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La velocidad que alcanza permite
La velocidad que alcanza permite transmitir archivos de gran tamaño, como una película de 50 GB, en apenas unos segundos. (HP)

El salto cualitativo que representa la llegada del chip 6G ‘universal’ no solo radica en su capacidad para manejar velocidades superiores a 100 gigabits por segundo a lo largo de toda la banda inalámbrica, sino en su carácter completamente adaptable.

Este desarrollo permite comunicarse a través de cualquier frecuencia, en cualquier dispositivo y desde cualquier localización. A diferencia de generaciones previas restringidas por limitaciones de bandas y equipos, el nuevo chip rompe esa barrera al soportar entornos urbanos densos, regiones remotas, contextos submarinos y hasta aplicaciones en el espacio.

La velocidad que alcanza permite transmitir archivos de gran tamaño, como una película de 50 GB, en apenas unos segundos.

El chip alterna de manera
El chip alterna de manera automática entre frecuencias bajas y altas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Investigadores de la Universidad de Pekín y City University de Hong Kong han desarrollado este chip 6G ‘universal’ diseñado para la próxima generación de comunicaciones móviles. Este dispositivo permite alcanzar velocidades de transferencia superiores a las actuales y posibilita aplicaciones de ultra banda ancha y redes inteligentes adaptativas, aspectos clave para el despliegue futuro de las tecnologías 6G.

Según los expertos detrás de esta innovación, el dispositivo está orientado a responder a las demandas de un mundo cada vez más interconectado, donde la gestión simultánea de millones de dispositivos requiere soluciones extraordinarias en materia de latencia, eficiencia y ancho de banda.

Características técnicas del chip 6G ‘universal’

El chip alterna de manera automática entre frecuencias bajas y altas, usando una arquitectura que integra fotónica y electrónica para procesar eficientemente las señales. Este avance no solo optimiza el consumo energético, sino que también mantiene la comunicación estable y libre de interferencias mediante un salto rápido y dinámico entre canales disponibles.

El chip 6G ‘universal’ mide
El chip 6G ‘universal’ mide apenas 11 milímetros por casi dos milímetros y reúne en un solo componente las funciones de nueve sistemas distintos. (Ilustración: Shutterstock)

Por otro lado, el diseño ultracompacto del chip 6G ‘universal’, con dimensiones de apenas 11 milímetros por casi dos milímetros, concentra las tareas de nueve sistemas distintos en un solo componente. Destaca especialmente la incorporación de una función de navegación por frecuencia, que detecta automáticamente bandas saturadas e interfiere en tiempo real, ajustando la conectividad para asegurar la mejor calidad de transmisión.

Todo esto se traduce en una versatilidad sin precedentes, ya que el chip puede emplearse en una amplia variedad de aplicaciones, desde teléfonos móviles y estaciones base hasta drones, dispositivos IoT y equipos industriales.

De acuerdo con los investigadores responsables, la principal aportación de este chip radica en su capacidad para la programación multipropósito y el ajuste dinámico de frecuencias, atributos especialmente valiosos en dispositivos modernos que requieren responder rápidamente a las fluctuaciones y necesidades del entorno de red.

De acuerdo con los investigadores
De acuerdo con los investigadores responsables, la principal aportación de este chip radica en su capacidad para la programación multipropósito. (Imagen Ilustrativa Infobae)

6G, ultra banda ancha y redes inteligentes basadas en IA

El despliegue de la sexta generación de conexiones está proyectado a gran escala para el año 2030, aunque ya se preparan pruebas piloto para 2026. La innovación presentada por el equipo de investigadores adelanta estos plazos, en un contexto donde Europa, tras dominar las generaciones previas, comenzó a perder peso desde el auge del 4G.

De cara al futuro, este chip 6G ‘universal’ se perfila como la puerta de acceso a una nueva era de ultra banda ancha accesible en cualquier lugar del planeta. Según explican los expertos, su desarrollo permitiría redes inteligentes “nativas de IA”, capaces de reconfigurarse sin intervención humana a partir de algoritmos integrados que interpretan y se ajustan a los cambios del entorno electromagnético.

Todo ello garantiza una conectividad estable, de altísimo rendimiento y con un consumo energético mínimo, factores determinantes para sostener el crecimiento exponencial de la demanda digital y la multiplicidad de dispositivos conectados de manera simultánea.