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Sus declaraciones han despertado la
Sus declaraciones han despertado la atención de la industria de los semiconductores. (Composición Infobae: REUTERS/Shelby Tauber/Pool/Dado Ruvic/Anushree Fadnavis)

El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, ha sido claro respecto a su preferencia en la provisión de chips de alto rendimiento para inteligencia artificial. En declaraciones públicas recientes, Altman habría manifestado su favoritismo por TSMC frente a Intel, expresando su deseo de que la compañía taiwanesa incremente su capacidad de producción para acompañar la acelerada demanda en el sector.

Esta postura, comunicada en una entrevista con Stratechery, pone de relieve el papel de TSMC en el desarrollo de aceleradores IA y cómo las necesidades inmediatas de las empresas tecnológicas influyen en la dirección futura de la industria de semiconductores.

TSMC: el motor de los chips para inteligencia artificial avanzada

Las declaraciones de Sam Altman han despertado la atención de la industria de los semiconductores, al perfilar a TSMC como la opción preferida para la expansión de la capacidad en la fabricación de chips dedicados a inteligencia artificial. El razonamiento detrás de esta perspectiva resulta directo: TSMC ostenta el liderazgo en la tecnología de nodos de proceso avanzados, fundamentales para crear aceleradores IA de gama alta.

TSMC es una empresa taiwanesa
TSMC es una empresa taiwanesa dedicada a la fabricación de semiconductores.

Las fábricas del fabricante taiwanés y el grado de madurez en el rendimiento que ha alcanzado la posicionan como la ruta más veloz y eficaz para abastecer la creciente demanda del sector.

Altman expresó a Stratechery: “Me gustaría que TSMC simplemente construyera más capacidad”. Con esta declaración, el ejecutivo de OpenAI subraya una urgencia compartida en el sector. El crecimiento de los modelos de IA implica una explosión en la necesidad de chips cada vez más sofisticados y potentes. Por ello, la agilidad de TSMC resultan una ventaja frente a competidores que todavía atraviesan etapas de reestructuración y modernización en sus rutas de producción.

En contraste, el avance de Intel en el segmento de fundición implica una apuesta a futuro, con iniciativas como la presentación de su nodo 18A y su promesa de alternativas para abastecimiento, pero con desafíos considerables para escalar su oferta y alcanzar los rendimientos de TSMC.

TSMC produce una amplia variedad
TSMC produce una amplia variedad de chips utilizados en dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadoras y automóviles. REUTERS/Ann Wang

Incrementar la capacidad para competir y lograr resultados consistentes requiere un proceso prolongado, un plazo del que muchas empresas de inteligencia artificial carecen, principalmente por la presión existente y las complejas demandas técnicas de los modelos actuales.

Este llamado de Altman se interpreta como una señal de mercado directa: cuando los principales compradores piden más obleas, proveedores y legisladores prestan especial atención a la situación. De este modo, la presión ejercida públicamente por el CEO de OpenAI se convierte en un catalizador para la toma de decisiones en torno a las inversiones y expansiones dentro de la cadena de suministro global de semiconductores.

Cadena de suministro y riesgos geopolíticos de la concentración en TSMC

La preferencia por TSMC, además de tener una base técnica y de rendimiento, involucra cuestiones geopolíticas que no pasan desapercibidas para empresas y gobiernos. La mayoría de las operaciones de TSMC se concentran en Taiwán, lo que ofrece a compradores acceso ágil al silicio más avanzado. Sin embargo, esta centralización introduce preocupaciones estratégicas respecto a la resiliencia y estabilidad de la cadena de suministro global.

Sam Altman ha sido claro
Sam Altman ha sido claro respecto a su preferencia en la provisión de chips de alto rendimiento para IA. (Imagen ilustrativa)

Las discusiones recientes reflejan un debate más amplio sobre la necesidad de diversificación y sobre cómo actores industriales y políticos perciben la dependencia respecto a una sola región, dada la situación geopolítica de Taiwán. Si bien la concentración de capacidad posibilita respuestas rápidas, también amplifica los riesgos en escenarios de tensión internacional o eventos disruptivos en la isla.

En tal sentido, el comentario de Altman puede verse como una medida de doble filo. Por un lado, representa un impulso pragmático para resolver necesidades inmediatas a través del aumento de capacidad por parte de TSMC.

Por el otro, también puede interpretarse como una admisión de que la diversificación de proveedores ―y en particular, la migración de parte de la producción a otras geografías― requerirá una estrategia de largo aliento. Esto se traduce en mayores inversiones, planificación más extensa y coordinación a nivel internacional para lograr una industria de semiconductores menos vulnerable ante shocks externos o crisis regionales.

La compañía taiwanesa tiene plantas
La compañía taiwanesa tiene plantas habilitadas para producir semiconductores de alta integración en Taiwán, China y Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Impacto de la capacidad de chips en la innovación de inteligencia artificial

El acceso a chips de última generación determina la velocidad y la escala a la que las organizaciones pueden desarrollar, entrenar y desplegar modelos de inteligencia artificial avanzados. El eje central para los productos actuales reside en la capacidad de las fundiciones para mantener el ritmo de la innovación.

Cuando la oferta se estanca, las empresas enfrentan retrasos en los lanzamientos de productos, mayores costes en servicios de nube y una ralentización en los ciclos de desarrollo.

La presión ejercida por OpenAI para expandir la capacidad de TSMC no debe interpretarse como un respaldo a un monopolio, sino como una solicitud pragmática para responder a la demanda real del mercado tecnológico. Este llamado probablemente acelerará negociaciones privadas, elevará el interés de inversores y atraerá la atención de autoridades gubernamentales, enfocados en garantizar el suministro fluido de obleas y en asegurar la competitividad a nivel global.

Es relevante notar que la situación revela una dinámica en la que las startups y las grandes tecnológicas ya no dependen solo de los movimientos de los fabricantes, sino que ejercen influencia activa en la planificación de la producción a nivel mundial.