Recapturaron a un miembro del clan Tripi luego de que se fugara de una comisaría de Rosario

La Policía Motorizada de Rosario recapturó a un miembro del clan Tripi que se había escapado de la comisaría 5ª de Rosario. El hombre había sido citado a una audiencia virtual para ser formalmente imputado en una causa por presunto narcomenudeo, cuando aprovechó un descanso para escaparse por el techo de la seccional. Ya es la segunda vez que ocurre un hecho similar en el transcurso de la semana.

El hecho sucedió el viernes durante una videoconferencia judicial. El detenido, identificado como Jonatan Marcelo Barreto, de 29 años, se escabulló por los techos luego de haber pedido permiso para ir al baño. Al cabo de unos minutos, un grupo de personas que esperaba para ingresar a las visitas alertó a las autoridades de lo que había sucedido, ya que lo vieron huir.

El recluso era imputado por ser uno de los presuntos integrantes de la banda narco que operaba en el complejo Fonavi Parque Oeste. De hecho, el sospechoso había sido arrestado la semana pasada durante una serie de allanamientos ordenados por el fiscal Franco Carbone, quien está a cargo de la investigación de una causa por narcomenudeo vinculado a los Tripi y sus secuaces.

Desde ese entonces, Barreto permaneció alojado en la comisaría 5ª, sin embargo, estaba bajo la guarda del personal de la comisaría 32ª. Por el momento, no se dio a conocer por qué la audiencia no fue realizada de manera presencial en el Centro de Justicia Penal, que se encuentra ubicado a menos de dos kilómetros de la seccional quinta.

Según la información a la que accedió Rosario 3, el prófugo fue detenido cerca de las 14:30 horas por los agentes de la Policía Motorizada en la zona oeste de la ciudad. Durante el tiempo que evadió a la Justicia, el fugitivo solo llegó a distanciarse unos cinco kilómetros, ya que fue reconocido mientras transitaba por el cruce de las calles Viamonte y Servando Bayo.

Como consecuencia de la fuga, se espera que Barreto vuelva a ser citado por el fiscal a cargo de la investigación para que sea puesto en conocimiento sobre su situación procesal. Con respecto a la causa por narcomenudeo, el juez Fernández Bussy ordenó que cumpla una prisión preventiva efectiva por el plazo de la ley.

En paralelo, aumenta la preocupación por la cantidad de fugas que se han reportado en la comisaría 5ª, debido a que en los últimos 50 días ya se registraron tres episodios de este tipo. De acuerdo con los datos recolectados por Infobae, en la seccional había 55 personas detenidas en un lugar que tiene capacidad para 24, más del doble de lo establecido.

El domingo pasado seis detenidos se habían escapado luego de haber atacado al policía que estaba a cargo de la custodia de las celdas. Aparentemente, la banda habría agredió al guardia con un palo para poder concretar el plan. No obstante, cinco de ellos fueron recapturados a las horas luego de que las brigadas de la Unidad Regional II, la Policía Motorizada y el Comando radioeléctrico fueran convocadas para participar de un operativo conjunto.

El delincuente que aún continuaba prófugo era Jonatan Emanuel Oviedo (33), quien volvió a ser detenido el martes a la noche en la intersección entre Patricias Argentinas y Esperanto, situadas en la zona sur rosarina. El hombre fue reconocido cuando comenzó a correr antes de llegar a un operativo policial que había sido montado en Ayacucho y Uriburu.

A raíz de esto, la fiscal Andrea Vega imputó a los reclusos que participaron del ataque al policía durante una audiencia celebrada este viernes por la mañana. Por este motivo, el juez Florentino Malaponte ordenó que cumplan prisión efectiva por el plazo de la ley hasta que sean juzgados por el ataque. Previo a esto, los acusados habían sido detenidos por robos, a excepción de Santiago González, que fue acusado por encubrimiento.

De la misma manera, el 20 de mayo pasado en la misma comisaría huyeron once internos en horas de la madrugada luego de limar los barrotes del techo del patio, hecho que se descubrió horas después, cuando uno de los reclusos fue entregado por su madre.

Además de la huidas que tuvieron lugar en los últimos dos meses, en 2017 también se fugaron diez presos de ese edificio policial. Para hacerlo, limaron barrotes, rompieron un alambrado y se fueron a través de una cochera lindera. Ya en ese momento, el por entonces titular de la Unidad Regional II, Marcelo Villanúa, admitía que en ese espacio había 40 presos, casi el doble de la capacidad.