
Hubo mucho ruido al momento que se conoció que Jesús Castillo regresaba al Perú con la mirada centrada en vestir la camiseta de Universitario de Deportes. No era para menos la sorpresa, dado que el mediocentro defensivo siempre mantuvo una relación especial con Sporting Cristal, club que curtió hasta elevarlo al profesionalismo.
La afición ‘celeste’ entró en una especie de cólera y desazón al enterarse que Castillo Molina iba con destino a Ate dejando a un lado cualquier opción de establecerse, una vez más, en el Rímac. Pero lo cierto es que nada de eso fue su culpa, ya que jamás se estableció un contacto formal que buscase su retorno luego de un paso en falso en Gil Vicente (POR).

“¿Sporting Cristal me buscó? No, eso es algo que yo nunca lo he hablado. Nunca me quiero involucrar tanto con eso, con Cristal, porque se pueden decir muchas cosas que la gente no sabe, pero realmente no. Nadie se comunicó conmigo“, mencionó en declaraciones ofrecidas a Latina Deportes.
Aunque las comunicaciones con la ‘U’ se encontraban avanzadas, surgió una voz disidente, desde la Florida, que le insistió al futbolista a recular y postularse como refuerzo para los ‘rimenses’, pero esa no era la idea. La valoración, de hecho, pasaba por un contacto formal, que nunca llegó ni por asomo.
“Sinceramente, hubo un compañero que tuve en Cristal que estuvo interesado en que yo vaya para allá, pero no era un tema del jugador, no era un tema de que el compañero quiera que yo vaya para allá a reforzar al equipo, simplemente nunca recibí un llamado de Cristal, y ahí quedó“, zanjó.
Castillo Molina halló su mejor versión con los ‘cerveceros’ de la mano de Tiago Nunes. De ahí que su rendimiento vaya al alza hasta llamar la atención del Gil Vicente, que ofreció una importante suma de dinero al igual que un compromiso largo con el deportista, situación que tiempo más tarde se resolvió por mutuo acuerdo.




