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La competencia cuántica entre IBM,
La competencia cuántica entre IBM, Google y Microsoft redefine el futuro del sector tecnológico

En los laboratorios del Thomas J. Watson Research Center, donde hace décadas IBM forjó su legado, la computación cuántica ha devuelto a la compañía su papel en el avance tecnológico global. Mientras las industrias y los gobiernos proyectan inversiones cercanas a USD 2.000 millones para abrazar esta revolución, IBM acelera el desarrollo de ordenadores cuánticos junto a gigantes como Google y Microsoft, adelantando capacidades que prometen ir mucho más allá de las máquinas convencionales. La anhelada ventaja cuántica —el punto en el que estos sistemas resuelvan problemas inaccesibles para los ordenadores clásicos— se vislumbra como próximo hito disruptivo, con potencial de transformar la seguridad, la medicina y la economía mundial, según destacó The Wall Street Journal.

La renovada apuesta por la tecnología cuántica ha reposicionado a IBM, que no experimentaba este tipo de protagonismo desde el auge de Watson. El físico Jerry Chow, a cargo del área de investigación cuántica, recuerda cómo los primeros experimentos ocupaban espacios reducidos y equipos rudimentarios. Ahora, lidera instalaciones repletas de máquinas de última generación donde un creciente grupo de ingenieros avanza en la programación y el desarrollo de sistemas cuánticos. Uno de sus logros, el Quantum System Two, alberga en su estructura cromada un complejo sistema de enfriamiento mediante helio líquido y ya se emplea en proyectos de vanguardia. Este modelo es el primero de una serie con la que IBM busca traer de vuelta los “grandes fierros”: supercomputadoras robustas y escalables pensadas para redefinir los estándares de la industria.

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La tolerancia a fallos y la refrigeración extrema son retos clave para el avance de los ordenadores cuánticos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Competencia y alianzas en la carrera cuántica

El resurgimiento de IBM ha coincidido con una carrera intensa en el sector, que involucra tanto a titanes tecnológicos como a un creciente ecosistema de startups especializadas. Recientemente, la compañía anunció una colaboración con AMD para el desarrollo de supercomputadoras diseñadas bajo principios cuánticos, y un programa actualizado para certificar desarrolladores en esta tecnología, según el medio financiero de Nueva York. En este escenario, se destacan también rivales como Google, cuya hoja de ruta proyecta la segunda de seis etapas hacia la creación de un ordenador cuántico robusto y funcional. Por su parte, Microsoft, liderada en este campo por Jason Zander, apuesta por una tecnología diferente: los qubits topológicos. La compañía confía en que podrá construir un ordenador cuántico de escala útil “en años, no en décadas”, afirmó Zander a The Wall Street Journal, aunque su enfoque todavía no ha sido plenamente verificado y genera escepticismo entre investigadores.

La industria cuántica muestra enfoques divergentes. A diferencia de lo ocurrido tras la invención del transistor de silicio en 1954, momento en el que se consolidó un estándar tecnológico que hoy sostiene computadoras, teléfonos y demás electrónicos, hoy conviven al menos ocho estrategias distintas para el procesamiento cuántico, de acuerdo con el analista Mark Horvath de Gartner. IBM cuenta con una ventaja: su propia fábrica de microchips, lo que facilita la evolución de su hardware y sistemas de refrigeración. Por otro lado, Google ha sido seleccionada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos (DARPA), que evaluará en los próximos años cuál de los desarrollos actuales podría conducir, aproximadamente en 2033, a la primera computadora cuántica tolerante a fallos y viable para aplicaciones prácticas fuera del laboratorio.

Potencial e impacto de la computación cuántica

Las aplicaciones potenciales de la computación cuántica han impulsado una oleada de inversiones y renovado el debate sobre su alcance. Según explicó Chow a The Wall Street Journal, estos sistemas podrían, en teoría, solucionar ciertos cálculos miles de millones de veces más rápido que cualquier superordenador tradicional. Esto abre la puerta a descifrar métodos de cifrado digital que protegen desde contraseñas hasta criptomonedas, optimizar complejos procesos logísticos y avanzar en simulaciones para nuevos materiales y medicamentos. Horvath, de Gartner, estima que un mercado comercial relevante podría aparecer hacia el final de esta década, cuando los fabricantes de hardware cuántico comiencen a percibir ingresos sustanciales y alcancen el umbral marcado por la ventaja cuántica.

Desafíos técnicos y próximos hitos

Superar los obstáculos tecnológicos sigue siendo la prioridad. Los qubits, unidades básicas de la computación cuántica, son extremadamente sensibles a pequeñas alteraciones ambientales: pueden perder información por eventos tan lejanos como un rayo cósmico o un sismo al otro lado del mundo. IBM y Google enfrentan retos relacionados con la corrección de errores y la refrigeración de chips hasta temperaturas cercanas al cero absoluto, mientras otras iniciativas exploran tecnologías que funcionan a temperatura ambiente o con materiales exóticos como el diamante, cuyas aplicaciones comerciales aún son incipientes.

Microsoft proyecta ordenadores de un millón de qubits en tamaños compactos, aunque su tecnología todavía busca validación experimental. DARPA evaluará todas estas alternativas dentro de un cronograma que quiere resolver los problemas de tolerancia a fallos antes de 2033. Mientras tanto, IBM avanza en la sustitución progresiva de sus chips Heron mediante clusters mayores, con el objetivo de presentar su primer sistema tolerante a fallos en 2029. El CEO de IBM, Arvind Krishna, comparó este futuro punto de inflexión con el impacto que tuvo para Nvidia el auge de la inteligencia artificial generativa, trazando paralelismos entre ambas revoluciones informáticas, señaló The Wall Street Journal.

El renovado interés global por la computación cuántica es el resultado de décadas de evolución en la tecnología. Mientras que el despegue de la inteligencia artificial resultó inesperado para muchos, la revolución cuántica ha estado en el horizonte tanto tiempo que incluso firmas como Nvidia han cambiado de parecer en pocos meses ante la presión competitiva. Para Krishna, la multiplicidad de actores y enfoques significa que la transformación está mucho más cerca de materializarse; ya no se trata de un solo pionero disputando el futuro, sino de una industria entera decidida a no quedarse atrás.