Dos adolescentes fueron reportados como desaparecidos luego de que ingresaron a la embarcación conocida por los vecinos y bañistas como el ‘barco fantasma’ en la playa Costa Azul de Ventanilla.
El hecho tuvo lugar entre las cinco y seis de la tarde del pasado domingo 14 de diciembre durante una jornada familiar, cuando ambos jóvenes accedieron a la nave varada a unos metros de la orilla, según reportó América Noticias.
Las autoridades municipales de defensa civil confirmaron que se activó inmediatamente un operativo conjunto con la Policía Nacional del Perú (PNP) al recibir la denuncia de una madre que reportó la desaparición de su hijo de dieciséis años. El menor habría conocido ese mismo día a otro adolescente, de la misma edad, con quien se dirigió a la nave abandonada cerca de la orilla.

El vocero de Defensa Civil de Ventanilla, César Vargas, expresó en declaraciones recogidas por el noticiero la preocupación por la seguridad en esta zona. “Estas embarcaciones ya llevan tiempo varadas, han encallado. La municipalidad ha dispuesto señales de advertencia para que no ingresen los bañistas”, detalló tras precisar que “el mar en la mañana es más tranquilo, pero la marea sube por la tarde y la fuerza de las olas aumenta”.
Detalles del operativo
El despliegue inició tras la alerta de la madre de uno de los menores desaparecidos. Se coordinó la presencia de patrulleros, policía de salvataje, personal de Defensa Civil y hasta un helicóptero, detalló Vargas.
Cámaras de seguridad instaladas en la zona captaron la llegada de los equipos de rescate, pero no registraron a los menores saliendo de la playa, según confirmó Vargas a América Noticias. Hasta el cierre de la búsqueda nocturna, no se tenía noticia del paradero de los adolescentes.
Solo la identidad de uno de los desaparecidos ha sido confirmada oficialmente. El otro menor que ingresó junto a Juan Emilio sigue sin identificar, pues hasta la mañana siguiente no existía denuncia formal por parte de sus familiares.

“Se presume que ambos hayan ingresado a la embarcación, pero no tenemos la certeza, porque no se ha reportado oficialmente la desaparición del otro joven”, explicó Vargas para América Noticias.
Un punto de riesgo
El ‘barco fantasma’ y otras embarcaciones encalladas se han convertido en un atractivo peligroso en la playa Costa Azul, una de las más extensas del Perú. Los restos metálicos se encuentran ubicados entre 50 y 100 metros de la orilla, lo que genera una ilusión óptica de cercanía y cierta seguridad entre los visitantes.
“Esta playa se caracteriza por tener olas cruzadas, es peligrosa, y por eso la recomendación es que las familias vigilen a los menores y se retiren al oscurecer”, advirtió Vargas.
El vocero señaló en la misma conversación que se han dispuesto paneles y advertencias en las redes sociales municipales para alertar sobre el riesgo. En la última temporada de verano, se realizaron aproximadamente veinte intervenciones de rescate en la zona de las embarcaciones, además de múltiples exhortaciones para evitar el ingreso a estos restos.

Contexto de incidentes
La playa Costa Azul ya había sido escenario de otros incidentes similares. Según recordó Vargas a América Noticias, en agosto otro adolescente de dieciséis años desapareció en circunstancias similares.
La municipalidad mantiene coordinación permanente con la policía, pero la dificultad para retirar los restos de embarcaciones compete a la Dirección de Capitanía de Puerto, que debe gestionar su remoción.
Durante la vigilancia habitual en temporada alta, el personal de salvataje y serenazgo es reforzado, pues los fines de semana y en días soleados la afluencia de público puede superar las cuatro mil personas. Fuera de la temporada oficial, la carencia de rescatistas incrementa el riesgo en playas con antecedentes de incidentes, como Costa Azul.
Las autoridades locales han reiterado que la advertencia principal es no acercarse a los restos de embarcaciones y evitar ingresar al mar en zonas señalizadas como peligrosas, con énfasis en la seguridad de los menores. La búsqueda de los adolescentes continúna mientras las coordinaciones entre los diversos entes de rescate permanecen activas.



