Joran van der Sloot, interno conocido internacionalmente por los asesinatos de Natalee Holloway y Stephany Flores, fue hallado con una colcha atada al cuello en una celda de Challapalca, el penal de máxima seguridad en el sur del Perú. “Estaba muy deprimido”, declaró en una entrevista exclusiva a Panorama tras sobrevivir al intento de suicidio.
La más reciente intervención del equipo periodístico del dominical en Challapalca permitió recoger las primeras declaraciones del ciudadano neerlandés después del episodio que alarmó a la administración penitenciaria.
El propio Van der Sloot reconoció el origen de su acto: “Soy paciente psiquiátrico y cada día yo veo que con los otros internos la situación empeora acá. Uno no puede estar con su familia, tocar la mano, abrazarlos y... llega uno a un punto de que ya...”. En ese contexto, asumió sentirse sobrepasado por el aislamiento y las condiciones del penal.
Según precisó Panorama, el pasado sábado por la mañana, personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) encontró a Van der Sloot en su celda tras usar una frazada para intentar atentar contra su vida. Aunque recibió atención inmediata, el caso reavivó el debate en Perú sobre las condiciones extremas de los internos más vigilados.
El entorno más extremo
Challapalca, ubicado en la sierra de Tacna a más de 4.600 metros sobre el nivel del mar, representa una de las prisiones de seguridad máxima en el país. Allí cumplen sentencia presos considerados de alta peligrosidad y que requieren supervisión y aislamiento extra para prevenir incidentes. El entorno se caracteriza por el frío intenso durante las noches y por el escaso contacto de los internos con el exterior.
En ese contexto, Van der Sloot relató ante cámaras que intenta sobrellevar su reclusión dedicándose a la actividad física y la lectura. El propio interno afirmó: “Yo me dedico a ejercicio, lectura, leo la Biblia”, según lo recogido por Panorama.
Un pedido de perdón
Durante la entrevista realizada días antes del intento de acabar con su vida, Van der Sloot expresó haber encontrado un cambio personal a través de la fe. Frente a las cámaras citó pasajes bíblicos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen y oren por los que los maltratan”, palabras atribuidas a Lucas, que el interno adoptó como parte de su búsqueda de paz espiritual.
Por primera vez, también se dirigió públicamente a los padres de Stephany Flores: “En diecisiete años nunca tuve la oportunidad de pedir perdón por lo que hice. Si algún día puedo conversar y explicar, tal vez, por qué sucedió lo que sucedió, me gustaría bastante poder hacer eso. Y si ustedes no quieren eso, yo entiendo eso también”, declaró ante las cámaras de Panorama.
Trayectoria criminal
El caso de Joran van der Sloot se vincula a dos crímenes con amplia cobertura mediática. El primero fue la desaparición de Natalee Holloway, ciudadana estadounidense, en la isla de Aruba en 2005, y el segundo, el asesinato de Stephany Flores en Perú en 2010. Tras aceptar su responsabilidad por este último, la justicia peruana le impuso una pena de 28 años de prisión. Más tarde, en octubre de 2023, recibió una sentencia adicional de 20 años de cárcel en Estados Unidos por extorsionar a la familia Holloway.
De acuerdo con Panorama, Van der Sloot permanece bajo un régimen de vigilancia reforzada por el historial de incidentes en otras cárceles peruanas y por su notoriedad internacional. Las propias autoridades penitenciarias reconocen la necesidad de aislar a internos de alta peligrosidad, señalando que Challapalca está dedicado a “los más peligrosos”.
Dentro de la prisión
Durante la entrevista, Van der Sloot restó importancia a su notoriedad, enfocándose en el tiempo que aún le resta bajo encierro: “Me faltan por lo menos diecisiete años más preso, porque yo soy realista y yo sé que me falta bastante tiempo más, pa estar en prisión acá”.
El énfasis en el aislamiento, en la imposibilidad de interactuar con seres queridos y en la rutina estricta marcó buena parte del diálogo registrado por Panorama.
Las imágenes difundidas por el programa exhiben al interno con una marca visible en el cuello tras el intento autoinfligido, y funcionarios del INPE reiteraron la atención recibida en contexto de máxima seguridad.
Challapalca fue diseñado para minimizar el contacto externo de los internos y responder a incidentes de seguridad dentro del sistema. Los reportes de Panorama explican que este penal se utiliza para reforzar los controles, evitar privilegios irregulares y limitar riesgos asociados con la presencia de internos de alto perfil.
