Charlotte Caniggia reveló la insólita admiración de Mariana Nannis por una banda de música

La madre de la influencer fue fan de un fenómeno musical y de moda que marcó una época en Argentina, generó polémica con marcas internacionales y transformó la cultura urbana

Guardar
Charlotte Caniggia contó el fanatismo de su madre, Mariana Nannis, por los Wachiturros

La revelación de Charlotte Caniggia sobre los gustos musicales de su madre, Mariana Nannis, sorprendieron al público: la ex de Claudio Paul Caniggia, conocida por su afición al lujo, resultó ser una entusiasta seguidora de los Wachiturros, la banda de cumbia y reggaetón que marcó a una generación en Argentina. Según relató Charlotte, Nannis no solo admiraba al grupo, sino que logró que actuaran en uno de sus cumpleaños, celebrado en un boliche durante el auge del conjunto: “Mi mamá era muy fanática de los Wachiturros y en un cumpleaños nuestro fuimos a un boliche y dijo: ‘¿por qué no llamamos a los Wachiturros para que vengan a cantarnos?’. Y vinieron a mi cumpleaños".

La anécdota, compartida por Charlotte en Qué Tupé, el stream El Trece, mostró un costado inesperado de Nannis. Enzo Aguilar, compañero de Charlotte, aportó detalles sobre la popularidad de la banda y el fenómeno que generaron, especialmente en torno a su vestimenta y la relación con marcas de ropa reconocidas.

En Qué Tupé, Charlotta Caniggia
En Qué Tupé, Charlotta Caniggia mostró la foto con su madre y los Wachiturros

“¿Ustedes se acuerdan de las camisetas? Ellos se popularizaron usando unas camisetas de una marca de gente cheta, y de repente esta banda se populariza y todos los fanáticos lo Wachiturros compran la misma remera. ¿Qué hizo la marca? Los llamó, los citó y les dijo: ‘¿Cuánta guita necesitan para que dejen de usar nuestras camisetas?’. Y les pagaron por no usarlas más...“.

Lejos de ser una suerte de leyenda urbana, según los propios Wachiturros eso fue exactamente lo que sucedió.

La banda, integrada en sus comienzos por Brian Coqui Romero, Leonel Leíto Lencinas, Gonzalo Gonzalito Muñoz, Lucas Kaká Caballero, Emmanuel DJ Memo Guidone, Matías McCaquito Flores y Simón Gaete, surgieron en Morón, Buenos Aires, y se convirtieron en un fenómeno social a comienzos de la década de 2010. Su estilo fusionó la cumbia con el reggaetón y una estética urbana que se viralizó rápidamente, primero en Fotolog y luego en YouTube, alcanzando millones de visualizaciones sin videoclips oficiales. La banda pasó de animar fiestas en boliches a presentarse en escenarios emblemáticos como el Gran Rex y a cerrar eventos multitudinarios.

El grupo musical Wachiturros se
El grupo musical Wachiturros se hizo muy popular con el tema "Tirate un paso".

Uno de los episodios más recordados en la historia de los Wachiturros involucró a la marca francesa Lacoste. Durante el auge del grupo, sus integrantes popularizaron el uso de chombas y chalecos de la firma, prendas tradicionalmente asociadas a sectores acomodados. La masificación de esta imagen llevó a que Lacoste, preocupada por el cambio en la percepción de su marca, decidiera pagar a la banda para que dejara de vestir sus productos. Gonzalo Muñoz, líder del grupo, explicó que la oferta económica llegó al representante y no a los músicos. “La marca la usábamos porque Lacoste venía mucho de colores. Y como nosotros usábamos muchas cosas de colores era lo mejor vestir con eso. Y después Tommy —por la marca Tommy Hilfiger— empezó a fabricar ropas así y pasó ese problema y se ofreció y fuimos con esa”, relató Muñoz sobre el cambio de vestuario tras el acuerdo con Lacoste. El cantante también expresó su desacuerdo con la decisión de la marca: “No me parece bien que quieran pagarnos para que dejemos de usar su ropa. Se cansaron de vender remeritas gracias a nosotros”.

El impacto de los Wachiturros trascendió la música. Su influencia se reflejó en la moda juvenil y en la apropiación de símbolos de estatus por parte de sectores populares. La banda, que en sus inicios compraba la ropa original en outlets, vio cómo sus seguidores imitaban su estilo, aunque muchos recurrían a versiones no oficiales. Esta apropiación masiva incomodó a los ejecutivos de marketing de las marcas involucradas, que no esperaban que su indumentaria se convirtiera en emblema de la cultura urbana.