Cómo es el dron submarino construido en Australia para defender sus costas

El Speartooth destaca por sus casi 8 metros de largo y su capacidad para permanecer inmóvil en el lecho marino durante extensos intervalos

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El Speartooth puede adaptarse a diferentes misiones. VIDEO: C2 Robotics.

Un dron submarino de gran autonomía, denominado Speartooth, se ha convertido en el elemento central de la nueva estrategia de Australia para proteger sus accesos marítimos del norte.

Este vehículo no tripulado, capaz de operar durante largos periodos bajo el agua y de adaptarse a diferentes misiones, representa el avance más reciente en la vigilancia marítima del país, en un contexto de crecientes desafíos en la región del Indo-Pacífico.

El Speartooth, diseñado por C2 Robotics, destaca por su tamaño —alrededor de 8 metros de longitud— y su capacidad para permanecer inmóvil en el lecho marino durante extensos intervalos, lo que le permite conservar energía y pasar inadvertido. Cuando detecta la presencia de un buque o submarino, el dron puede emerger para transmitir la información recopilada.

Su sistema de propulsión híbrido, que combina baterías de ion-litio con un motor diésel-eléctrico, le otorga una autonomía de hasta 2.000 kilómetros y la posibilidad de alcanzar profundidades de 2.000 metros. Además, el Speartooth puede equiparse con distintos módulos de misión, desde sensores avanzados hasta, potencialmente, armamento, lo que amplía su versatilidad operativa.

El dron Speartooth forma parte
El dron Speartooth forma parte del nuevo sistema de vigilancia australiano. (C2 Robotics)

Red de vigilancia submarina y sistemas integrados

Este dron forma parte de una red de vigilancia submarina más amplia, resultado de la colaboración entre Thales Australia, Austal y C2 Robotics. La red integra, junto al Speartooth, los sistemas BlueSentry y BlueSeeker de Thales, tecnologías de sonar y arreglos remolcados diseñados para captar y analizar firmas acústicas de embarcaciones y submarinos.

Estas herramientas actúan como los “oídos” del sistema, permitiendo la detección y el seguimiento de amenazas bajo el agua. El despliegue y recuperación de los drones se realiza mediante patrulleras Evolved Cape-class de Austal, ya en servicio con la Marina Real Australiana y la Fuerza de Fronteras de Australia, lo que dota al sistema de una movilidad y flexibilidad inéditas.

A diferencia de los métodos tradicionales de vigilancia marítima, como los sensores fijos en el fondo marino o las boyas de sonar flotantes, la nueva red australiana ofrece ventajas notables. Los sensores estáticos solo cubren áreas limitadas y las boyas presentan un alcance y vida útil reducidos.

El sistema integrado del Speartooth
El sistema integrado del Speartooth emplea tecnologías de sonar avanzadas. (Captura/C2 Robotics)

En cambio, la combinación de drones móviles y patrulleras permite cubrir extensas zonas oceánicas durante largos periodos y reubicar los dispositivos según evolucionen las amenazas. Esta capacidad de vigilancia persistente y adaptable proporciona inteligencia en tiempo real tanto sobre buques de superficie como sobre submarinos, transformando las aguas del norte australiano en una zona marítima inteligente y vigilada de forma continua.

Importancia estratégica

El desarrollo de esta red responde a la necesidad de reforzar la seguridad nacional ante el aumento de las tensiones en el Indo-Pacífico, donde la protección de rutas marítimas estratégicas resulta crucial. Además, la apuesta por tecnología y fabricación local refuerza la soberanía australiana en materia de defensa, al reducir la dependencia de sistemas extranjeros.

El proyecto se alinea con la estrategia nacional en el marco de la alianza AUKUS, que une a Australia con Estados Unidos y Reino Unido en el desarrollo de capacidades tecnológicas avanzadas para el ámbito submarino.

La estrategia de Australia emplea
La estrategia de Australia emplea empresas locales para reducir la dependencia de tecnología extranjera. (Captura/C2 Robotics)

De cara al futuro, el consorcio industrial responsable del sistema prevé incorporar nuevas tecnologías y opciones en cada fase del proyecto, con la expectativa de realizar demostraciones operativas el próximo año. Esta iniciativa representa un avance hacia una vigilancia marítima más inteligente, flexible y autónoma en la región.