La Policía de la Ciudad detuvo este martes a una adolescente de 18 años acusada de actuar como viuda negra cuando era menor de edad y que tenía pedido de captura internacional por Interpol. Fuentes del caso dijeron a Infobae que la menor fue capturada en el partido entre Sacachispas y Acassuso, por la Primera División B del fútbol argentino. La buscaban desde hace casi un año.

Según las fuentes consultadas por este medio, la sospechosa fue identificada y detenida en uno de los accesos al estadio “Roberto Beto Larrosa“, ubicado en la avenida Lacarra al 3100, en el barrio porteño de Villa Soldati.

La adolescente fue apresada durante los controles preventivos de ingreso al estadio y sobre ella pesaba un pedido de captura en una causa de robo triplemente agravado por ser perpetrado en poblado y en banda, mediante la utilización de estupefacientes, tras el ataque a un hombre en San Isidro ocurrido el pasado 27 de enero. Para ese entonces tenía 17 años.

Esa madrugada, alrededor de las 2, la ahora detenida, que se hacía llamar “Micaela” en las redes sociales, junto con, al menos, otras tres personas, entre ellas una de sus hermanas, cometieron el ataque.

Todo comenzó con un contacto por una aplicación de citas con la víctima. El hombre, como suele pasar en estos casos, cayó en la trampa e invitó a la adolescente que se hacía llamar “Micaela” a su casa de San Isidro.

Allí, siguiendo el manual de la viuda negra, la chica llegó a destino y, en cuanto tuvo la oportunidad, le puso algo en la bebida al dueño de la propiedad y lo durmió. En ese contexto, entraron en el caso sus cómplices. Eran ya las 4.30.

Es que “Micaela” no fue sola hasta San Isidro, sino con otras dos mujeres -una era su hermana, según la causa- y un hombre.

Una de esas chicas que fue cómplice en el robo en San Isidro ya está detenida, pero quedó a disposición de la Justicia de Lomas de Zamora, porque tenía una causa previa en esa jurisdicción, explicaron las fuentes del caso consultadas.

Con la víctima engañada, drogada y dormida, los cuatro le robaron la camioneta Volkswagen Amarok y la cargaron con todo lo que pudieron: perfumes, dispositivos electrónicos, plata, bolsos, ropa y cuánto hubiese de valor en la propiedad, como por ejemplo dos cajas fuertes digitales pequeñas de color negro.

Con la camioneta cargada, los cuatro huyeron. Recién cuando la víctima despertó del sueño inducido por la viuda negra, logró entender que todo había sido una trampa e hizo la denuncia.

A “Micaela” la buscaba la Justicia desde mayo del año pasado y era la única que quedaba por atrapar en la causa en la cual interviene el Juzgado de Garantías del Joven N°3 de San Isidro, a cargo del juez Mariano Giglio, y la fiscalía de menores del distrito de Andrés Zárate.