Avanza el caso del femicidio en Berisso: mejora la salud del detenido y la Fiscalía se prepara para indagarlo

Tras una mejora significativa en el estado de salud de Nicolás Castro, el único sospechoso del crimen de su pareja Yésica Noelia Duarte, las autoridades se preparan para indagarlo sobre el hecho ocurrido el pasado domingo en una vivienda de Berisso.

Pese a haber recibido un disparo en la cabeza y otro en el abdomen, su cuadro tuvo mejoras considerables en su estado de salud.

Según el parte médico al que pudo acceder el portal 0221.com, el hombre de 30 años dejó de estar en estado crítico, sus signos vitales son estables y presenta períodos de conciencia. Había sido trasladado al hospital Larraín tras haber sido hallado por la Policía tirado en el suelo junto a su madre.

En ese mismo momento, los agentes que recibieron el llamado al 911 encontraron a Duarte en una habitación del fondo de la casa, ya sin vida. Todo ocurrió en la calle 38, entre 129 y 130, en el barrio Villa Argüello, donde tanto la víctima como el presunto agresor cumplían un arresto domiciliario por diferentes delitos. Ambos portaban tobilleras electrónicas.

“Es probable que la indagatoria se concrete esta misma semana, si los informes médicos lo avalan”, indicaron fuentes de la causa al mencionado portal local. En ese sentido, podría ser indagado en los próximos días por la fiscal Cecilia Corfield, a cargo de la investigación.

El perfil del hombre, señalado por la hija de la víctima como una persona violenta, se construye de una larga lista de delitos. En 2013 testigos lo identificaron como el autor de los disparos que terminaron con la vida de un joven de 17 años en un ataque perpetrado desde un automóvil.

Un año antes de ese hecho, Castro ya había atacado a tiros a la misma víctima, hiriendo además a la novia y al hermano de esta. Pese a estos antecedentes, el acusado nunca llegó a cumplir prisión efectiva por dicho caso.

En 2018 sumó una causa más por tentativa de homicidio. Según consignó 0221.com, esa investigación, que en su momento no tuvo avances sustanciales, cobró nueva relevancia tras el femicidio de Duarte y será incorporada como antecedente en el proceso que ahora enfrenta. Las fuentes judiciales señalaron que la indagatoria podría concretarse esta semana. A su vez, la mujer de 33 años asesinada cumplía una condena por venta de drogas.

Los últimos detalles se conocieron luego de un allanamiento en la casa de la mamá del femicida. La mujer estaba presente en el lugar del crimen y le indicó a los policías que se había tratado de un intento de robo. Este lunes, un operativo realizado por agentes de la DDI La Plata y la Comisaría 3ª de la ciudad, resultó en el secuestro de dos armas, un revólver calibre .32 largo, sin marca visible, con cuatro balas en su tambor, y una pistola Bersa Thunder .380.

Fuentes del caso indicaron que alguna de las pistolas secuestradas podría haber sido usada en el crimen, aunque los peritajes balísticos aún no lo determinaron. Ambas tienen numeración visible y no registran pedidos de secuestro.

Durante el relevamiento en la vivienda, los peritos observaron un notable desorden, sobre todo en el dormitorio de la pareja, donde hallaron cajones abiertos y objetos esparcidos. La principal hipótesis apunta a que una pelea ocasionada por el intento de Castro de quedarse con el teléfono de Duarte desencadenó el asesinato.

Aunque los instrumentos de fuego encontrados en la casa de la madre del acusado resultaron compatibles con las municiones utilizadas, los investigadores buscan además un posible tercer artefacto de calibre 9 milímetros. Cabe destacar que en el lugar del hecho— una residencia compartida establecida por orden judicial— la Policía Científica verificó dos impactos de bala en una pared interna y recolectó tres vainas servidas en el piso.