Qué se debe desconectar primero: el celular o el cargador

La rutina diaria de cargar el celular parece tan sencilla y automática que rara vez despierta dudas, pero la simple acción de decidir qué desconectar primero, si el cargador o el teléfono, genera incertidumbre entre los usuarios.

Este cuestionamiento ha ganado espacio en foros y conversaciones, alentado por sugerencias dispares y la preocupación por el cuidado de dispositivos que suelen acompañar cada aspecto de la vida cotidiana.

Aunque a simple vista podría parecer un detalle pequeño, fabricantes de celulares se han dedicado a precisar cuál es el procedimiento más seguro. La secuencia adopta relevancia no solo por la posible afectación a la vida útil del teléfono, sino por la seguridad del entorno y el propio consumo de energía.

Los fabricantes coinciden en que la secuencia puede incidir en el estado del dispositivo y de los accesorios. Apple y Xiaomi sugieren como primera acción retirar el cable del celular antes de sacar el cargador de la toma. Esto no responde solo a temas de organización, sino a cuestiones técnicas asociadas con la seguridad.

Cuando se retira primero el cargador de la corriente, puede generarse un pequeño arco eléctrico o chispa. Esta descarga, aunque imperceptible para muchos usuarios, tiene el potencial de dañar los componentes sensibles del teléfono con el paso del tiempo.

Al desconectar primero el celular, se interrumpe cualquier flujo de electricidad antes de manipular la fuente de energía, lo que reduce riesgos tanto para el dispositivo como para el usuario.

Las pautas de Apple establecen de forma clara que el cable debe separarse primero del celular y después del enchufe, una medida que aplica para los celulares Android. Asimismo, en caso de querer cargar, los expertos sugieren conectar primero el cargador y luego el celular.

El propósito es prevenir que una oleada inicial de energía ingrese directamente al dispositivo, lo que podría afectar la batería y otros circuitos. De este modo, la secuencia exacta cobra importancia tanto al iniciar como al finalizar la carga.

Las empresas tecnológicas no solo hablan de la secuencia de desconexión, sino del hábito de dejar el cargador conectado a la corriente aunque no esté cargando ningún dispositivo.

Apple y Samsung sugieren evitar esta práctica. Los cargadores, al permanecer enchufados sin uso, pueden calentarse y eventualmente dañarse. Este tipo de fallas no solo afecta el accesorio; en casos extremos, el recalentamiento ha sido asociado con cortocircuitos y posibles incidentes domésticos.

La mejor práctica consiste en retirar el cargador apenas termine su función, manteniéndolo fuera de la corriente cuando no se utilice, lo que ayuda a prevenir riesgos innecesarios y prolonga la vida útil del aparato.

Pese a que parezca que un cargador sin dispositivo conectado no consume energía, existe un fenómeno llamado “consumo fantasma”. Organizaciones como, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) estima que dejar los cargadores sin uso, pero conectados, puede sumar hasta un 10% del consumo eléctrico en un hogar.

Ese gasto, pese a que suele pasar inadvertido a nivel individual, se multiplica cuando se consideran millones de hogares. Además de representar un costo económico, implica un impacto ambiental innecesario. Por este motivo, los especialistas insisten en la conveniencia de desconectar los cargadores cada vez que no estén en activo.

Otra pauta clave ofrecida por Apple y respaldada por otras empresas fabricantes de teléfonos Android refiere al uso de cargadores certificados y originales. Utilizar accesorios no homologados puede exponer el teléfono a variaciones de tensión, daños en la batería, o incluso peligro de accidentes eléctricos.

El empleo de cargadores certificados responde a criterios estrictos de seguridad y compatibilidad. Además, contribuye a mantener los dispositivos en óptimas condiciones por más tiempo. Optar por cargadores alternativos o de baja calidad eleva exponencialmente los riesgos, más allá del orden en que se desconecten.