La Joaqui organizó la celebración de los 9 años de su hija Shaina con una fiesta de temática marina inspirada en las sirenas, y documentó cada detalle en sus redes sociales.
La cantante publicó imágenes y videos del festejo a través de su cuenta de Instagram, donde sus seguidores pudieron ver a su hija mayor, fruto de su relación con el trapero Coqeéin Montana, luciendo un moño rosa en su cabello.
La ambientación del evento contó con elementos alusivos al mundo submarino, en pleno furor de las transmisiones de la expedición del Conicet en el cañón submarino de Mar del Plata, incluyendo una espectacular torta de dos pisos decorada con motivos de La Sirenita, globos en colores rosa y transparentes, alfajores decorados con colas de sirena, caracoles y estrellas de mar en mazapán.


Entre los juegos y actividades destacadas del cumpleaños, una máquina de peluches personalizada con el nombre de Shaina formó parte central de la celebración, permitiendo a la cumpleañera y a sus invitados disfrutar de una experiencia diferente. La mesa dulce también siguió el estilo marítimo, con un candy bar repleto de confituras, cake pops y distintos dulces temáticos, además de tazas de té, masas finas, jugos naturales y frutas variadas.



El momento de soplar las velitas quedó registrado en una fotografía en la que la artista compartió. “La felicidad”, escribió, mostrando a Shaina sonriendo frente a la torta y rodeada de familiares y amigos. La Joaqui, además de mantener su actividad musical y su participación especial en La Voz Argentina, donde apoyó a los participantes del equipo de su novio, Luck Ra, expuso una faceta familiar al mostrar a su hija disfrutando de la celebración.
Recientemente, La Joaqui había manifestado preocupación entre sus seguidores debido a un accidente sufrido en Europa, por el que tuvo que usar un cuello ortopédico durante varias semanas. No obstante, la cantante resaltó en esta oportunidad su deseo de ofrecer a su hija Shaina un festejo inolvidable, reforzando los lazos familiares con una fiesta estratégica y cuidadosamente organizada.




En PH, Podemos Hablar (Telefe), la intérprete de “Princesas” y “San Turronas” se abrió sobre su vida y la de sus hijas, Shaina y Eva. La cantante reveló que la maternidad representó el punto de inflexión fundamental en su historia y explicó que su decisión de criarlas alejadas de la exposición mediática responde al deseo de evitarles experiencias dolorosas como las que vivió en su propia infancia.
Durante la entrevista, La Joaqui se refirió a la ausencia de apoyo familiar en los momentos más críticos tras el nacimiento de su segunda hija. Relató que su abuela se encontraba enferma y la vergüenza le impedía acudir a su padre, razón por la que buscó ayuda fuera del círculo familiar. Fue entonces cuando intervino Cazzu, quien gestionó de inmediato un departamento y un automóvil para asegurarle refugio y facilitar su salida de una relación marcada por la violencia.



Nacida en Mar del Plata en 1995, la Joaqui vivió junto a su madre una situación económica frágil que derivó en una mudanza a Costa Rica. Su adolescencia estuvo atravesada por consumos problemáticos, una etapa que, según reconoció, tuvo consecuencias profundas en su desarrollo. La maternidad, llegada a los 21 años, coincidió con el inicio de una etapa transformadora.
Al conocer que esperaba a Shaina, enfrentó el desentendimiento del padre, quien —según contó— expresó que no tenía ningún interés y priorizó una vida de adicciones y descontrol. “Cuando quedé embarazada de mi primera nena le conté al padre, él me dijo que no tenía ningún interés, él quería seguir su vida de droga y descontrol y yo me fui por un lado y él por el otro”, expresó.


La llegada de Eva, fruto de una relación diferente, repitió el distanciamiento paterno, pero esta vez la situación se agravó por episodios de violencia. Ante la falta de red familiar y el entorno hostil, el apoyo de Cazzu resultó decisivo. “Me dijo ‘bueno, ya tenés un departamento listo en tal lado, un auto te va a buscar en tal lugar’”, recordó.
En su testimonio destacó que la maternidad fue el salvavidas que le permitió superar etapas difíciles y recomponer el vínculo con su padre. “Me salvó la vida”, sintetizó la artista, quien resaltó su determinación por construir con sus hijas el vínculo que anheló para sí misma en la infancia: “Dependía de mí que esa persona no sintiera un montón de cosas que yo sentí”.