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La preferencia por modelos de
La preferencia por modelos de lenguaje más pequeños podría reducir la demanda de capacidad computacional en inteligencia artificial (Imagen Ilustrativa Infobae)

La inteligencia artificial (IA) se ubica entre los mayores auges de inversión en la historia moderna. En lo que va de 2025, grandes empresas de Estados Unidos destinaron casi USD 400.000 millones a infraestructura para ejecutar nuevos modelos de IA. Según detalló The Economist, los principales creadores de modelos a nivel mundial, OpenAI y Anthropic, logran recaudar miles de millones cada pocos meses. Analistas prevén que, para finales de 2028, la inversión global superará los USD 3 billones.

Según indicó The Economist, las tecnologías con potencial para transformar la economía suelen atraer flujos elevados de capital, pero el auge de la IA muestra mayor intensidad respecto a ciclos pasados. En el sector circula la idea de que alcanzar la inteligencia artificial general (IAG), definida como la capacidad de superar a un ser humano promedio en la mayor parte de las tareas cognitivas, podría ser posible en pocos años. La primera empresa que logre ese objetivo tendría acceso a beneficios de alto valor.

El 10 de septiembre, Oracle, una de las multinacionales tecnológicas más destacadas del mundo, registró un aumento en su cotización tras la publicación de proyecciones optimistas para su área de computación en la nube aplicadas a IA, lo que ubicó temporalmente a su director ejecutivo, Larry Ellison, como el hombre más rico del mundo.

Empresas tecnológicas, desarrolladores inmobiliarios y
Empresas tecnológicas, desarrolladores inmobiliarios y proveedores de energía lideran el flujo de capital hacia la IA (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo)

Diversidad de actores y riesgos de la inversión

Además de las empresas tecnológicas que concentran recursos en infraestructura para modelos avanzados, otros sectores como desarrolladores inmobiliarios y proveedores de energía eléctrica también canalizan fondos hacia este entorno. Esta tendencia impulsa una carrera por captar oportunidades en IA.

Según The Economist, una parte de los inversores perderá dinero, ya que la IA podría iniciar una nueva etapa de crecimiento económico del 20% anual. Algunos accionistas pueden obtener rentabilidades elevadas y otros enfrentarán pérdidas importantes.

La implementación de IA en actividades cotidianas generará nuevos escenarios. La preferencia actual de los usuarios por modelos de lenguaje más pequeños podría reducir la demanda de capacidad computacional. Hoy, los inversores identifican a los posibles líderes en IA entre quienes manejan modelos extensos.

Ajustes en expectativas y impacto en las empresas

La revisión de expectativas sobre ingresos asociados a la IA puede limitar la disposición de inversores y acreedores a financiar grandes inversiones, lo que podría interrumpir el flujo de capital. En ese contexto, una parte de las empresas emergentes que no logren cubrir sus gastos podría abandonar el mercado. El progreso puede encontrar obstáculos técnicos, dificultades para acceder a la energía eléctrica y resistencia dentro de las organizaciones, lo que elevaría la probabilidad de avances más progresivos. Este ritmo podría permitir la competencia de empresas menos avanzadas respecto a los actores líderes. Es posible que la adopción generalizada ocurra de manera más lenta y compleja de lo que anticipan algunos inversores.

Un volumen importante de las inversiones se destinó a servidores y chips para IA que pronto pierden vigencia. Más de la mitad del gasto de capital termina en hardware con vida útil limitada. Aunque parte de la infraestructura instalada podría utilizarse para otros fines, el auge de la IA podría generar un impacto temporal y una proporción relevante del gasto podría no recuperarse.

El auge de la inteligencia
El auge de la inteligencia artificial impulsa una carrera global por captar oportunidades y redefine el panorama económico mundial (Imagen Ilustrativa Infobae)

Financiación, economía y papel de las tecnológicas

Hasta el momento, las principales empresas tecnológicas cubrieron la mayor parte de la inversión en centros de datos con recursos propios. Esta situación difiere de episodios históricos como el colapso ferroviario en el Reino Unido en los años 1860, cuando los bancos tuvieron grandes pérdidas y originaron una crisis de crédito. La solidez financiera actual indica que, si el auge de la IA genera pérdidas, el sistema podría absorberlas.

El crecimiento de la IA explicó hasta un 40% del incremento del PIB de Estados Unidos durante el último año, una cifra significativa considerando que el sector aún representa una fracción pequeña del total. Una reducción en las inversiones traería menos proyectos de centros de datos y limitaría la demanda laboral, con posibles efectos negativos en la economía. Las empresas eléctricas, motivadas por la demanda de IA, podrían aumentar su deuda y recurrir a esquemas de financiación más riesgosos, lo que sumaría nuevas fuentes de tensión si el ciclo expansivo se extiende.

Mientras tanto, las startups que operan en IA suelen contar con capital riesgo y fondos soberanos con liquidez suficiente para afrontar pérdidas. Las grandes empresas tecnológicas, como Meta, se apoyan en su rentabilidad empresarial para financiar el desarrollo, incluso tomando deuda y recurriendo a fondos privados integrados por personas e instituciones con elevado patrimonio.

El auge de la inteligencia
El auge de la inteligencia artificial impulsa una carrera global por captar oportunidades y redefine el panorama económico mundial (GOBIERNO DE CANTABRIA)

Riesgos financieros y perspectivas futuras

Una posible corrección en el mercado bursátil podría llevar a los propietarios de activos a reducir gastos al ver que el predominio tecnológico limita la diversificación de carteras. Los hogares de menores ingresos se verían menos afectados por la baja en los precios de las acciones, mientras los sectores de mayor poder adquisitivo, principales impulsores del consumo reciente, reducirían su gasto y acentuarían el efecto de tasas de interés elevadas, afectando la economía de Estados Unidos.

Cuanto mayor sea el auge, más notorias serían las consecuencias en caso de que la IA avance más lento de lo previsto. Si la tecnología cumple las altas expectativas, marcará un punto decisivo. En todo caso, el ciclo de entusiasmo actual será materia de análisis en los próximos años.