonces se lo podés tirar hasta el té, al café, a la milanesa de los chicos se la tiramos arriba también.

— ¿Y eso tiene beneficios cognitivos, a niveles físicos?

— Tiene beneficios a nivel, primero, digestivos. Va a mejorar las barreras intestinales. Hoy está de moda la hiperpermeabilidad intestinal. Por otro lado, al hígado, funcionamiento del hígado. Pero también es muy rico en colágeno para todas las personas que quieren ser más colagénicas. Les va a servir para la piel, para el cabello y para las articulaciones. A nivel cognitivo tiene muchísimas vitaminas y minerales. Podría estar todo el día hablando del caldo de huesos.

— Quiero pasar a lo que es la importancia del hígado, ¿cuántas implicancias tiene en nuestra salud?

— Es que eso es justamente la magia del hígado. Que tiene muchísimas funciones. Puedes hablar de 300, 400, puedes hablar la cantidad de funciones que quieras, pero son todas importantes. No tiene una función principal y una función secundaria, son todas importantes. Por eso se puede regenerar solo. ¿Qué órgano conocés que si le cortás la mitad se regenera de nuevo? Como un brazo. Yo te corto el brazo, te crece otro de nuevo. Es espectacular el hígado. Se llama órgano bipolar, porque puede hacer muchas funciones, pero no puede hacer muchas juntas. Por ejemplo, o te desintoxica o te ayuda a mejorar el sistema inmune. Entonces, si vos estás con una pizza digiriéndola, vas a bajar las defensas. Tiene otras explicaciones también que tiene que ver con que tu digestivo tracciona el sistema inmune. Pero en el hígado, particularmente, cuando tengamos que potenciar una desintoxicación entereopática, tiene que ver con la conversación vascular que hay entre el intestino y el hígado. Hay muchas venas, muchas arterias, una conexión de sangre entre el intestino y el hígado. Entonces, el intestino le dice al hígado: “Toma, te doy todo esto que no está muy bueno. Regeneralo, recíclalo”. Entonces, el hígado lo toma y recicla parte de esos desechos para crear bilis, que lo va a depositar en la vesícula, que es otra cosa.

Está fanatismo por sacar la vesícula, por suerte ahora se han calmado un poco, pero hace unos pocos años era todo colecistectomizados. ¡Ojo! La vesícula se saca cuando es necesario. Esta conversación le va a decir al intestino: Esto no está bueno. El hígado va a utilizar esos tóxicos, esos desechos tóxicos, para crear un flujo que nos va a ayudar a digerir. Es espectacular. Es como reciclar todo. Y cuando se empieza a sobrecargar esto, por mala alimentación y cortisol alto también, empezamos a generar el hígado graso. Y el hígado graso sería como la pandemia adiposa, van de la mano. Todo el mundo tiene hígado graso. Es ni más ni menos que estar filtrando tejido adiposo, grasa, entre medio de las células propias del hígado, las células funcionales del hígado. Después del hígado graso se empieza a generar la cirrosis, que es la fibrosis de las células del hígado. Pero fíjate lo que es el hígado de mágico, que es reversible. Esto es reversible. Haciendo las cosas bien, se puede mejorar. Entonces, si nosotros tenemos un hígado sano, vamos a ser gente sana y si no, no.

La importancia del hígado en
La importancia del hígado en la desintoxicación y el equilibrio emocional fue uno de los temas centrales del episodio (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Hay alguna manera de medir qué tan sano está mi hígado o es algo que no debería preocuparme si no tengo ningún síntoma que me alarme?

— No deberías preocuparte si no tenés ningún síntoma o signo que te alarme. Si podés hacerte a partir de cierta edad algún estudio de rutina, complejito una vez por año, genial, yo me lo hago. Pero lo que vas a sentir si el hígado funciona mal, es tristeza.

— ¿Por qué?

— La habilidad emocional sería la traducción científica o técnica. Esto más allá de ser una cuestión de la medicina tradicional china, que nunca la he visto fallar en nada, el hígado es el órgano de las emociones. Pero más allá de eso, cuando el hígado no funciona bien, primero nos empezamos a intoxicar, tenemos una endotoxemia, es como que empieza a rebalsar y la basura empieza a salir para afuera los todos, gases, olor, es como que estás a tu casa, después no sacas la basura un montón de tiempo y olor feo. Por otro lado, todo lo que tiene que ver con el reciclaje de tóxicos, sobre todo del sistema glinfático el cerebro, también van a pasar por el hígado. Es decir, vas a reintoxicar el cerebro. Si vos traccionás mucho de todo tu sistema digestivo, te vas a quedar sin energía. Y sin energía, vas a empezar a colapsar a nivel psicocognitivo emocional. Uno puede estar alterado y estar contento, no. Esto te va a llevar a la tristeza. Entonces, si vos te sentís con la habilidad emocional, ¿no?, tristeza y llanto fácil, insomnio, sobre todo te despertás a las tres, tres y media de la mañana. Sobre todo esa hora, ¿no? “Todos los días me despierto, miro la hora tres y quince, tres y veinte, tres y media”, es el hígado. Si no estás pudiendo digerir bien y tenés o constipación, estreñimiento, la materia fecal es un olor horrible. La materia fecal no va a tener olor rico, pero si vos vas al baño y te das cuenta que es un olor a podrido, eso habla también de tu intestino y tu hígado. Y tenemos que mirar el inodoro tanto como miramos el plato antes de comer. Hay que mirar el plato antes de comer y mirá el inodoro después de ir de cuerpo, porque es el testimonio de la digestión.

Y finalmente tenés fatiga extrema, hacemos un análisis de sangre. En un hepatograma, ves todas las proteínas, ¿no?, transaminasas. Son nombres específicos que vos ves en un análisis de sangre, cómo funciona el hígado. Y un ultrasonido, una ecografía y lo ves físicamente, anatómicamente. Ya con eso te vas a dar cuenta cómo estás. Y se van a sorprender. A veces una cosa hace colapsar todo. El cortisol solo puede llevarte a un colapso. La mala alimentación sola puede llevarte a un colapso. El sedentarismo solo. Por eso yo te digo que no es solamente una cosa, es empezar a concientizar todo. Ni hablar del dolor. Si nosotros hablamos del dolor, tiene que durar tres días. ¿Qué pasa con esa gente que dice: “Me duele todo el tiempo, todo el cuerpo?” Esto no es fisiológico, esto es patológico. O el dolor migratorio, ¿no?, que es como la hormiguita del dolor. Un día me duele la cabeza, otro día me duele la rodilla, otro día me duele la cintura, otro día el hombro. ¿Qué es esto? Tenemos que aprender a sufrir. No lo digo en el mal sentido, es que no podemos estar todo el tiempo sin dolor. Yo ahora, por ejemplo, tengo un dolor un poco cervical, pero yo confío en que mañana voy a hacer un tratamiento y me lo voy a sacar. ¿Por qué el dolor nos da miedo? El dolor no tiene que dar miedo, tiene que alertarnos de que algo está funcionando mal, pero se va a regenerar. Si uno confía en su metabolismo, se va a regenerar.

Según Furman, el sedentarismo moderno
Según Furman, el sedentarismo moderno representa uno de los mayores riesgos para el bienestar físico y mental (Imagen Ilustrativa Infobae)

— Cuando decís aprender a sufrir es no taparlo con un analgésico...

— No taparlo. Si vos tenés el dolor durante una semana y confiás en tu metabolismo, lo vas a corregir. Si vos cada vez que tomás un, un analgésico, un antiinflamatorio, tapás el dolor, vas a generar que se haga más resistente, porque el cuerpo se va a expresar. Una vez está bien. Si tenés mucho dolor de cabeza o te duele mucho tal situación y querés trabajar, no pasa nada. Yo digo que todo el tiempo, sistemáticamente, si tapamos el síntoma, no vamos a corregir nada. Y además esto es una catarata. Después del dolor viene la inflamación. Fisiológicamente funciona así. Y después de la inflamación viene la reparación. Si vos tomás un antiinflamatorio, nunca vas a llegar a la etapa de reparación, por lo cual vas a crear una inflamación perpetua.

—Si alguien llega a tu consultorio y te dice: “No hago ejercicio, mi alimentación es mala, duermo poco y vivo estresado”, es decir, con varios de esos problemas juntos —que en realidad son bastante comunes—, ¿por cuál le decís que empiece? Sé que la respuesta ideal sería “tratá de mejorar todos”, pero si tuvieras que elegir uno, ¿cuál sería el más urgente?

— Movimiento. Hemos desarrollado nuestra humanidad, nuestra especie, la hemos desarrollado en climas extremos, desde los desiertos hasta los mares o las cuestiones más extremas. Hemos comido desde animales muertos hace muchos días, o frutos podridos con gusanos, desesperados de hambre. ¿Y vos te pensás que encontrábamos un higo que se cayó? Y decías “no, tiene un gusanito”. Era comerlo y hasta el gusano nos daba proteínas. Raíces insípidas a veces. Hemos recorrido distancias larguísimas comiendo raíces que no tenían ni sabor ni nutrientes y las comíamos igual. Hemos tenido guerras gigantescas y nos hemos matado entre nosotros y con otras especies, con un cortisol y un estrés gigantesco. Hemos estado en climas donde no había sol durante meses y siempre sobrevivimos. Pero nunca, jamás, en toda nuestra existencia en este planeta, nos hemos dejado de mover. Es la primera vez en el tiempo que estamos en este planeta, es el único momento, hace cien años, que cada vez nos movemos menos. Y lo peor es que cada vez nos vamos a mover menos, porque entre alimentación refinada, empaquetada y la inteligencia artificial que viene, no vamos a necesitar movernos de la silla, no de nuestra casa, de la silla. Es un problemón.

La vitamina D actúa en
La vitamina D actúa en el metabolismo energético y la regeneración celular según los postulados de Javier Furman (Imagen Ilustrativa Infobae)

— ¿Algún tipo de movimiento en particular es algo que tenga que ver con un ejercicio más muscular, cardio? ¿Qué recomendás?

— La clave está en los músculos. Cuando vos contraés un músculo, hacés respirar el hueso, hacés respirar a la articulación, a las venas, las arterias, los nervios. Cuando vos contraés un músculo, liberás mioquinas, que son unas enzimas que le dan energía al cerebro. O sea, información directa de energía al cerebro. Obviamente que la musculación es cien por ciento necesaria, pero dependiendo del biotipo, y acá entra particularmente cada persona, va a convenir hacer algo más aeróbico, más de musculación. Lo ideal ideal siempre es mezclar un poco. Yo por lo menos hago tres veces por semana musculación y dos veces por semana hago cardio. Eso es con lo que me siento yo.

—¿Por qué hacés tanto hincapié en que una persona sana es una persona con músculos fuertes? ¿Es imposible llegar a una edad avanzada con buena calidad de vida si no se trabajaron los músculos?

— Esto te lo puedo decir porque lo veo yo a través de los años en el consultorio. Porque también podés ver libros y es espectacular esto. Hay una que es abuelo, padre e hijo. Son tres varones de una tribu cazadora recolectora que aparecen con la cara tapada y no sabés cuál es el abuelo y cuál es el hijo y cuál es el nieto. Ves solamente del cuello para abajo y no sabés cuál es cuál. Y después le sacan y por las arrugas te das cuenta quién es el más viejo. Y hasta ahí.

— O sea que el cuerpo no, no sufría el deterioro que sufre hoy en día.

— Ni los dientes. Vos fortaleciendo los músculos fortalecés hasta los dientes. Hay muchísima información, pero te tenés que quedar con una idea: los músculos no solamente tienen un reservorio de energía muy grande, un glucógeno, que es el formato de energía de la glucosa, depósitos, etcétera. Pero son un órgano endocrino en sí, es decir, son un órgano que gestiona el metabolismo en sí mismo. Pero además, estas enzimas, las mioquinas que se liberan, funcionan como energía e información para que todo el cuerpo entienda qué es lo que tiene que hacer cada una de las células. Cada una de las células, no solamente las musculares. Las mitocondriales, las neuronas, las células digestivas, todo. La clave está en los músculos. Y no existe el ser humano sedentario sano. Si hablamos de gente media, entre 30 y 60 años, les recomiendo el gimnasio. Si no les gusta, lo que pueden hacer es ponerse los auriculares, música que los motive y van al gimnasio aunque sea a caminar, a mirar, a charlar, levantan una pesita. Cuando se quieran dar cuenta, se van a encontrar levantando peso, porque el mismo ambiente te lleva. Y para gente más adulta existe algo que se llama sarcopenia.

La sarcopenia es la pérdida de masa muscular. Así como te digo que no existe ser humano sedentario sano y que la clave está en los músculos, si hablamos de sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular, vas a entender que estoy diciendo qué es lo peor que nos puede pasar. Ese es el objetivo más importante de una persona mayor a 60 y 65 años: no perder masa muscular. Por lo cual se puede hacer un estudio, una antropometría o un índice de masa corporal, etcétera, para entender cuál es el porcentaje de músculo y no dejarlo caer. Y acá sí es donde se trata, diría yo, una cuestión de supervivencia. Si una persona tiene más de 65 años, no dejar que pierda masa muscular es la clave de la vida.

Javier Furman destaca que la
Javier Furman destaca que la masa muscular es un indicador clave para el bienestar y la longevidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

—Javier, voy a hacerte la última pregunta que les hago a todos los invitados y es si nos podés dejar algo para compartir. Puede ser algo que en el último tiempo te haya llamado la atención, te haya dejado pensando, te sorprendió o te conmovió. Una frase, un libro que recomiendes, un dato o una idea que tengas hoy en la cabeza.

—Te voy a contar algo que veníamos hablando hoy. Con mi compañera de la vida, mi esposa, con quien tenemos tres hijos y siempre nos apoyamos mutuamente, hay que ir por donde nos lleve el deseo. Obviamente que si tenemos deseos que no están buenos, hay que entender por qué. Pero si nosotros nos reprimimos todo el tiempo, vamos a ser personas infelices. Y si el deseo te lleva a hacer cuestiones autodestructivas, hay que entender cómo corregir ese pensamiento. Entonces, interpretando, entendiendo qué es lo que realmente nos mueve el deseo, créeme que vamos a ser siempre personas mucho más sanas, porque todo lo que vamos a hacer, las personas con las que nos vamos a rodear, las situaciones que nos vamos a exponer, todo lo que vamos a elegir día a día, momento a momento, va a ser siempre a favor de nuestra felicidad. Y la felicidad son destellos que tenemos que ir coleccionando cada vez más. Bueno, ir por donde te lleva el deseo es un sinónimo directo de ser más felices.

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