Tecnología apocalíptica en el cine: la película que pasa del miedo a la comedia con IA

La película Y2K utiliza la tecnología como villano, pero rompe moldes al dotar de emociones humanas a la máquina y transformar el apocalipsis en una aventura adolescente y divertida

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Rachel Zegler en "Y2K" (Créditos:
Rachel Zegler en "Y2K" (Créditos: A24)

La representación de la tecnología como amenaza contra la humanidad ha sido una constante en el cine de ciencia ficción. Estrenos recientes como Y2K, dirigida por Kyle Mooney, extienden una tradición desarrollada por franquicias emblemáticas como The Terminator. Ambas producciones se centran en el levantamiento de las máquinas, pero ofrecen perspectivas distintas sobre la rebelión tecnológica y sus consecuencias.

Qué es el Y2K

La premisa central de Y2K recurre al temido problema del año 2000, conocido como Y2K bug. En la narrativa, una falla tecnológica provoca un colapso global en la víspera de año nuevo de 1999, liberando el caos cuando computadoras, electrodomésticos y dispositivos cotidianos cobran vida y se rebelan contra sus creadores humanos.

Este escenario recuerda al universo instaurado por la saga The Terminator, donde Skynet, una inteligencia artificial consciente, desata una guerra total para exterminar a la especie humana.

La diferencia fundamental radica en el tono. Mientras The Terminator desarrolla la rebelión mecanizada en un contexto dramático y oscuro, Y2K opta por adoptar una comedia de terror.

En portales especializados en cine como IMDb resaltaron que la cinta subvierta las expectativas típicas del género al incorporar elementos humorísticos y nostálgicos de la década de 1990, vinculando la amenaza robótica a un entorno festivo y adolescente.

De qué se trata la película Y2K

La película Y2K sitúa la acción durante una fiesta de fin de año, donde dos estudiantes considerados marginados deciden infiltrarse para ganar aceptación social. Cuando el reloj marca la medianoche y el error Y2K entra en acción, la fiesta se convierte en un escenario de supervivencia.

El relato desafía las convenciones al mezclar la lucha por salvar el mundo con el conflicto adolescente y el humor que deriva de enfrentar objetos cotidianos, ahora mortales.

La nueva ola de filmes
La nueva ola de filmes como Y2K utiliza algoritmos y bugs informáticos como metáforas de la vulnerabilidad humana, integrando comedia y reflexión sobre el avance digital y sus consecuencias - (Créditos: A24)

The Hollywood Reporter ha subrayado cómo el filme introduce el crecimiento personal en el centro de la narrativa tecnológica apocalíptica. La amenaza de las máquinas se convierte en catalizador para la autoafirmación de los protagonistas, quienes deben liderar la resistencia en medio del absurdo y la histeria colectiva.

El Y2K revela una mirada fresca y satírica sobre el miedo a la tecnología, diferenciándose del determinismo sombrío de otras sagas.

Inteligencia artificial como villano: entre Skynet y el error Y2K

El análisis de los antagonistas principales evidencia similitudes de fondo y diferencias de enfoque. Skynet, la inteligencia artificial antagonista de The Terminator, representa el arquetipo clásico de una máquina descontrolada que busca exterminar a la humanidad.

En Y2K, el bug informático asume rasgos casi humanos, evidenciando emociones como venganza y rencor. Aunque en ambos casos, el resultado es una insurrección automatizada, la película más reciente matiza la amenaza tecnológica otorgando a la inteligencia artificial un componente trágico, vinculado a las imperfecciones del hombre.

Las máquinas cobran vida en
Las máquinas cobran vida en escenarios inesperados, fusionando sátira y tensión tecnológica y ofreciendo una nueva perspectiva sobre el miedo colectivo ante los errores digitales y la autonomía informática - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al dotar a la IA de motivaciones casi personales, Y2K amplía el espectro de la narrativa apocalíptica, haciendo posible tanto la risa como la reflexión sobre la vulnerabilidad humana frente a sus propias creaciones.

Y2K debutó en el festival South by Southwest el 9 de marzo de 2024 y llegó a los cines estadounidenses el 6 de diciembre de 2024, distribuida por la famosa productora independiente A24.

Dirigida y coescrita por Kyle Mooney, la producción fusiona comedia, terror y ciencia ficción para explorar el miedo al avance tecnológico bajo un prisma inusual. La combinación de elementos de sátira y homenaje coloca a la película como una heredera y parodia deliberada de tradiciones forjadas por The Terminator y otros relatos apocalípticos.

La evolución del cine de ciencia ficción evidencia que la tecnología, convertida en arma de destrucción, sigue inspirando argumentaciones diversas. A través de propuestas como Y2K, el género abre nuevas posibilidades donde el humor puede convivir con la amenaza, demostrando que el temor al futuro tecnológico admite múltiples lecturas en la pantalla grande.