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Héctor Yrimia, en un discurso junto a la imagen de Leonardo Cositorto

Esta semana, el ex juez y fiscal federal Héctor Yrimia tuvo una buena y una mala. Se habrá enterado de ambas en alguna torre de Dubai, donde reside desde septiembre de 2021, con la brisa del desierto en la cara. La buena es que, al menos en una causa en su contra, la Justicia porteña lo sobreseyó; la jueza Alejandra Alliaud lo corrió del expediente en el que su viejo amigo, conocido, o socio, o enemigo, Leonardo Cositorto, el líder del holding Generación Zoe, que ya fue condenado dos veces este año a 11 y 12 años de prisión, terminó procesado como el jefe de una asociación ilícita dedicada a cometer 1095 estafas por más de 16 millones de dólares.

La mala es que, finalmente, la Corte Suprema de Justicia ratificó hoy miércoles su pedido de captura internacional, precisamente, por su rol en el caso Generación Zoe, como supuesto director legal del conglomerado, una orden requerida por la fiscal cordobesa Juliana Companys. De repente, para Yrimia, que demostró ser un hombre escurridizo como pocos, la brisa millonaria del desierto deja de soplar.

Las cosas no terminaron bien entre Cositorto y el ex juez. El coach ontológico devenido en empresario Ponzi lo acusó de ser uno de los responsables de su ruina, un topo que lo destruyó desde adentro, el creador, por ejemplo, de la historia de la falsa mina de oro en San Juan con la que Cositorto fondearía su lanzamiento cripto, su caso $LIBRA antes de $LIBRA.

Cositorto e Yrimia, cuando se
Cositorto e Yrimia, cuando se llevaban bien

Ante la Justicia argentina, Yrimia reconoció vivir en un exclusivo complejo residencial de Dubai, en los Emiratos Árabes. Allí, “trabaja como consultor para gente que invierte en Emiratos Árabes, es director de una empresa de tecnología y defensa, hace operaciones de comercio exterior, hace contratos, con un ingreso mensual de 10 mil dólares mensuales”, según él mismo afirmó.

La carrera para detenerlo tuvo dislates al menos bizarros. El martes 12 de abril de 2022, el Ministerio Público Fiscal cordobés confirmó en un comunicado oficial que Yrimia, acusado de estafa y asociación ilícita, se había entregado esa mañana a Interpol en Dubai. Lo mismo ratificaba su ex equipo de abogados, a través de un comunicado difundido a varios periodistas, en donde aseguraban que Yrimia había obtenido la visa de residente permanente en los Emiratos Árabes Unidos.

Sin embargo, la división Interpol de la PFA no había recibido confirmación alguna de que Yrimia se hubiera rendido. Y así era: el ex juez nunca se había presentado.

El medio millón de dólares
El medio millón de dólares incautado al padre de Yrimia en 2022

El padre de Yrimia, un ex subcomisario de la Federal de 95 años, había sido allanado por la PFA el día antes de la supuesta entrega de su hijo en su casa de Villa Luro, horas antes de que Cositorto sea extraditado a la Argentina. Allí, le incautaron más de 500 mil dólares. El hombre dijo que se trataban de sus ahorros personales, algo que generó una carcajada entre los policías que registraban su casa, que saben bien cuánto gana un policía.

Un avezado investigador del caso afirmaba en aquel entonces: “Yrimia conoce el juego y no es ningún boludo. Si se hubiese querido entregar, hubiese venido a la Argentina”. Era un buen punto: Argentina tiene acuerdos con los Emiratos Árabes sobre vuelos comerciales y “usos pacíficos de la energía nuclear”, pero no un tratado de extradición.

Palo y a la bolsa

El medio millón de dólares en Villa Luro resuena con un monto similar que se convirtió una espina dolorosa en el costado de Cositorto. Según testigos, Yrimia, antes de volar a Dubai, era una figura constante en las oficinas del conglomerado en la calle Crisólogo Larralde, con un claro rol directivo. Dos contadores en la estructura respondían directamente a él: Julieta Sciutti y Maximiliano Mitroff, platenses ambos. Rápidamente, rodearon al líder de Generación Zoe.

Sciutti y Mitroff, que terminaron allanados y con sus teléfonos incautados, servían para alimentar una de las grandes ambiciones de Cositorto: entrar en la Bolsa de Valores. “Se presentaron como grandes expertos, asesores del Banco Provincia de Buenos Aires. Yo quería comprar una ALyC, porque además conozco del mercado de capitales y de valores, me vino a decir Luis Yrimia que no hacía falta, que podíamos hacer un fideicomiso”, declaró Cositorto en la Justicia.

Julieta Sciuttio y Maximiliano Mitroff,
Julieta Sciuttio y Maximiliano Mitroff, contadores vinculados a Yrimia en el caso Generación Zoe

Así, ambos contadores platenses fueron clave para montar uno de los mayores instrumentos para captar dinero en dólares de ahorristas a los que se les prometían intereses fabulosos: el Fideicomiso Ordinario de Administración Zoe Latam, con fecha de inicio registrada en la AFIP el 1° de octubre de 2021, con domicilio en Crisólogo Larralde al 1800, la oficina central de Generación Zoe, que terminó desierta.

Pero con el fideicomiso no alcanzaba. Para eso hay un instrumento: Zoe debería convertirse ante la CNV en una Agente de Liquidación y Compensación, o ALyC, una sociedad que actúa como intermediaria entre los inversores o las empresas y los mercados, que Cositorto mencionó en su declaración.

El trámite requiere una gran cantidad de controles y documentación, no es precisamente sencillo. Por ese trámite, Sciutti, Mitroff e Yrimia, a través de un supuesto contacto, le habrían cobrado 600 mil dólares a Cositorto, según sostienen fuentes del caso.

El trámite para crear una ALyC es gratis.

Sin embargo, al sobreseerlo, la jueza Alliaud recordó que Yrimia mismo perdió plata en Generación Zoe, alrededor de 85 mil dólares. También, que tuvo un poder de firma que jamás usó. Sciutti y Mitroff fueron sobreseídos en la causa porteña; sin embargo, la fiscal Companys pidió elevarlos a juicio en territorio cordobés.

Una imagen de archivo de
Una imagen de archivo de Héctor Yrimia, en sus días como juez porteño

Qué declaró Yrimia

En su indagatoria en la causa porteña, Yrimia negó ser parte orgánica de Generación Zoe, apenas un asesor externo.

Luego, se presentó a sí mismo como un palomo comido por halcones: “Yo soy un damnificado más, yo fui alumno aportante de la empresa y esto fue con motivo de que yo ingreso y los conozco en la última semana del mes de marzo de 2021. Ahí hago una inversión de mil dólares, en el mes de septiembre/octubre de 2021, hago una importante inversión que fue la venta de un departamento que compró Cositorto, por medio de un socio de él, Leo Prioli, de Zoe Construcciones", quien fue procesado por la jueza Alliaud, “donde aporté el valor total del departamento y puse también dinero en efectivo”.

Luego, afirmó encontrarse prófugo “periodísticamente, no jurídicamente”. “Quiero aclarar que con motivo de este proceso de Villa María Córdoba, me presenté en la sede de INTERPOL de Dubai, donde dejé embargado mi pasaporte, para demostrar mi buena fe, el 12 de abril del 2022, eso motivó un juicio de extradición en el que tengho fallo de la Corte de Dubai”. Sin embargo, la versión de Yrimia fue desmentida en su momento por autoridades policiales. También fue desmentido ayer por fuentes judiciales que aún lo investigan y que esperan ansiosos su llegada a Ezeiza.

En la causa de la fiscal Companys, Yrimia se encuentra imputado, pero su nombre no figura entre los más de 20 elevados a juicio. ¿Por qué? Simple: para elevarlo a juicio, de acuerdo al Código cordobés, la fiscal primero tiene que indagarlo. Al haber fracasado su apelación en la Cámara cordobesa, el ex juez fue hasta el máximo tribunal, donde su defensa perdió la chance.