Lograron separar a dos siamesas unidas por el abdomen tras una cirugía exitosa en el Hospital Garrahan

Se trata de una condición conocida como onfalópagos. Fueron sometidas a una compleja internveción de ocho horas en la que participaron especialistas de distintas áreas médicas

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En Argentina, la frecuencia de
En Argentina, la frecuencia de nacimientos de gemelos siameses oscila entre 1 cada 50.000 y 1 cada 100.000 nacidos vivos, lo que revela la rareza de estas intervenciones quirúrgicas y el desafío clínico que enfrentan los equipos médicos especializados en el país (Crédito: FuPeArte)

El equipo multidisciplinario del Hospital Garrahan llevó a cabo una intervención considerada infrecuente dentro del ámbito pediátrico argentino: la separación exitosa de dos siamesas gemelas de tan solo tres meses de edad. Fuentes del Hospital explicaron que se realizan en el centro entre 1 y 2 cirugías de este tipo cada 4 años, lo que muestra la complejidad y excepcionalidad del procedimiento.

Según detalló Víctor Ayarzábal, jefe del servicio de Cirugía General del hospital, las niñas “son gemelas idénticas y estaban unidas por el abdomen, lo que se denomina onfalópagos. En los estudios previos, se constató que el resto de los órganos estaban bien separados y que cada hígado tenía autonomía propia. El procedimiento consistió en seccionar el puente que las unía y separar a las bebés”.

La intervención, que se extendió durante aproximadamente ocho horas, permitió separar a las menores tras varias semanas de preparativos. Respecto al futuro de las pacientes, el especialista afirmó: “La operación se realizó con éxito. Una vez transcurridas las primeras 48 horas, se espera que las niñas tengan una recuperación completa que les permita tener una vida normal y saludable”.

La reciente separación de dos
La reciente separación de dos gemelas siamesas de tres meses realizada en el Hospital Garrahan requirió una cirugía de aproximadamente ocho horas y una planificación exhaustiva que involucró a profesionales de distintas disciplinas médicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

La planificación previa resultó determinante para la operación, ya que se designó como una cirugía programada gracias a la estabilidad clínica de las bebés, a diferencia de otros cuadros que requieren inmediatez.

El procedimiento incluyó una simulación y la participación de profesionales de múltiples disciplinas médicas, entre ellos cirujanos plásticos, neonatólogos y anestesiólogos.

En el país, la incidencia de nacimientos de siameses se sitúa entre 1 cada 50.000 a 1 cada 100.000 nacidos vivos, según los registros citados por las autoridades médicas.

Las gemelas separadas en el
Las gemelas separadas en el Garrahan presentaban el tipo de unión denominado onfalópagos, compartían tejido a nivel abdominal pero cada una contaba con hígados autónomos, lo que fue clave para la viabilidad del procedimiento quirúrgico Fotografía: Adrián Escandar

La variabilidad de frecuencia está asociada con el número de muertes fetales o durante el parto, lo que acentúa la rareza y valor clínico de este tipo de cirugías. Actualmente, las gemelas evolucionan favorablemente y los médicos confían en que podrán desarrollar un crecimiento normal.

Otra operación exitosa

El Hospital fue noticia recientemente cuando un equipo multidisciplinario llevó a cabo una operación fetal dentro del útero. Este procedimiento representó un avance en la medicina de alta complejidad en Argentina.

María Soledad Arbio, jefa de Clínica de Neonatología del Garrahan, Analizia Astudillo, ginecóloga y obstetra con especialización en medicina materno-fetal, participaron en la intervención y explicaron los detalles del caso: un bebé recibió una cirugía intrauterina para tratar una espina bífida, una malformación congénita del tubo neural.

Antes de la intervención, la
Antes de la intervención, la estabilidad clínica de las niñas permitió programar la cirugía y realizar simulaciones, aspecto que contribuyó a minimizar riesgos y a coordinar la participación de cirujanos plásticos, neonatólogos y anestesiólogos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La intervención tuvo lugar en la semana 27 del embarazo y requirió la cooperación de 25 profesionales, entre ellos obstetras, neurocirujanos y anestesistas. El procedimiento implicó exponer el útero materno, realizar una incisión de tres centímetros y reparar el defecto en la columna del feto. La anestesia se aplicó tanto a la madre, en forma general, como al bebé, de manera local, con el objetivo de evitar movimientos.

Astutillo señaló que la intervención conllevó riesgos significativos y que fue necesario conversar previamente con la madre sobre las implicancias a futuro, ya que solo podrá dar a luz por cesárea en embarazos posteriores. Destacó también que uno de los mayores riesgos de la cirugía radica en mantener la conexión placentaria del feto durante el procedimiento, ya que cualquier alteración del cordón umbilical puede representar riesgo de muerte intrauterina.

La espina bífida, o mielomeningocele, afecta el cierre completo de la columna y médula espinal y puede dejar expuestas las terminales nerviosas. Según Arbio, la localización del defecto determina el grado de parálisis en los miembros inferiores de la persona afectada. Este tipo de malformación puede generar diversas secuelas neurológicas debido a la exposición de las terminales nerviosas.