Alejandra “Locomotora” Oliveras volvió a conmover a su entorno cuando, a menos de un mes de su fallecimiento, se produjo su debut actoral en la serie En el Barro, original de Netflix y el spin-off del éxito El Marginal. Para su hijo Alejandro, la experiencia de verla en pantalla resultó tan impactante como reconfortante, al convertirse en un legado inesperado que mantiene viva la presencia de la exboxeadora en la sociedad.
Alejandro compartió que observar a su madre en la ficción le genera una mezcla de asombro y nostalgia. “Es alucinante verla”, expresó en diálogo con la conductora de A la Tarde (América TV), Karina Mazzocco. En la charla, el hijo de la deportista y reconoció que la situación le resulta extraña, ya que no era habitual verla fuera del ring y en un contexto tan distinto como el de una serie carcelaria.
A pesar de la novedad, el joven destacó que la actuación de su mamá en la serie refleja fielmente su personalidad: “No fuma, no toma, no tiene escenas raras ni sexuales. Fue la primera vez que se la vio en pantalla actuando, no en un ring de boxeo”. Para Alejandro, el contenido no solo muestra una faceta desconocida de su madre, sino que también permite que su esencia permanezca intacta ante el público.

El legado de Alejandra trasciende el deporte. Seis veces campeona mundial de boxeo, la “Locomotora” aceptó el desafío de actuar con entusiasmo y sin nervios, según relató su hijo. Su motivación principal era abrirse camino en el mundo de la ficción, con la esperanza de que algún día se contara la historia de su vida en la pantalla. “Ella quería incursionar en el mundo de la ficción porque uno de sus sueños era que se hiciera la historia de su vida. Este proyecto fue como un paso más para hacerse más conocida en ese ámbito”, recordó el hijo de la boxeadora.
En En el Barro, Oliveras interpretó a Rocky, una boxeadora que termina en prisión y se convierte en protectora de una de las líderes del penal. El personaje, presente en todos los capítulos de las dos temporadas, se caracteriza por su fortaleza y su código personal, elementos que remiten a la propia trayectoria de la deportista. En una entrevista realizada en vida, Oliveras describió a Rocky como una mujer que actúa en defensa propia: “Estoy en la cárcel hace muchos años. No soy chorra ni narco, actúo en defensa propia. Maté a un hombre, a mi marido, pero como un acto de justicia. Lo maté a piñas. Cuando vean la serie me van a entender”.
La exboxeadora manifestó su agradecimiento por la oportunidad de actuar y subrayó que solo aceptó el papel tras conocer la historia de su personaje, ya que no se sentía cómoda interpretando a una delincuente común.

El proceso de duelo para Alejandro se vio atravesado por la aparición de su madre en la serie. Reconoció que la pérdida es difícil de sobrellevar y que la ficción le provoca emociones encontradas. “Es un proceso largo porque no se supera así nomás. Es muy impactante verla en la serie, me hubiera gustado que se vea ella misma porque creo que su personaje agradó mucho y su forma de actuar”, confesó. A pesar del dolor, Alejandro intenta mantener la fortaleza que su madre le transmitió: “Estoy haciendo un trabajito día a día, con un poco de bajón, pero sin bajar los brazos”. Además, el equipo de la serie le rindió homenaje con una dedicatoria al inicio del episodio: “En memoria de Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras”.
Antes de su muerte, la exboxeadora había manifestado su entusiasmo por el nuevo desafío. En más de una ocasión relató su sorpresa y alegría al ser convocada para el papel y agradeció la oportunidad de explorar un mundo desconocido para ella. “Es hermoso, es un mundo nuevo para mí porque nunca actué en ficción. Me encanta. Yo estoy agradecida a Sebastián Ortega por la oportunidad. Me llamaron y yo no lo podía creer, y ahí también me contaron el papel y por qué estoy en la cárcel y dije que sí”, relató. Su deseo de que su historia llegara a la pantalla grande o chica se materializó, al menos en parte, con este proyecto.