
Mantener la motivación y la paz interior no depende únicamente de la actitud, sino del equilibrio entre cuatro neurotransmisores principales: dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas.
Esta es la base del efecto DOSE, un enfoque detallado por el neurocientífico TJ Power durante una edición reciente del Ultimate Human Podcast with Gary Brecka.
Power aseguró: “Nuestra felicidad y longevidad están directamente conectadas al balance interno de estos químicos”.
El efecto DOSE: la sinergia cerebral

El modelo DOSE sostiene que la salud mental y la sensación de plenitud dependen de la activación equilibrada de estos cuatro neurotransmisores. Según Power, en la actualidad este equilibrio fue alterado por la vida digital.
“Estamos viviendo en un mundo donde casi pensamos: ‘olvidemos la conexión, olvidemos la naturaleza, enfoquémonos solo en la dopamina’”, afirmó el especialista en el podcast disponible en YouTube. Esta tendencia puede llevar a lo que calificó de “búsqueda constante de estímulos rápidos y a una desconexión de las fuentes más profundas de satisfacción”.
Dopamina: motivación y riesgo digital
La dopamina es el motor de la motivación y la recompensa. Power la describió como “la chispa química que nos empuja a actuar”. Mientras que antiguamente se liberaba tras acciones que exigían esfuerzo y paciencia, hoy se activa de forma continua y artificial por redes sociales, videojuegos y productos ultraprocesados.

“El problema —explicó— es que la sobreestimulación digital vacía el depósito de dopamina, lo que nos deja apáticos y sin energía para afrontar desafíos reales.”
Power relató: “Desde niño fui adicto a la dopamina. Buscaba placer inmediato en el azúcar y, más adelante, en fiestas y hábitos poco saludables.” Y compartió la máxima que repite a sus pacientes: “La ausencia de dopamina es la presencia de adicción”.
Este mecanismo -advirtió- dificulta obtener satisfacción de actividades cotidianas porque “la dopamina está diseñada para elevarse lentamente, como durante el ejercicio físico. Cuando usamos la tecnología de manera compulsiva, el cerebro queda sin recursos para sostener la motivación”.
Oxitocina: vínculo y propósito

La oxitocina es el “neurotransmisor de la conexión social”, según Power. “Es la afirmación bioquímica de que la conexión profunda está ocurriendo entre las personas”, enfatizó. En sociedades tribales, aseguraba la cooperación y el cuidado mutuo. Hoy, la comunicación superficial y la dependencia tecnológica redujeron las ocasiones en que se genera oxitocina.
Durante la charla, Power ilustró: “Nada sustituye una larga conversación sin distracciones, el contacto físico o cuidar a nuestros seres queridos. Estas prácticas nos llenan de calma y plenitud, algo que la gratificación instantánea jamás podrá darnos”.
Gary Brecka coincidió: “Las investigaciones muestran que la comunidad y el propósito son claves para la longevidad. En las zonas azules, la gente vive más por el tejido social profundo que existe allí”.
Serotonina: naturaleza y estabilidad emocional

La serotonina se relaciona con el bienestar y la gestión emocional. Power sostuvo: “Este químico quiere una conexión con la naturaleza y vivir en alineación con nuestro modo de vida natural”. Citó estudios japoneses donde el “baño de bosque” o shinrin-yoku eleva los niveles de serotonina y mejora la salud mental.
“Cuando salgo a caminar cinco kilómetros entre árboles, mi cerebro regresa a casa —confesó Brecka—. Nada se compara a esa sensación, ni siquiera la mejor tecnología de bienestar en mi hogar”.
Endorfinas: alivio natural al estrés
Las endorfinas son analgésicos naturales responsables de la euforia tras el ejercicio. “El estrés, antes, era físico. Hoy es sedentario y mental, por eso es tan difícil liberar endorfinas de forma natural”, explicó Power.

Recomendó el ejercicio, la exposición al frío y actividades intensas para recuperar el equilibrio emocional: “El cuerpo necesita esfuerzo para liberar la tensión y restaurar su energía”.
Estrategias para equilibrar los neurotransmisores
Durante el podcast, se ofrecieron propuestas simples como el “ayuno de pantallas”: “Retrasar el primer contacto con el móvil al menos treinta minutos ayuda al cerebro a buscar dopamina de fuentes más saludables, como el autocuidado o el movimiento, en vez del scroll ilimitado”, explicó Power. Además, destacaron la importancia de comidas en familia sin dispositivos, contacto en la naturaleza, conversaciones profundas y rutinas físicas.
El fundador de DOSE Lab recalcó: “Más de 50.000 jóvenes y 35.000 adultos redujeron significativamente su tiempo de pantalla y encontrado una motivación renovada a través de estos cambios.”
Felicidad duradera y longevidad
El equilibrio entre dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas, según los expertos, conduce a una vida más feliz y longeva.

“La felicidad no se encuentra en la gratificación instantánea”, insistió Power, “sino en la conexión profunda, el propósito y el equilibrio neuroquímico”. Mantener prácticas humanas esenciales será fundamental para prosperar sin perder el verdadero sentido de la felicidad.
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