Nazareno Casero contó que encontró una bolsa de oro en la calle: “No le escapes a la fortuna”

El actor sorprendió al contar en vivo que encontró joyas de oro en un banco hace años, generando debate legal y la intervención de una abogada para analizar las implicancias del hallazgo

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Nazareno Casero reveló que encontró una bolsa con joyas de oro en un cajero automático (Video: Instagram)

En Deja que entre el sol, el ciclo de Vorterix conducido por Mario Pergolini, se vivió uno de los momentos más inesperados de la semana cuando Nazareno Casero relató al aire una historia insólita: dijo que alguna vez encontró una bolsa con joyas de oro en un cajero automático, que dudó sobre qué hacer y que, finalmente, se la quedó. Su relato disparó risas, sorpresa y hasta una intervención urgente de la abogada Mariana Gallego, quien se comunicó con el ciclo para aclarar el costado legal del episodio.

La anécdota surgió en medio de una conversación casual, cuando el actor decidió contar algo que —según él mismo explicó luego— ocurrió hace más de cuatro años, un detalle que más tarde sería crucial para el análisis jurídico. Todo comenzó cuando Nazareno recordó el momento en que ingresó a un banco a usar el cajero automático. “Entro al banco a sacar dinero de un cajero y veo que en un momento hay algo ahí como interesante. Pateo una cosa y había como una especie de bolsa con algo adentro y lo agarré”, relató. La sorpresa en el estudio fue instantánea. “¿En serio lo agarraste?”, preguntó Pergolini sin poder ocultar su incredulidad.

El actor confesó que dudó
El actor confesó que dudó sobre devolver el oro hallado, pero finalmente decidió quedárselo tras consultar a un conocido

La respuesta del actor dejó a todos boquiabiertos: “Obvio. Oro. Cadena de oro, pulseras de oro…”. El clima cambió inmediatamente y la curiosidad se desató en el piso. Nazareno explicó que su primera reacción había sido dudar. “Dudé. Dije: ‘No, lo tengo que devolver’”, contó. Sus compañeros quisieron saber qué hizo a continuación y él respondió que pensó en una forma de encontrar al dueño, pero no quería que las redes sociales se llenen de oportunistas.

Fue allí cuando recurrió a un conocido para pedir consejo. En su relato, ese diálogo terminó siendo determinante para la decisión final. “Le digo a un conocido: ‘No, mirá, me encontré esto’, y me dijo: ‘No le escapes a la fortuna’”, comentó entre risas. “¡No! Qué frase que te tiró, matadora”, reaccionó Pergolini. Y Nazareno remató con sinceridad absoluta: “Me cagó y me lo quedé”. El conductor, sorprendido, confesó que esperaba un desenlace distinto. “Creí que esto terminaba con algo decente”, lanzó.

El valor estimado del hallazgo
El valor estimado del hallazgo de Nazareno Casero fue de unos 15 gramos de oro, aunque no se precisó el monto exacto

A partir de allí, quisieron saber el valor del hallazgo. “Serían 15 gramos de oro”, dijo el actor, sin poder precisar un monto exacto. Sin embargo, lo que parecía ser solo una anécdota graciosa tomó un giro inesperado cuando Mariana Gallego, abogada, pidió la palabra con urgencia. “Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están? Yo muy preocupada. Estaba escuchando, tuve que agarrar el Código Penal y pedí urgente salir al aire”, dijo apenas la presentaron, generando risas pero también un clima de atención.

Gallego comenzó explicando un concepto clave: la res nullis. “La res nullis es la cosa que no es de nadie”, aclaró. Pero rápidamente hizo la distinción necesaria para el caso de Nazareno: “Por supuesto que es una cosa que fue perdida por alguien o abandonada por alguien. No es una cosa sin dueño”. Pergolini le preguntó entonces qué dice la ley cuando alguien encuentra oro o joyas en un sitio como un cajero. La abogada detalló que se trata de un objeto no registrable: “El tema es que no es un objeto registrable. Entonces, si uno encuentra por la calle algo que tiene valor, pero que no tiene forma de identificar quién es el dueño, uno se lo puede quedar”.

En ese momento, desde el piso remarcaron algo fundamental que el actor había mencionado: todo eso había ocurrido hace más de cuatro años. La abogada reconoció que ese dato cambiaba por completo cualquier posible interpretación penal. Si se hubiera tratado de un hurto —delito que requiere ánimo de apropiación—, la prescripción ya estaría cumplida. Es decir: aunque hubiera existido una infracción penal, hoy estaría extinguida.