La partida del papa Francisco, a los 88 años, dejó un silencio profundo en todo el mundo. En Argentina, su tierra natal, el impacto fue inmediato. Pero la emoción se extendió mucho más allá de las fronteras. Entre los tantos mensajes de despedida que circularon en las últimas horas, uno de los más personales fue el de Isabel Macedo, quien compartió su tristeza a través de un sentido posteo en redes sociales.

La actriz, que había visitado al Sumo Pontífice en enero junto a su esposo, el exgobernador Juan Manuel Urtubey, y sus hijas Belita y Julia, compartió un emotivo video donde recopiló imágenes del encuentro, momentos vividos en el Vaticano y un recuerdo que, ahora, se vuelve imborrable. “Tengo el corazón hecho un nudo. Conocerte fue un regalo. Pensé que te íbamos a ver cinco minutos y cuando llegó el momento y nos invitaste a sentarnos con vos, se convirtieron en 40 minutos llenos de amor y de paz”, expresó.

En las imágenes se puede ver al pontífice estrechando la mano de Isabel, sonriendo con calidez a sus hijas y entregándoles un gesto tan simple como poderoso: unos chocolates y un rosario blanco. “Gracias por bendecir a nuestra familia. Por tomarnos de la mano y hablarnos mirándonos a los ojos. Gracias por ser tan cercano. La paz de tu mirada… cierro los ojos y puedo sentir lo que sentí en ese momento. QEPD”, expresó Macedo, con el corazón a flor de piel.

En el video, publicado desde su cuenta de Instagram, se aprecia a la familia ingresando al Vaticano, saludando al Papa con una sonrisa que mezcla admiración y ternura. En otro de los momentos del clip, la antagonista de Margarita enfoca a sus hijas, quienes muestran unos chocolates y un rosario blanco que les regaló el máximo líder de la Iglesia Católica.

Cabe mencionar que esta no fue la única vez que Isabel compartió su emoción tras el encuentro. En enero, luego de la visita, había publicado una reflexión con un enfoque diferente, casi en tiempo real. “Hace exactamente una semana estábamos en el Vaticano, viviendo uno de los momentos más increíbles de nuestras vidas. Nuestro encuentro con el papa Francisco de 40 minutos fue paz, y mucho amor, respeto, cariño, empatía, sensibilidad y escucha”, relató.

Incluso, destacó especialmente el cariño con el que el Pontífice trató a las más pequeñas de la familia: “Gracias por ser tan amoroso con mis hijas, por invitarlas a que se sientan niñas y puedan disfrutar del momento. Gracias por esperarlas con caramelos y chocolates”, escribió respecto a la reunión a la que asistió también con uno de los hijos de su marido, Mateo Urtubey. En otra línea, dejó entrever la intensidad emocional del encuentro con una frase que resume todo lo que sintió: “Nunca me pude casar por Iglesia, pero esto superó todo. Te amo, papa Francisco”.

El encuentro entre Macedo, su familia y el papa Francisco fue breve, pero dejó una huella profunda. Un gesto, una conversación extendida, unos chocolates para dos niñas y un rosario blanco bastaron para transformar una audiencia protocolar en un recuerdo inolvidable. Hoy, ante su partida, esas imágenes se resignifican. Ya no son solo una postal familiar, sino el testimonio silencioso de la cercanía y humanidad de un líder espiritual que, hasta el final, eligió estar presente.