Cómo funciona el ataque de diccionario, la versión automatizada del robo de claves

La técnica automática prueba listas de contraseñas comunes hasta dar con la correcta; la defensa empieza por no usar claves previsibles

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El ataque usando un diccionario
El ataque usando un diccionario virtual se ha vuelto cómun. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los especialistas en ciberseguridad vienen advirtiendo que continúa en aumento el uso de ataques automáticos que prueban múltiples combinaciones hasta dar con la clave correcta. Es una técnica antigua, pero sigue vigente porque depende de un error que todavía cometen millones de personas: usar contraseñas débiles. Distintos laboratorios indicaron que, cuando se trata de claves previsibles o numéricas cortas, el acceso puede concretarse en apenas un par de segundos.

Los ataques más simples consisten en que el sistema del delincuente intenta una clave tras otra hasta que una coincide con la que requiere el servicio. Para evitarlo, muchas plataformas empezaron a limitar la cantidad de intentos o a obligar al usuario a activar una segunda capa de seguridad, como códigos enviados al celular o verificación biométrica. Sin embargo, esa protección adicional no está habilitada en todos los servicios y el resultado es que siguen existiendo espacios vulnerables.

En este escenario aparece el ataque de diccionario, una variante de fuerza bruta que aplica una lista ya preparada de contraseñas comunes. Esta lista está formada por claves que se repiten todos los años: combinaciones numéricas sencillas, nombres propios, palabras cortas o frases populares. El atacante las introduce de forma automática con herramientas diseñadas para escribir y probar cada una en segundos. Si alguna coincide, obtiene el acceso.

Ciberdelincuentes usan contraseñas comunes para
Ciberdelincuentes usan contraseñas comunes para atacar a los usuarios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lo que hace que este tipo de agresión digital sea grave es que ni siquiera requiere grandes recursos técnicos. El software está disponible de modo público y solo basta un equipo básico para ejecutarlo. Incluso existe una versión más peligrosa: la que se arma con datos personales de la víctima. Cuando los delincuentes cuentan con información previa del usuario —ciudad de residencia, apodo, fecha de nacimiento o nombres de familiares— pueden construir un listado a medida, aumentando la probabilidad de éxito.

Nunca uses este tipo de contraseñas

Los informes de las compañías de ciberseguridad son claros: hay combinaciones que se descifran en menos de un segundo. Entre las más frágiles se encuentran secuencias numéricas que van del “0000” al “123456”, palabras geográficas, nombres de países, frases populares, letras repetidas o patrones de teclado evidentes. Muchos usuarios las mantienen por costumbre, comodidad o falta de tiempo para pensar en una alternativa mejor, lo que deja las puertas abiertas a ser víctimas.

De igual forma, en los dispositivos y cuentas recién activadas a veces se incorporan claves temporales predeterminadas para un primer inicio de sesión. Si el usuario no las cambia por una más robusta, seguirá expuesto porque los delincuentes ya conocen estos formatos por defecto. Es uno de los errores más comunes en routers, correo electrónico nuevo, tarjetas SIM al estrenar una línea móvil o incluso en servicios de streaming compartidos.

Especialistas en ciberseguridad recomiendan no
Especialistas en ciberseguridad recomiendan no usar contraseñas comunes. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, es importante tener en cuenta que esta técnica no se limita al acceso de redes sociales. Una vez que el atacante obtiene la contraseña, puede entrar a cuentas financieras, plataformas de trabajo remoto, tiendas en línea o servicios de mensajería. El daño potencial incluye transacciones no autorizadas, robo de información personal o suplantación de identidad.

Cómo crear una contraseña segura

Los expertos recomiendan evitar cualquier palabra común del diccionario y combinar letras mayúsculas y minúsculas con símbolos y números. Incluir caracteres únicos también puede incrementar la dificultad, ya que muchos diccionarios de ataque están diseñados para idiomas específicos o teclados estándar. Una contraseña larga —de más de 12 caracteres— eleva considerablemente la barrera de seguridad.

Otra alternativa es reducir la dependencia de claves tradicionales. Cuando es posible, los sistemas biométricos, como desbloqueo por huella o reconocimiento facial, añaden un nivel superior de protección porque no pueden ser replicados con simples listas automatizadas. De igual manera, los gestores de contraseñas ayudan a generar combinaciones robustas distintas en cada servicio, evitando repetir la misma en todas las plataformas.

Tener una contraseña de más
Tener una contraseña de más de 12 letras ayuda en la seguridad digital. - (Imagen Ilustrativa Infobae)