Las pasarelas no solo están delimitadas por escenarios iluminados ni alfombras rojas. En la era del street style, las veredas, avenidas y esquinas de las grandes ciudades también marcan el pulso de la moda.

Lo que las celebrities visten fuera de la formalidad de los eventos también comunica y define estilo.

En sus looks conviven prendas básicas con piezas de diseño, siluetas relajadas con cortes arquitectónicos, colores neutros con acentos inesperados. Cada una maneja con soltura una narrativa visual que trasciende lo superficial: su ropa no solo viste, también habla. Y en ese lenguaje, las calles son el escenario perfecto para experimentar sin reglas fijas.

Aquí, un repaso por algunos ejemplos.

Si se habla de estilo que marca tendencias, la modelo Hailey Bieber domina el arte de lo simple elevado a la perfección. Sus elecciones estilísticas, incluso las más básicas, reflejan una planificación quirúrgica. En uno de sus looks nocturnos, por ejemplo, fusionó encaje negro transparente, pantalón sastrero de pierna ancha y una campera de cuero tipo blazer. La paleta monocromática acentuó el dramatismo contenido del conjunto, que se completó con sandalias de tiras finas y gafas cat eye que remiten al minimalismo sensual de los años 90.

En una segunda aparición, la modelo desplegó una estética casual con precisión cromática: campera negra estructurada, jeans celestes relajados y sandalias negras de taco medio. La cartera rígida y los lentes retro sostienen la coherencia visual. El street style de Hailey no fue una apuesta por el exceso, sino una muestra de cómo las siluetas simples, los cortes limpios y los accesorios estratégicos pueden proyectar sofisticación sin estridencias.

No se puede dejar de lado a la icónica Kylie Jenner, quien reinterpretó el verano boreal con códigos propios del cambio de milenio. En un conjunto blanco con crop top ajustado y pantalón de tiro bajo con cierre de cordones, su silueta se impuso como protagonista del look. Las sandalias negras y lentes angostos reforzaron la estética Y2K, mientras que el bolso degradado en tonos pastel introdujo una variación cromática leve pero efectiva. Con ella, la sencillez se vuelve audaz.

En otro look veraniego, apostó por un vestido ajustado de punto con rayas horizontales, escote tipo corset y cortes laterales. Los accesorios—bolso baguette, lentes ovalados y joyería discreta—sumaron volumen, contraste y brillo. El cabello suelto con ondas naturales reforzó la imagen de frescura. Jenner desplegó una versión más pulida de su estilo habitual, evocando la elegancia relajada de los balnearios europeos.

Kendall Jenner juega con la simplicidad como si fuera un recurso visual cargado de intención. En una caminata junto a Kylie, lució un vestido mini negro sin mangas acompañado de una bufanda liviana dispuesta como capa conceptual. Las sandalias finas y el bolso tote tejido equilibraron funcionalidad y textura, mientras que los lentes envolventes reforzaron un aire editorial: un manifiesto de estilo resort depurado.

En un segundo conjunto, la modelo adoptó un enfoque más cotidiano, aunque igual de cuidado: musculosa gris, jeans rectos, suéter azul anudado sobre los hombros y zapatillas negras. El toque preppy estuvo perfectamente dosificado, y los detalles como el cinturón fino y el cabello recogido con pinza reforzaron una estética urbana sin pretensiones. Jenner demuestra que incluso en los días más sencillos, el look puede tener una arquitectura interna sólida.

En cambio, si volvemos al frío, la modelo Gigi Hadid lo transforma en una oportunidad estética. En un estilismo urbano y práctico, combinó una campera biker marrón con un cardigan celeste oversized y una bufanda multicolor que actúa como punto focal. La mezcla de texturas y tonos vivos sobre una base de jeans negros y remera blanca compuso un conjunto pensado para el movimiento, ideal para recorrer la ciudad sin perder impacto visual.

En otra salida, adoptó un enfoque más relajado, con tintes deportivos y neoyorquinos. Campera de jean con borrego, pantalones amplios, gorra de los Yankees y collar dorado compusieron un outfit de inspiración athleisure. La estética urbana se equilibró con una cartera bowling y gafas ovaladas, en un conjunto que habló tanto de comodidad como de intención estilística. Hadid entiende el layering como una forma narrativa: cada prenda suma una capa de identidad.

En el ámbito de la música, Dua Lipa entiende el vestir como una herramienta expresiva cargada de referencias culturales. En un look de aeropuerto, combinó un abrigo acolchado crudo con pantalones jogger y botas tipo mukluk. La gorra con orejeras, la bufanda escocesa y una cartera plagada de colgantes—incluido un muñeco Labubu—construyeron una narrativa visual entre lo funcional, lo kawaii y lo excéntrico. El street style de Lipa no sigue fórmulas: se reinventa con cada aparición.

En otra imagen que llamó la atención de sus fans, paseando con su actual pareja, Callum Turner, adoptó un registro casual pero pulido: top blanco, jeans celestes, bailarinas caladas y bolso hobo. El cabello recogido con media cola teñida de rojo agregó un foco inesperado. Coordinada cromáticamente con su pareja sin caer en lo literal, el conjunto reflejó armonía sin rigidez. En ambos casos, Lipa se apropió del lenguaje urbano con una gramática propia, en la que los detalles no son ornamento, sino signos identitarios.

Cinco mujeres, cinco narrativas visuales, una misma convicción: las calles son pasarelas legítimas. Y en ellas, el estilo no se impone con gritos, sino con silencios bien elegidos. Cada prenda, cada textura, cada accesorio, forma parte de un relato que se escribe en tiempo real, entre esquinas, flashes y pasos firmes.