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Estas opciones permitirán montar una
Estas opciones permitirán montar una PC completa y funcional sin comprar una tarjeta gráfica dedicada. (Tec)

A menudo, los procesadores con gráficos integrados pasan desapercibidos frente a las tarjetas gráficas dedicadas, pese a que hoy ofrecen una experiencia muy decente para quienes buscan ahorrar o armar un equipo flexible y escalable.

Estos procesadores pueden estar acompañados de una unidad gráfica (GPU) o tener la misma integrada en el mismo chip. En cualquier caso, se podrá ejecutar tareas gráficas, reproducir videos en alta resolución y hasta permitir juegos ligeros sin necesidad de una tarjeta de video aparte.

Aquí repasamos los modelos más destacados en 2025, con sus principales ventajas y limitaciones, según la selección de Topes de Gama.

AMD Ryzen 5 5600G

AMD Ryzen 5 5600G. (AMD)
AMD Ryzen 5 5600G. (AMD)

Ideal para presupuestos ajustados, el Ryzen 5 5600G ofrece lo esencial para trabajar, estudiar o entretenerse con juegos sencillos y retro. Integra seis núcleos y doce hilos con arquitectura Zen 3 y, además, una GPU Radeon basada en tecnología Vega. Si bien no está pensado para gaming exigente, responde bien en tareas cotidianas y permite jugar en 720p a varios títulos populares de baja demanda.

Ventajas:

  • Excelente relación costo-rendimiento: se obtiene una PC funcional para tareas diarias, diseño básico y multimedia sin sumar una GPU aparte.
  • Buenas capacidades para multitarea, gracias a sus seis núcleos.
  • Los gráficos integrados permiten jugar cómodamente títulos simples o antiguos e incluso algunos modernos en resoluciones bajas.

Desventajas:

  • La tecnología gráfica Vega es ya algo antigua, por lo que no compite con las nuevas integradas de generaciones superiores.
  • Su limitación a PCIe 3.0 reduce la velocidad si más adelante quieres ponerle una tarjeta gráfica moderna.
  • En juegos actuales o de alta exigencia, solo permite calidades y resoluciones bajas, limitando la experiencia del gamer.

Intel Core i7-12700K

Intel Core i7-12700K. (Intel)
Intel Core i7-12700K. (Intel)

El i7-12700K ha sido uno de los procesadores integrados más versátiles de Intel, combinando alto rendimiento, eficiencia y buenos gráficos. Utiliza la arquitectura híbrida Alder Lake (mezcla núcleos potentes con otros eficientes), lo que mejora mucho la velocidad en multitarea y aplicaciones modernas. Ofrece muy buen desempeño en gaming y trabajo profesional, además de soportar tecnologías recientes como DDR5 y PCIe 5.0 para futuras actualizaciones.

Ventajas:

  • Arquitectura híbrida (núcleos P de rendimiento + núcleos E de eficiencia) ideal para tareas intensivas y juegos.
  • Puede alcanzar hasta 5 GHz en modo turbo, logrando una experiencia similar a otros procesadores de alta gama.
  • Admite memorias y almacenamiento de nueva generación, ofreciendo mayor vida útil y escalabilidad.

Desventajas:

  • El consumo energético es alto (hasta 190 W en turbo), por lo que requiere un buen sistema de refrigeración para evitar sobrecalentamientos.
  • Para aprovechar todas sus mejoras, necesitas una placa base LGA-1700 y probablemente actualizar la BIOS, lo que suma coste si partes de una PC más antigua.
  • El margen para hacer overclock (aumentar manualmente la velocidad) es menor comparado con otros modelos de gama alta.

AMD Ryzen 7 8700G

AMD Ryzen 7 8700G. (AMD)
AMD Ryzen 7 8700G. (AMD)

Como referente en la nueva generación de APUs (Unidad de Procesamiento Acelerado), el Ryzen 7 8700G destaca por su gráfica integrada Radeon 780M, capaz de enfrentarse a tarjetas de entrada en rendimiento. Gracias a sus ocho núcleos y la moderna arquitectura Zen 4, ofrece excelente desempeño para productividad, streaming y juegos en 1080p (Full HD), sobre todo si usas tecnologías como FSR para mejorar fluidez sin sacrificar tantos gráficos.

Ventajas:

  • Es la iGPU más potente hoy para escritorio, perfecta para quienes quieran jugar sin invertir en una GPU dedicada.
  • Muy eficiente: ajusta bien el rendimiento respecto al consumo (65 W).
  • El socket AM5 permite futuras actualizaciones, prolongando la vida útil del equipo.

Desventajas:

  • Como procesador puro, puede quedarse algo corto frente a ciertos modelos de Intel en bruto (raw performance).
  • El precio es más alto que el de CPUs sin gráficos, lo que limita su atractivo para quienes piensan usar otra GPU más adelante.