
Su nombre era Humberto Ortiz. Pero, al día de la fecha, todos los recuerdan como Coquito, el simpático compañero de aventuras de Piluso. Había nacido el 30 de enero de 1933, hace 92 años, en Buenos Aires. Y, desde 1960, se había consagrado como el ladero de Alberto Olmedo en el ciclo infantil que no sin dificultades recorrió varios programas de televisión hasta principios de los ‘80. Sin embargo, la prematura muerte del actor el 11 de octubre de 1982 a raíz de un cáncer de garganta, hizo que el rosarino decidiera no encarnar nunca más al personaje del gorrito que hoy lleva su nombre y que tras la partida de su fiel amigo había perdido por completo la alegría.
“¿Co’ te va, Piluso?”, decía Coquito cuando empezaba el programa que acompañaba a los niños durante la merienda. A Olmedo le había surgido la posibilidad de armar un personaje que pudiera presentar a Huckleberry Hound y otros dibujos animados. Y él decidió pedirle ayuda a su amigo Humberto, para que escribiera esos pequeños textos que tenían la única intención de invitar a los pequeños a mirar el programa que proseguía. Así fue como nació el Capitán y, junto a él, su infaltable marinero.
Corría el año 1960. Y la dupla fue tan bien recibida por el público, que su participación pasó de quince minutos a media hora, para después cubrir la hora entera de la grilla bajo el nombre de El Capitán Piluso. Era un programa diferente. Porque, si bien estaba dedicado a los menores, Olmedo no los subestimaba. Y, lejos del pícaro que décadas más tarde rompió todas reglas de la época con su humor adulto, se encargaba de enseñarle los secretos de la vida a las criaturas. Pero para eso, necesitaba de ese compañero inseparable que fue Coquito.
El Negro, que había empezado en Canal 7 trabajando como operador de cámaras, llevaba cinco años tratando de conseguir una oportunidad como artista. Lo primero que hizo fue improvisar una suerte de stand up en una fiesta de la empresa. Después, se sumó a La Troupe de TV. Y, del 57 al 59, animaba a los niños en un ciclo de fin de semana llamado Las aventuras de Joe Bazooka. Entonces, lo convocaron de Canal 9 para este nuevo proyecto. Y él no dudó en recurrir a su amigo Ortiz, a quien conocía de otros trabajos, para que hiciera los guiones. Y, de paso, le pidió que se sumara junto a él con un personaje propio.
“A tomar la leeeche”, decía la abuela de Piluso en off. Cuenta la leyenda que, en realidad, habían contratado para este papel a una actriz que no pudo llegar a tiempo al primer programa. Y que, dada las circunstancias, le pidieron a Inés Jaroslavsky (hermana de Judith Jarolslavsky y por entonces cuñada de Olmedo), quien en aquel tiempo se desempeñaba como Jefa de Publicidad de la emisora, que pegara el grito que quedó registrado en la memoria de miles de argentinos. El programa estuvo tres años en Canal 9, uno en el 7 y dos en el 2. Y en 1963 tuvo su versión cinematográfica con guion de Ortiz y dirección de Francis Lauric. La película se llamó Las aventuras del Capitán Piluso en el castillo del terror. Eso, sin contar los discos grabados y el merchandising que le permitieron a sus creadores sumar unos cuantos pesos extra.
En el medio, Ortiz realizó otros trabajos, como la película ¡Santiago Querido! de la que participó junto a Leo Dan y Marta González. Y varias comedias musicales, como las que hizo junto a la cantante de tangos Olga Lamas y el actor Ubaldo Martínez. Pero, en 1976, volvió a ser el libretista de Olmedo en El Chupete, ciclo de Canal 13, que a raíz de una broma fue levantado del aire por la dictadura. En ese momento, El Negro y Humberto volvieron a ponerse en el traje de Piluso y Coquito para un festival infantil. Pero, al tiempo, los militares le sacaron el título de Capitán y su clásica gomera al primero y el traje de marinero al segundo aduciendo que ridiculizaban a la Armada.

Es mismo año, Ortiz empezó su propio programa en Canal 2, llamado En casa de Coquito, en el que una vez por semana recibía la visita de Piluso. Para entonces, Olmedo ya era reconocido por sus trabajos para el público adulto y había protagonizado films como Los caballeros de la cama redonda (1973), Hay que romper la rutina (1974) o Mi novia él...(1975), convirtiéndose en uno de los actores más cotizados de la época. Sin embargo, nunca cobró cachet por ir a colaborar con su amigo en el ese ciclo.
La dupla volvió a reunirse en 1980, cuando protagonizaron Las aventuras del Capitán Piluso en Canal 13, donde se sumó Pilusman, el alter ego de Olmedo que luchaba contra Los Tres Facinerosos. Y, en 1981, desembarcaron en Canal 11, completando así toda la lista de emisoras de la época, con El canal de Piluso, donde estuvieron una temporada para luego despedirse del público infantil. Ese mismo año, comenzó No toca botón, del que Humberto también formó parte por pedido de su amigo.
En 1982, en tanto, Ortiz comenzó con sus problemas de salud. Fue diagnosticado con un cáncer de laringe. Y sus dificultades para hablar le hicieron imposible seguir trabajando. Cuando él murió a los 46 años dejando a su esposa, Wally, y a un hijo de 16, Christian, no solo Coquito pasó a ser un recuerdo: Olmedo también se negó a volver a interpretar a Piluso.
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