Realizar actividades en la naturaleza o áreas verdes reduce el riesgo de soledad, según estudios

Diversas investigaciones demostraron que dedicar tiempo al aire libre puede reducir el aislamiento y mejorar el bienestar emocional. Según expertos consultados por The Washington Post, estas acciones reducen el aislamiento

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La soledad urbana se reduce
La soledad urbana se reduce con el contacto regular con la naturaleza y los espacios verdes, según estudios internacionales (Freepik)

La soledad, considerada por especialistas como un desafío de salud pública global, adquirió dimensiones preocupantes en las últimas décadas. Países como Reino Unido y Japón crearon ministerios específicos para enfrentar la sensación de aislamiento.

Algunos especialistas alertaron que el riesgo de muerte prematura asociado a la soledad equivale al de fumar hasta quince cigarrillos diarios. Según informó The Washington Post, diversas investigaciones comenzaron a señalar una solución tan accesible como transformadora: el contacto regular con la naturaleza y los espacios verdes.

Una pareja de adultos mayores
Una pareja de adultos mayores demuestra su pasión por la vida y el deporte, corriendo con entusiasmo en el parque. Este hombre y mujer, abuelo y abuela, encarnan la importancia del ejercicio al aire libre para la salud y la longevidad. A través del trotar, no solo fortalecen su cuerpo, sino también su vínculo, mostrando el camino hacia una vida sana y activa. Su dedicación al cuidado personal y al entrenamiento es un inspirador recordatorio de que nunca es tarde para empezar. (Imagen ilustrativa Infobae)

Concepto de “entorno solitario” y rol de la urbanización

El término “entorno solitario” fue acuñado en un análisis elaborado por Xiaoqi Feng, profesora de salud urbana y medio ambiente en la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia). Este concepto describe aquellos espacios urbanos donde predominan el asfalto, los vehículos y la escasez de vegetación, condiciones que favorecen el surgimiento o agravamiento de la soledad.

Feng explicó que “la dependencia del automóvil limita los encuentros espontáneos en barrios caminables”. Además, la falta de árboles y áreas verdes expone a los residentes a condiciones climáticas adversas, reduciendo el tiempo que pasan en espacios públicos.

La ausencia de parques cercanos priva a las personas de un “tercer lugar” fuera del hogar y del trabajo para socializar. “No estamos destinados a ser solitarios; son los entornos que creamos los que son solitarios”, sostuvo la investigadora.

El concepto de "entorno solitario"
El concepto de "entorno solitario" describe cómo la falta de vegetación y espacios públicos en las ciudades favorece el aislamiento social (REUTERS)

Espacios verdes y reducción de la soledad

Determinados estudios profundizaron en la relación entre espacios verdes y niveles de soledad. Matthew Browning, profesor asociado en la Universidad de Clemson, lideró una investigación sobre 8.383 adultos de mediana y avanzada edad.

El equipo usó imágenes satelitales para medir la densidad de vegetación y la proporción de parques públicos en las zonas residenciales. Se encontró que una mayor presencia de espacios verdes se asociaba con un menor riesgo de soledad, incluso al ajustar por factores como ingresos, educación y edad.

En Australia, Feng y su equipo realizaron un abordaje científico a 8.049 habitantes urbanos. Quienes vivían en áreas donde al menos el 30% del entorno cercano era verde experimentaron una reducción del 26% en la incidencia de soledad a lo largo de cuatro años. Este efecto fue aún más notable entre quienes vivían solos, con una disminución del 52%.

Otro estudio australiano halló que pasar más tiempo en espacios verdes o azules (zonas con agua) se asociaba con mayor alivio frente a la soledad. Dedicar entre una y dos horas semanales a estos entornos aumentó en un 69% la probabilidad de sentir alivio a los cuatro meses y en un 110% a los dieciséis meses, comparado con quienes pasaban menos de una hora.

Julianne Holt-Lunstad, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad Brigham Young, declaró en The Washington Post: “Hay evidencia de que quienes pasan tiempo en la naturaleza son menos propensos a sentirse solos. Pero esas son correlaciones, así que debemos entender por qué ocurre y si realmente poner a las personas en la naturaleza reduce la soledad”.

Investigaciones en Australia y Estados
Investigaciones en Australia y Estados Unidos demostraron que vivir cerca de áreas verdes disminuye significativamente el riesgo de soledad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo la naturaleza fomenta la conexión

Los especialistas coinciden en que los espacios verdes facilitan tanto el bienestar individual como la conexión social. El profesor Browning subrayó que “los barrios con árboles y vegetación fomentan la confianza y la interacción”, lo que fortalece los lazos comunitarios y reduce el aislamiento.

Por su parte, Holt-Lunstad indicó que estar en espacios públicos como parques o senderos incrementa las oportunidades de interacción social y de conexión con el entorno. Además, la exposición a la naturaleza contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, dos factores vinculados con la soledad.

Mientras que Jill Litt, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona y líder del proyecto Recetas, enfatizó que “el contacto con la naturaleza crea un espacio para la restauración, la recuperación y la conexión”.

Iniciativas y proyectos: el caso “Recetas”

Ante el reconocimiento de la soledad como un problema de salud pública, surgieron iniciativas como la prescripción social, donde los expertos recomiendan actividades comunitarias no médicas. El proyecto Recetas, presente en seis países, evalúa la eficacia de esta estrategia basada en la naturaleza.

De acuerdo con The Washington Post, Recetas convocó a 1.200 personas que manifestaron sentirse solas para participar en actividades grupales en espacios verdes urbanos. Las propuestas incluyen visitas a jardines, observación de aves, caminatas, paseos en bicicleta y exploración de bosques. Estas prácticas buscan fomentar tanto el contacto con la naturaleza como la vinculación social.

El proyecto Recetas promueve actividades
El proyecto Recetas promueve actividades grupales en espacios naturales urbanos para combatir la soledad en diferentes países (Charles University)

Consejos prácticos para aprovechar la naturaleza

Los expertos consultados recomendaron al menos una o dos horas semanales al aire libre, sin necesidad de realizar ejercicio extenuante. Feng sugirió actividades placenteras como sentarse, caminar, dibujar o contemplar el paisaje, y desconectarse de las obligaciones cotidianas.

“Para la mayoría de las personas, la naturaleza no es ir a un parque nacional. Es ver a sus hijos jugar al fútbol afuera o hacer una parrillada en el patio trasero”, remarcó Matthew Browning.

Otras sugerencias incluyen trasladar encuentros sociales a espacios exteriores, caminar con un amigo por el barrio o compartir un banco en el parque. También se recomienda unirse a clubes o clases al aire libre como caminatas, senderismo o ciclismo. Incluso estar solo en la naturaleza puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el ánimo.

“El contacto con la naturaleza crea un espacio para la restauración, la recuperación y la conexión”, concluyó Jill Litt. Dedicarle el tiempo sugerido por especialistas a prácticas al aire libre representa un primer paso accesible y efectivo para reducir la sensación de aislamiento en entornos urbanos, cada vez más solitarios.